Entretenimiento

Juan Ríos: un corazón social

El actor, que navega en el rigor del teatro, reconoce en la televisión una oportunidad de ofrecer grandes contenidos

GUADALAJARA, JALISCO (21/DIC/2012).- Aunque este 2012 lo abrazó con el éxito de Infames, Ríos tenía tres años de no subirse a un escenario, actuar en teatro es su gran pasión. Dice que ahí encuentra algo esencial. Por ello se armó el proyecto Pazword, un show con poesía que tiene como tema las redes sociales. Habla rápido y parece que tiene prisa. Vive en la “multipista”. Termina el año y espera que para 2013 se estrene la película After Party, de Miguel Larraya, “en este país nunca sabes”, dice. Arturo Ríos es un ser social, que se asegura positivo. Vive en DF aunque es de Tamaulipas.

Después de una larga carrera en el cine, en el teatro y en la televisión. Logra, digamos sin querer, un éxito inusitado con Nacho Cabello —una versión libérrima y televisiva de Andrés Manuel López Obrador—, personaje de la célebre serie Infames, producida por Epigmenio Ibarra.

Ríos ha tenido guiños con Televisa, he ahí Para volver a amar; tiene una carrera destacable en teatro, como director, como productor y como actor. Ha participado en películas como La otra familia, en comerciales de Simón Bross y aunque 2013 se perfila bien —ya firmó para participar en telenovela—, actualmente dirige la puesta en escena Las Divorciadas. A pregunta expresa habla de sí mismo como un hombre “que cuida sus proyectos” y de México, como un país “que está necesitado de cambios”.

—¿Cómo terminas este 2012?


—Me siento muy positivo. Me dediqué al trabajo, en el primer semestre del año hubo mucha televisión. Creo que fue un año muy positivo, Infames tuvo mucho que ver para que eso sucediera. Epigmenio fue muy cuidadoso con el proyecto, esta serie ha sido un trabajo que ha marcado mi carrera totalmente. Había hecho algo para televisión, pero ahora Nacho Cabello, digamos, era el antagonista, fue como una visión de una parte de la izquierda mexicana. Nacho Cabello me catapultó hacia otras cosas.

—¿Crees en la izquierda mexicana?


—Sí creo que hay una izquierda a la que hay que darle la oportunidad, si no tendremos otros 65 años de PRI(...) Por otra parte, hay una izquierda que nos quieren hacer creer y que, bueno, también está ahí, que es una izquierda vandálica que me parece más una careta para promover a la derecha. Hay una izquierda progresista, también creo que hay errores como los que cometió Andrés Manuel, ¿ves que sí estudié mi personaje?, pero creo que México como país tendría que ser gobernando por la izquierda, ahora mismo ya son otros actores, existe otro nivel de crítica y de reacción. Veo más positivo eso que la creación de partidos parásitos que se vuelven negocios familiares.

—Decían que este año era el año de la transformación ¿hubo algo que se transformara en ti?

—No creo que haya sido un año de transformación; creo que sí de toma de consciencia. Creo que se puede dar una transformación si creemos que podemos darle forma a esa consciencia. Fue un año afortunado, en el cual ojalá nos consolidemos como sociedad, que podamos entender lo que deseamos de un gobierno para transformarnos como país. Las redes sociales han ayudado mucho para crear esta consciencia colectiva, mira lo que hizo Facebook en Egipto, armó una revolución.

—El patio de tu casa es México, ¿cómo está ese patio?

—Creo que está muy necesitado de cambios. Somos una raza que sigue cultivando la alegría, la capacidad de ser hospitalario. Tuvimos un sexenio doloroso, lleno de sangre. Nuestro país tiene una gran fuerza y belleza. Yo amo México, la gente merece condiciones de vida. Creo también que tenemos que ser más demandantes, menos agachados.

—¿Quiénes son los mexicanos que debemos voltear a ver?

—Sin duda alguna Epigmenio Ibarra, él es un productor y un mexicano comprometido, hay que voltear a ver su trabajo. Y hay que ver cosas importantes en teatro, ahí está Marco Vieyra.
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