Entretenimiento
Julio Pereira compone el mejor disco del año
El material discográfico cuenta con once canciones, música propia y letras de Tiago Torres da Silva
MADRID, ESPAÑA (28/OCT/2010).- Un capricho tan sencillo como el de poder escuchar su música radiada ha llevado al instrumentista Julio Pereira a componer "Graffiti", "el mejor disco del año" de Portugal, según el Orfeón Académico de Bellas Artes de Leiria, y un canto con grandes voces femeninas sobre los acontecimientos de la vida urbana.
"Los premios, vengan de donde vengan, son muy estimulantes", reconoce Pereira en una entrevista con EFE al hablar de esta distinción a su nuevo álbum, formado, por primera vez en su carrera, por once canciones propiamente dichas, con música propia y letras de Tiago Torres da Silva.
"Echaba de menos escuchar mi música en la radio, porque quien hace música instrumental, no aparece nunca allí", confiesa Pereira, un compositor muy reconocido en su país con más de 20 álbumes publicados bajo su nombre, amén de otras colaboraciones y trabajos como productor.
"Cuando te sientas a un piano o coges una guitarra, se dibujan canciones", explica sobre el origen del título del álbum, que alude a esta forma de expresión por la temática urbana que une todas las "historias" del disco. Y para redondear la jugada, Pereira ha acompañado su trabajo de las ilustraciones del artista Tiago Tarón.
"Los problemas mayores que existen son de raíz urbana. Toda la gente está saliendo del campo para las ciudades", argumenta. "Ahora nos estamos dando cuenta de las consecuencias, que hace años no habrían ocurrido, pero hay que vivir y andar para adelante", añade.
Listas las canciones, pensó en las diez mujeres a las que mejor les iría cada una de ellas y así reclutó a gente como Dulce Pontes, Sara Tavares, Maria Joao o la española Olga Cerpa, del grupo canario Mestisay, algunos de cuyos discos fueron producidos por Pereira.
"Cuando voy a grabar fuera de Portugal, siempre pregunto a los técnicos quiénes son los cantantes que graban bien a la primera. Ellos me responde que sólo un uno por ciento y Olga Cerpa es una de las personas que está dentro de ese uno por ciento", dice.
Pereira presume además de que el graffiti que ha dibujado con este disco es un reflejo de la actual realidad de Portugal tras la revolución de 1974, de la convivencia entre blancos y negros y con las comunidades de las antiguas colonias lusas, razón por la que ha contado con intérpretes de diversas procedencias como la caboverdiana Nancy Vieira o la brasileña Luanda Cozetti.
El portugués, que participó en el film "Fados" de Carlos Saura y en el CD "Santiago" de The Chieftains -ganador de un Grammy al mejor álbum de folk de 1997-, evita en este viaje urbano introducir elementos etnomusicales que le han dado fama en su país, como el uso del cavaquinho o de la mandolina.
"Esa es mi vida constante. Pero aquí he dejado fuera toda instrumentación popular en favor de mi familiaridad con los instrumentos eléctricos como músico de rock durante diez años", apunta Pereira, quien confiesa que en su tiempo libre ya no escucha música.
"Los premios, vengan de donde vengan, son muy estimulantes", reconoce Pereira en una entrevista con EFE al hablar de esta distinción a su nuevo álbum, formado, por primera vez en su carrera, por once canciones propiamente dichas, con música propia y letras de Tiago Torres da Silva.
"Echaba de menos escuchar mi música en la radio, porque quien hace música instrumental, no aparece nunca allí", confiesa Pereira, un compositor muy reconocido en su país con más de 20 álbumes publicados bajo su nombre, amén de otras colaboraciones y trabajos como productor.
"Cuando te sientas a un piano o coges una guitarra, se dibujan canciones", explica sobre el origen del título del álbum, que alude a esta forma de expresión por la temática urbana que une todas las "historias" del disco. Y para redondear la jugada, Pereira ha acompañado su trabajo de las ilustraciones del artista Tiago Tarón.
"Los problemas mayores que existen son de raíz urbana. Toda la gente está saliendo del campo para las ciudades", argumenta. "Ahora nos estamos dando cuenta de las consecuencias, que hace años no habrían ocurrido, pero hay que vivir y andar para adelante", añade.
Listas las canciones, pensó en las diez mujeres a las que mejor les iría cada una de ellas y así reclutó a gente como Dulce Pontes, Sara Tavares, Maria Joao o la española Olga Cerpa, del grupo canario Mestisay, algunos de cuyos discos fueron producidos por Pereira.
"Cuando voy a grabar fuera de Portugal, siempre pregunto a los técnicos quiénes son los cantantes que graban bien a la primera. Ellos me responde que sólo un uno por ciento y Olga Cerpa es una de las personas que está dentro de ese uno por ciento", dice.
Pereira presume además de que el graffiti que ha dibujado con este disco es un reflejo de la actual realidad de Portugal tras la revolución de 1974, de la convivencia entre blancos y negros y con las comunidades de las antiguas colonias lusas, razón por la que ha contado con intérpretes de diversas procedencias como la caboverdiana Nancy Vieira o la brasileña Luanda Cozetti.
El portugués, que participó en el film "Fados" de Carlos Saura y en el CD "Santiago" de The Chieftains -ganador de un Grammy al mejor álbum de folk de 1997-, evita en este viaje urbano introducir elementos etnomusicales que le han dado fama en su país, como el uso del cavaquinho o de la mandolina.
"Esa es mi vida constante. Pero aquí he dejado fuera toda instrumentación popular en favor de mi familiaridad con los instrumentos eléctricos como músico de rock durante diez años", apunta Pereira, quien confiesa que en su tiempo libre ya no escucha música.
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