Entretenimiento
Juan Villoro explora las biografías de autores de distintas épocas
“El milagro de la escritura es que hay cosas dentro de ti que sólo describes en el proceso de escribir”
Juan Villoro prefiere contar las vidas de los autores que lo han acompañado como escritor, sabrá Dios desde cuándo. Tal vez por eso comenta que el conjunto de ensayos literarios compilados en De eso se trata (Anagrama), son como un striptease al revés.
“Mostrar el tipo de lector que eres, es la manera indirecta de la autobiografía. Cuando alguien escribe de los lectores favoritos, habla de cómo es él. Es que es una manera de desnudarte al revés poniéndote cosas; te pones citas, libros, contextos sociales, épocas y todo eso es lo que tú eres”, explica el autor con la maleta a un lado, esperando subir a instalarse en su cuarto del hotel Hilton.
De eso se trata se divide en bloques del Renacimiento, la Ilustración, Anton Chejov, Hemingway, Grandes escritores exaltados, Escritura privada (los diarios de escritores) e Identidades. Todos los que ahí se encuentren, son los que han acompañado a Villoro.
Sin embargo, antes hay una primera parte que se ocupa de Hamlet, pues más que un ensayo, es la crónica de un ensayo. “Si este libro fuera una compañía de teatro, el primer ensayo sería el general, porque ahí escribo sobre las dificultades de escribir un ensayo, las dificultades para realizar una traducción. Y en este caso el nombre del libro se trata de la traducción que Tomás Segovia hizo de Hamlet, pues en vez de ‘He ahí el dilema’, que suena artificioso, lo tradujo sencillamente como ‘De eso se trata’”.
Por ello el título -que se presenta esta tarde a las 18:00 horas (Salón Juan José Arreola)- es “emblemático”, pues demuestra que las soluciones de la literatura son sencillas. “Entonces, lo tomé como lema, porque la tarea del ensayista no es posar de hombre culto y hacer más complicada la lectura, si no todo lo contrario, mostrar que la claridad es tan profunda y no menos misteriosa que lo que aparentemente resulta muy complejo; y la solución de Segovia es perfecta para el acometido del ensayista”.
Como en cualquier otro género, Villoro (Ciudad de México, 1956) comenta que la escritura permite descubrir “las cosas que hay dentro de ti y que solo descubres en el proceso de escribir. Muchas ideas surgen no de la lectura previa o del acompañamiento de esos libros, si no del momento en que estoy escribiendo los ensayos, y eso es muy sugerente porque la primera persona aleccionada por el ensayo soy yo mismo”.
INFORMADOR REDACCIÓN / ALEJANDRA GUILLÉN
GUADALAJARA, JALISCO.- En vez de hablar de los chicles pegados debajo de las bancas, los juegos de canicas, los romances hormonales de adolescencia y de cómo empezó a ser todo un lector,
“Mostrar el tipo de lector que eres, es la manera indirecta de la autobiografía. Cuando alguien escribe de los lectores favoritos, habla de cómo es él. Es que es una manera de desnudarte al revés poniéndote cosas; te pones citas, libros, contextos sociales, épocas y todo eso es lo que tú eres”, explica el autor con la maleta a un lado, esperando subir a instalarse en su cuarto del hotel Hilton.
De eso se trata se divide en bloques del Renacimiento, la Ilustración, Anton Chejov, Hemingway, Grandes escritores exaltados, Escritura privada (los diarios de escritores) e Identidades. Todos los que ahí se encuentren, son los que han acompañado a Villoro.
Sin embargo, antes hay una primera parte que se ocupa de Hamlet, pues más que un ensayo, es la crónica de un ensayo. “Si este libro fuera una compañía de teatro, el primer ensayo sería el general, porque ahí escribo sobre las dificultades de escribir un ensayo, las dificultades para realizar una traducción. Y en este caso el nombre del libro se trata de la traducción que Tomás Segovia hizo de Hamlet, pues en vez de ‘He ahí el dilema’, que suena artificioso, lo tradujo sencillamente como ‘De eso se trata’”.
Por ello el título -que se presenta esta tarde a las 18:00 horas (Salón Juan José Arreola)- es “emblemático”, pues demuestra que las soluciones de la literatura son sencillas. “Entonces, lo tomé como lema, porque la tarea del ensayista no es posar de hombre culto y hacer más complicada la lectura, si no todo lo contrario, mostrar que la claridad es tan profunda y no menos misteriosa que lo que aparentemente resulta muy complejo; y la solución de Segovia es perfecta para el acometido del ensayista”.
Como en cualquier otro género, Villoro (Ciudad de México, 1956) comenta que la escritura permite descubrir “las cosas que hay dentro de ti y que solo descubres en el proceso de escribir. Muchas ideas surgen no de la lectura previa o del acompañamiento de esos libros, si no del momento en que estoy escribiendo los ensayos, y eso es muy sugerente porque la primera persona aleccionada por el ensayo soy yo mismo”.
INFORMADOR REDACCIÓN / ALEJANDRA GUILLÉN
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