Entretenimiento
José Luis Perales muestra sus dos caras
El cantante dice que el mejor camino es el de la humildad
José Luis Perales tiene dos caras: la primera muestra estrictamente al artista, aquel que se sube al escenario, el que graba discos, el que hace giras, el que gana premios y regala autógrafos a sus fans.
La otra es la de un hombre que prefiere a los amigos alejados del mundo de la música, el esposo, el que dedica tiempo a la escultura y la cerámica, el que adora hacer viajes, preferentemente a las zonas arqueológicas.
Así lo plasma en uno de sus temas: “Me iré calladamente”.
En 35 años de su andar por la música, el cantautor español ha aprendido una cosa que para él representa una de las claves para resolver el laberinto de la vida, y que curiosamente le ha enseñado esa primera cara: la humildad.
“Siendo humilde la gente te reconoce mucho, te quiere más. Hay personas que llegan a perder el suelo, no es que quiera justificarlos, pero cuando estás arriba de un escenario y hay miles de personas que te están aplaudiendo, te hacen elevarte muchísimo”, comenta Perales en entrevista telefónica desde Madrid.
En tono reflexivo, puntualiza: “He tenido la habilidad de bajarme del escenario, de poner los pies en la tierra, y eso ha sido gracias a Manuela (su esposa), a veces es peligrosa esta profesión, te puedes dejar atrapar por el aplauso, por el beso, por la vanidad, eso pasa muchas veces”.
En su vida como compositor e intérprete ha habido de todo.
“Una de las cosas que más me pesa es la soledad; para mí es un desgarro cada viaje a América, porque además son giras de un mes, dos meses, pero todo queda recompensado cuando uno sube a cantar y así te conectas con la gente”, subraya.
Y aunque a diferencia de algunos colegas, como el uruguayo Jorge Drexler —quien ha escrito algunos temas en la habitación de un hotel—, José Luis Perales no logra componer en esos sitios, sí se ha inspirado en escenas que ha presenciado desde los balcones para plasmarlas posteriormente en alguna de sus canciones.
“Recuerdo que durante la última gira por México, estaba sentado en el balcón, y en otro edificio había un matrimonio con niños que corrían detrás de las palomas, así que fui descubriendo personajes”, explica el músico, que actualmente promociona su álbum doble en vivo “Perales en directo. 35 años”, grabado en Argentina.
Escenas como la anterior aparecerán en un libro de análisis de su obra que trabaja el periodista español José Luis López, y que se gesta a la par de la autobiografía que el propio cantautor prepara.
“Aún no hay suficiente material como para confirmar un libro, supongo que de sacarlo ahora quedaría un poco escaso de páginas.
“Espero que el otro se publique antes de lo que yo tardaría en publicar el mío, ja, ja”, concluye Perales, quien espera regresar a México en octubre próximo.
CIUDAD DE MÉXICO.-
La otra es la de un hombre que prefiere a los amigos alejados del mundo de la música, el esposo, el que dedica tiempo a la escultura y la cerámica, el que adora hacer viajes, preferentemente a las zonas arqueológicas.
Así lo plasma en uno de sus temas: “Me iré calladamente”.
En 35 años de su andar por la música, el cantautor español ha aprendido una cosa que para él representa una de las claves para resolver el laberinto de la vida, y que curiosamente le ha enseñado esa primera cara: la humildad.
“Siendo humilde la gente te reconoce mucho, te quiere más. Hay personas que llegan a perder el suelo, no es que quiera justificarlos, pero cuando estás arriba de un escenario y hay miles de personas que te están aplaudiendo, te hacen elevarte muchísimo”, comenta Perales en entrevista telefónica desde Madrid.
En tono reflexivo, puntualiza: “He tenido la habilidad de bajarme del escenario, de poner los pies en la tierra, y eso ha sido gracias a Manuela (su esposa), a veces es peligrosa esta profesión, te puedes dejar atrapar por el aplauso, por el beso, por la vanidad, eso pasa muchas veces”.
En su vida como compositor e intérprete ha habido de todo.
“Una de las cosas que más me pesa es la soledad; para mí es un desgarro cada viaje a América, porque además son giras de un mes, dos meses, pero todo queda recompensado cuando uno sube a cantar y así te conectas con la gente”, subraya.
Y aunque a diferencia de algunos colegas, como el uruguayo Jorge Drexler —quien ha escrito algunos temas en la habitación de un hotel—, José Luis Perales no logra componer en esos sitios, sí se ha inspirado en escenas que ha presenciado desde los balcones para plasmarlas posteriormente en alguna de sus canciones.
“Recuerdo que durante la última gira por México, estaba sentado en el balcón, y en otro edificio había un matrimonio con niños que corrían detrás de las palomas, así que fui descubriendo personajes”, explica el músico, que actualmente promociona su álbum doble en vivo “Perales en directo. 35 años”, grabado en Argentina.
Escenas como la anterior aparecerán en un libro de análisis de su obra que trabaja el periodista español José Luis López, y que se gesta a la par de la autobiografía que el propio cantautor prepara.
“Aún no hay suficiente material como para confirmar un libro, supongo que de sacarlo ahora quedaría un poco escaso de páginas.
“Espero que el otro se publique antes de lo que yo tardaría en publicar el mío, ja, ja”, concluye Perales, quien espera regresar a México en octubre próximo.
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