Entretenimiento
Juan Carlos Rulfo abre diálogo con tapalpenses
La charla se enfocó en temas de cine, reflexiones sobre la carrera de Rulfo, el proceso creativo detrás de sus documentales y la relación con su padre
TAPALPA, JALISCO (26/MAY/2013).- Con el fin de romper con las mecánicas tradicionales de “uno que habla y los demás que escuchen”, el Festival de Cine de Tapalpa abrió el sábado por la tarde un diálogo informal, cálido y abierto entre Juan Carlos Rulfo y los habitantes del Pueblo Mágico, celebrado en la Capilla de la Purísima, en la Zona Centro.
La charla, celebrada en el marco de la primera edición del festival, se enfocó en temas de cine, reflexiones sobre la carrera de Rulfo, su relación con su padre, el proceso creativo detrás de sus documentales, sus vivencias, tropezones y aciertos. Fue un espacio para confesiones y estuvo abierta a quien la quiso escuchar, y con un formato que permitió la interacción entre el público y el director.
El hecho de que fuera en una capilla, rodeado por iconos de Santos y Vírgenes, le dio un toque pintoresco a la plática. Previo a la actividad, Juan Carlos Rulfo señaló que este tipo de charlas “son para llegar a todo tipo de personas, por lo que trato de usar un lenguaje casual”.
Mar de ideas
Fueron varios los conceptos que tocó Juan Carlos Rulfo a lo largo de la charla en Tapalpa, ante las casi 50 personas reunidas en la pequeña capilla, a la que le faltaron lugares para atender a los curiosos y cinéfilos que se dieron cita.
El cineasta, quien próximamente comenzará a impartir clases en el Tec Campus Toluca, señaló que su carrera, como la vida “es una espiral donde tarde o temprano regresas al punto de origen. Yo siento que eso me está pasando a mi ahora”.
En ese regreso a las bases cuenta mucho el legado de Juan Rulfo, padre del documentalista, del que señaló que “su literatura es un montón de tiempo guardado escuchando. Él era muy bueno escuchando a la gente, y retratando eso posteriormente”.
El director se despoja del estatus de invitado especial
Como uno más. Lejos del glamour de la farándula, las alfombras rojas y los reflectores. Sin los aspavientos de estrella y las poses de una figura. Juan Carlos Rulfo se mimetizó con el Pueblo Mágico de Tapalpa. El homenajeado dentro del Festival de Cine que se celebra allí este fin de semana, se despojó del estatus de “invitado especial”, y decidió tomar un paseo por sus calles principales.
Y es que este es un fin de semana especial en Tapalpa. Único en muchos sentidos. La ciudad enclavada en la Sierra de Jalisco se abrió a las manifestaciones artísticas emanadas del Séptimo Arte. Sus rincones, edificios y plazas se llenaron con proyecciones, talleres y funciones al aire libre. Durante tres días, el corazón cinematográfico del Estado latió con fuerza en Tapalpa, en lo que es la primera edición del certamen, que busca anidar en el alma de los habitantes del Pueblo Mágico.
Los pasos del cineasta
Era imposible que Juan Carlos Rulfo no llamara la atención. El ojo del público estaba sobre cada paso que daba. Cada gesto, saludo y pose para la fotografía era seguido con atención por todo mundo...menos por el propio Rulfo.
“No me pongo a pensar si soy o no una estrella”, afirmó en entrevista con EL INFORMADOR. Se sabía observado, pero prefirió hacer un “día normal” en Tapalpa. En punto de las 10:50 salió de la Casa de Maty, uno de los hoteles sede del festival, para dirigirse a la Casa de la Cultura. Su paso por las calles del Pueblo Mágico se convirtió en una procesión involuntaria de saludos, besos, autógrafos y fotografías.
La charla, celebrada en el marco de la primera edición del festival, se enfocó en temas de cine, reflexiones sobre la carrera de Rulfo, su relación con su padre, el proceso creativo detrás de sus documentales, sus vivencias, tropezones y aciertos. Fue un espacio para confesiones y estuvo abierta a quien la quiso escuchar, y con un formato que permitió la interacción entre el público y el director.
El hecho de que fuera en una capilla, rodeado por iconos de Santos y Vírgenes, le dio un toque pintoresco a la plática. Previo a la actividad, Juan Carlos Rulfo señaló que este tipo de charlas “son para llegar a todo tipo de personas, por lo que trato de usar un lenguaje casual”.
Mar de ideas
Fueron varios los conceptos que tocó Juan Carlos Rulfo a lo largo de la charla en Tapalpa, ante las casi 50 personas reunidas en la pequeña capilla, a la que le faltaron lugares para atender a los curiosos y cinéfilos que se dieron cita.
El cineasta, quien próximamente comenzará a impartir clases en el Tec Campus Toluca, señaló que su carrera, como la vida “es una espiral donde tarde o temprano regresas al punto de origen. Yo siento que eso me está pasando a mi ahora”.
En ese regreso a las bases cuenta mucho el legado de Juan Rulfo, padre del documentalista, del que señaló que “su literatura es un montón de tiempo guardado escuchando. Él era muy bueno escuchando a la gente, y retratando eso posteriormente”.
El director se despoja del estatus de invitado especial
Como uno más. Lejos del glamour de la farándula, las alfombras rojas y los reflectores. Sin los aspavientos de estrella y las poses de una figura. Juan Carlos Rulfo se mimetizó con el Pueblo Mágico de Tapalpa. El homenajeado dentro del Festival de Cine que se celebra allí este fin de semana, se despojó del estatus de “invitado especial”, y decidió tomar un paseo por sus calles principales.
Y es que este es un fin de semana especial en Tapalpa. Único en muchos sentidos. La ciudad enclavada en la Sierra de Jalisco se abrió a las manifestaciones artísticas emanadas del Séptimo Arte. Sus rincones, edificios y plazas se llenaron con proyecciones, talleres y funciones al aire libre. Durante tres días, el corazón cinematográfico del Estado latió con fuerza en Tapalpa, en lo que es la primera edición del certamen, que busca anidar en el alma de los habitantes del Pueblo Mágico.
Los pasos del cineasta
Era imposible que Juan Carlos Rulfo no llamara la atención. El ojo del público estaba sobre cada paso que daba. Cada gesto, saludo y pose para la fotografía era seguido con atención por todo mundo...menos por el propio Rulfo.
“No me pongo a pensar si soy o no una estrella”, afirmó en entrevista con EL INFORMADOR. Se sabía observado, pero prefirió hacer un “día normal” en Tapalpa. En punto de las 10:50 salió de la Casa de Maty, uno de los hoteles sede del festival, para dirigirse a la Casa de la Cultura. Su paso por las calles del Pueblo Mágico se convirtió en una procesión involuntaria de saludos, besos, autógrafos y fotografías.
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