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Jorge Drexler deja atrás la melancolía
Jorge Drexler tomará una actitud más serena con su próximo disco, al cual todavía no ha decidido que nombre ponerle
Aún no cuenta con el título del álbum, porque, dijo, ello le da “mucho trabajo” y prefiere elegirlo al final. “Eso sí, estoy seguro que no tendrá un tenor tan melancólico y angustiante como 12 segundos en la oscuridad, mi disco anterior”, agregó un relajado Drexler en una rueda de prensa celebrada en la Casa de América de la capital española.
Drexler, quien fusiona la música con la poesía, reveló que su anterior trabajo fue concebido en un momento de “incertidumbre y desasosiego” y que ahora se encuentra en otro estado vital, por lo que su próximo álbum “a lo mejor será más parecido a Cara B”, disco doble grabado en vivo en el que une la acústica con la electrónica.
“La realidad se ve mejor si uno se mueve”, reflexionó el cantautor uruguayo, ganador del Oscar a la Mejor canción en 2005 por Al otro lado del río, tema creado para la película Diarios de motocicleta, inspirada en la vida del Che Guevara.
Ese pensamiento también hace que el compositor considere ahora que “fue mejor” que no le permitieran interpretar esa canción en la noche de gala hollywoodense de hace cuatro años. “Gracias a ello no tuve que salir en medio de esa parafernalia, sé que Antonio Banderas (quien interpretó el tema en su lugar) la pasó muy mal”, aseveró.
Entra a los documentales
Drexler, que radica en España desde 1995, presentó ayer en Madrid el documental Un instante preciso, un trabajo producido por el español Manuel Huerga, que da testimonio de las vivencias entre bastidores del cantante durante sus conciertos en siete ciudades de Cataluña.
Esta filmación, que recibió el Premio del Público en el Festival de Cine de Málaga, será presentada en Reino Unido, Brasil, Chile y Argentina.
Un instante preciso, filmada en blanco y negro, recrea la complicidad de Drexler con sus compañeros antes de salir al escenario, así como su inagotable búsqueda por descubrir nuevos sonidos. Para ello, no le importa si tiene que recurrir a un timbre o una rueda de bicicleta o convocar a artistas de la calle para compartir escenario. “Es una reivindicación a los sonidos, partiendo de la máxima que ningún sonido es malo”, finalizó el cantautor.
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