Entretenimiento
Juan Carlos Rulfo, cara a cara con los jóvenes
El documentalista comparte experiencias con estudiantes universitarios y recuerda sus primeros pasos tras las cámaras
GUADALAJARA, JALISCO (27/ABR/2012).- Es uno de los documentalistas más reconocidos de México, pero Juan Carlos Rulfo se despojó de toda la fama que le rodea para platicar con jóvenes estudiantes de la Universidad Panamericana, con quienes compartió sus primeros pasos en el mundo del cine, sus motivaciones y los secretos de una carrera que define como “el camino de los necios”.
El director de proyectos laureados como En el hoyo y Los que se quedan, viajó en el tiempo en la charla que ofreció en el marco del III Simposio de Comunicación que se celebra en la UP. “Qué calladitos están todos”, bromeó al arrancar su charla, y reconoció que al igual que ellos, él también era un alumno lleno de ilusiones “y muy serio”, pero que tardó en encontrar su propio camino. Y no, no fue el cine su primera opción profesional.
“Yo estudiaba en la UAM Xochimilco (en el Distrito Federal). Era mediados de la década de los años ochenta y estaban cambiando y abriéndose muchos medios de comunicación”, recordó Rulfo, quien señaló que en ese momento “la ilusión de todos era trabajar en televisión, particularmente en la recién creada Imevisión (hoy Azteca, que en ese tiempo era una señal de Gobierno)”.
Además de la televisión, Rulfo recordó que en esa época “había otros compañeros que querían trabajar en radio, porque había un auge de estaciones comunitarias”. La posibilidad de trabajar al lado de la gente y conocer sus historias hizo que Juan Carlos pensara seriamente en entrar a la radio pero, entonces, apareció en cine en su vida.
Cambio de rumbo y de vida
Juan Carlos Rulfo encontró en el cine el medio donde puede contar todas las historias del mundo. Las que imaginó y las que jamás le cruzaron por la cabeza. “lo bonito es dejar que hable la gente, escucharlos, que cuenten su vida”.
Reunidos en el Auditorio H de la UP, el director proyectó ante los jóvenes fragmentos de su trabajo, y les explicó que el gran secreto que aprendió gracias al cine es que “hay que ser muy terco y tener mucha, mucha paciencia para que se concreten tus planes”.
Rulfo reconoció que sus primeros pasos en el Séptimo Arte (ya como alumno del Centro de Capacitación Cinematográfica), fueron complicados “porque los maestros creían que no escribía guiones, sino que hacía literatura, que divagaba mucho en mis propuestas, y era cierto”.
Aprender a aterrizar sus ideas y ser riguroso en todos sus proyectos fueron los dos grandes pilares que adquirió el director de De panzazo en la escuela, aunque “me hubiera gustado que alguien llegara y me dijera, ‘lo más importante eres tú, que la audiencia se interese en lo que tengas que contar, nadie más lo va a hacer por ti, tienes que lograrlo por tus medios’, suena a una frase hecha para dar ánimos, de esas comunes, pero es real. El cine no es más que pura voluntad, pura necedad”.
Juan Carlos Rulfo se reconoce como un “terco” en su forma de trabajar (“no hay nada más terco y necio que hacer una película”, afirmó ante la audiencia estudiantil). El realizador también aprendió que el cine era el gran escenario que había buscado en sus primeros años universitarios, ése donde la gente puede contar su vida, simplemente hay que “escucharlos. Darles un espacio para que se expresen”, algo que él muestra en documentales como Del olvido al no me acuerdo y Los que se quedan.
“Uno piensa que hay grandes historias maravillosas que contar -explica el hijo del célebre escritor Juan Rulfo-, pero de repente resulta que hay cosas muy pequeñas muy personales, que son de las que vas a vivir toda la vida. Las tienes que ir descubriendo poco a poco”.
Va por más
En encuentro con los medios de comunicación posterior a su encuentro con los estudiantes, el cineasta reconoció que está satisfecho con el resultado comercial y el impacto social que alcanzó con el documental De panzazo.
Rulfo aceptó que si le ofrecen dirigir una segunda parte, la aceptaría, aunque con condiciones distintas. “Sobre todo con mayor libertad en cuanto al guión. De panzazo ya estaba armada en gran medida cuando acepté dirigirla, y aunque traté de poner cosas mías, no había tanto margen para hacerlo”.
