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Julieta Venegas cautiva a los chilenos

Venegas cantó al público desde el primer momento al iniciar su presentación

SANTIAGO DE CHILE, CHILE (07/MAY/2011).- La cantante mexicana Julieta Venegas encantó a los más de siete mil chilenos que acudieron al Teatro Caupolicán, pese a la fría noche capitalina, para corear a todo pulmón los éxitos de la intérprete de "Eres para mí".  

El portal digital del diario "La Tercera" informó este sábado que la artista mexicana "hizo bailar, delirar y cantar la noche del viernes a más de siete mil chilenos que le escucharon en esta fría noche de otoño en el Teatro Caupolicán".  

Con su banda, integrada por seis músicos, Venegas encantó a la audiencia desde el primer momento, al abrir su presentación con "Amores platónicos" y "Limón y sal", tras lo cual se dio el tiempo de saludar al público.  

"Gracias por permitirme estar de nuevo en Chile, un país al que quiero mucho, un país donde tengo grandes amigos y donde me quieren tanto como ustedes me lo están demostrando esta noche", afirmó la también madre de una bebé de apenas nueve meses.  

En su oportunidad, la cantante interpretó además "Lo que más quisiera", éxito que las miles de personas que se encontraban en el Caupolicán aprovecharon para corear el tema junto a su ídolo.  

"Venegas siguió su actuación con una batería de canciones, algunas lentas y muy sentimentales, otras con mucha raíz mexicana, casi rancheras, y muchas más para bailar sin detenerse", apuntó la reseña de "La Tercera".  

Durante su recital, Venegas se paseó por sus grandes éxitos y otros temas menos conocidos, deleitando a los chilenos con canciones como "Bien o mal", "Despedida", "Otra cosa", "Algún día", "Tiempo suficiente" y "Canciones de amor".  

La artista, además, invitó al escenario a su "hermana postiza", la chilena Anita Tijoux, con quien grabó su éxito "Eres para mí", para interpretar esa canción en medio de una gran ovación, lo que marcó uno de los momentos más intensos del espectáculo.  

"Es que Venegas es así. De pronto parece llorar de amor, cantar por rabia o bailar llevando el ritmo de una nota cadenciosa, levantar sus manos, a veces sus pies, acercarse al público, permitir que le tomen sus manos y rematar con una potente voz", concluyó "La Tercera".  
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