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José Alfredo Jiménez, el padre de la música ranchera
A 90 años de su natalicio recordamos a un grande, a 'El Rey'
La música ranchera es inherente a nuestra cultura y su popularidad derivó en interminables variaciones de este género musical. No se puede hablar de esta variedad sin mencionar el nombre de José Alfredo Jiménez, quien es considerado por muchos el padre de la música vernácula mexicana. De lo que no cabe duda es que gracias a él, este género tiene tanto éxito hoy en día.
José Alfredo Jiménez Sandoval, era el nombre completo del compositor y cantante. Nació en Dolores Hidalgo, Guanajuato el 19 de enero de 1926.
Sus orígenes fueron humildes y desde corta edad hizo notar sus dotes creativas, pero no estuvo ligado a la música, sino hasta más tarde en su vida. La situación económica en casa le obligó a desarrollar diferentes labores, pero el cantautor lo hacía paralelamente sus creaciones melódicas. Fue jugador profesional de futbol y camarero en un restaurante, este último empleo le significó su primer contacto con el mundo de la farándula.
Cabe destacar que el compositor no tuvo ningún tipo de educación musical, pero ello no fue impedimento.
El restaurante donde el laboraba, de nombre "La sirena", era visitado frecuentemente por Andrés Huesca, otrora músico, en ese sitio el grupo "Los Rebeldes", del cual José Alfredo era integrante, realizaba presentaciones líricas. Huesca descubrió el talento de "el hijo del pueblo", y fue el primero en grabar la voz de José Alfredo, con la canción "Yo", y el resto es historia.
Las canciones de "El Rey", gustaban por su sencillez y hablaban de temas comunes como, el amor, el desamor y la vida de la gente humilde en sus pueblos. Se le llegó a pensar que tomaba inspiración de la bebida, pues muchas de sus obras hablan de alcohol. Canciones como: "caminos de Guanajuato", "no me amenaces", "un mundo raro", "El rey", entre otros, han sido himnos de la música acompañada de mariachi.
El éxito de Jiménez no tiene comparación, se dice que logró componer más de mil canciones a lo largo de su vida y sus creaciones fueron cantadas por artistas de gran renombre como: Pedro Infante, Jorge Negrete, Antonio Aguilar, Vicente Fernández, entre otros. Su influencia musical permeó de manera tal, que hasta cantantes contemporáneos e intérpretes de otros géneros como: Luis Miguel y Enrique Bunbury, corearon varias de sus creaciones.
Los mariachis callaron
"El patrono de las cantinas", como solía ser llamado por su gusto a las bebidas alcohólicas, murió a los 47 años de edad. Su fallecimiento precisamente le es atribuido a una cirrosis hepática ocasionada por su afición al alcohol. José Alfredo dejó de existir un 23 de noviembre de 1973, en la Ciudad de México. Fue sepultado en el pueblo del que era oriundo, y, Fiel a su manera de pensar, pidió que en su epitafio se leyera "La vida no vale nada".
Hoy "el hijo del pueblo" cumpliría 90 años, y el tiempo no ha logrado que sea olvidado, y sus canciones han traspasado el tiempo, y se han ganado un lugar en el corazón de miles de mexicanos. Probablemente ese sea el mayor legado de José Alfredo Jiménez.
El INFORMADOR / CÉSAR CERDA
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