El realizador considera que la televisión ofrece de momento un gran campo de trabajo para él, ante el amplio abanico de series y documentales que se están produciendo ahora. “En Estados Unidos ya lo entendieron y aquí están comenzando a aplicarlo”.
FRASE
"El cine no es más que pura voluntad, pura necedad "
Juan Carlos Rulfo,
cineasta
El director de proyectos laureados como En el hoyo y Los que se quedan, viajó en el tiempo en la charla que ofreció en el marco del III Simposio de Comunicación que se celebra en la UP. “Qué calladitos están todos”, bromeó al arrancar su charla, y reconoció que al igual que ellos, él también era un alumno lleno de ilusiones “y muy serio”, pero que tardó en encontrar su propio camino. Y no, no fue el cine su primera opción profesional.
“Yo estudiaba en la UAM Xochimilco (en el Distrito Federal). Era mediados de la década de los años ochenta y estaban cambiando y abriéndose muchos medios de comunicación”, recordó Rulfo, quien señaló que en ese momento “la ilusión de todos era trabajar en televisión, particularmente en la recién creada Imevisión (hoy Azteca, que en ese tiempo era una señal de Gobierno)”.
Además de la televisión, Rulfo recordó que en esa época “había otros compañeros que querían trabajar en radio, porque había un auge de estaciones comunitarias”. La posibilidad de trabajar al lado de la gente y conocer sus historias hizo que Juan Carlos pensara seriamente en entrar a la radio pero, entonces, apareció en cine en su vida.
Cambio de rumbo y de vida
Juan Carlos Rulfo encontró en el cine el medio donde puede contar todas las historias del mundo. Las que imaginó y las que jamás le cruzaron por la cabeza. “lo bonito es dejar que hable la gente, escucharlos, que cuenten su vida”.
Reunidos en el Auditorio H de la UP, el director proyectó ante los jóvenes fragmentos de su trabajo, y les explicó que el gran secreto que aprendió gracias al cine es que “hay que ser muy terco y tener mucha, mucha paciencia para que se concreten tus planes”.
Rulfo reconoció que sus primeros pasos en el Séptimo Arte (ya como alumno del Centro de Capacitación Cinematográfica), fueron complicados “porque los maestros creían que no escribía guiones, sino que hacía literatura, que divagaba mucho en mis propuestas, y era cierto”.
Aprender a aterrizar sus ideas y ser riguroso en todos sus proyectos fueron los dos grandes pilares que adquirió el director de De panzazo en la escuela, aunque “me hubiera gustado que alguien llegara y me dijera, ‘lo más importante eres tú, que la audiencia se interese en lo que tengas que contar, nadie más lo va a hacer por ti, tienes que lograrlo por tus medios’, suena a una frase hecha para dar ánimos, de esas comunes, pero es real. El cine no es más que pura voluntad, pura necedad”.
Juan Carlos Rulfo se reconoce como un “terco” en su forma de trabajar (“no hay nada más terco y necio que hacer una película”, afirmó ante la audiencia estudiantil). El realizador también aprendió que el cine era el gran escenario que había buscado en sus primeros años universitarios, ése donde la gente puede contar su vida, simplemente hay que “escucharlos. Darles un espacio para que se expresen”, algo que él muestra en documentales como Del olvido al no me acuerdo y Los que se quedan.
“Uno piensa que hay grandes historias maravillosas que contar -explica el hijo del célebre escritor Juan Rulfo-, pero de repente resulta que hay cosas muy pequeñas muy personales, que son de las que vas a vivir toda la vida. Las tienes que ir descubriendo poco a poco”.
Va por más
En encuentro con los medios de comunicación posterior a su encuentro con los estudiantes, el cineasta reconoció que está satisfecho con el resultado comercial y el impacto social que alcanzó con el documental De panzazo.
Rulfo aceptó que si le ofrecen dirigir una segunda parte, la aceptaría, aunque con condiciones distintas. “Sobre todo con mayor libertad en cuanto al guión. De panzazo ya estaba armada en gran medida cuando acepté dirigirla, y aunque traté de poner cosas mías, no había tanto margen para hacerlo”.
El realizador considera que la televisión ofrece de momento un gran campo de trabajo para él, ante el amplio abanico de series y documentales que se están produciendo ahora. “En Estados Unidos ya lo entendieron y aquí están comenzando a aplicarlo”.
FRASE
"El cine no es más que pura voluntad, pura necedad "
Juan Carlos Rulfo,
cineasta
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