Entretenimiento
Jonás Cuarón y el sueño de la película perfecta
El realizador llega a Guadalajara para promover 'Desierto', donde expone la visión que tiene sobre la violencia que se vive en la frontera
GUADALAJARA, JALISCO (05/ABR/2016).- El cineasta mexicano Jonás Cuarón —hijo del ganador del Oscar, Alfonso Cuarón— se encuentra promocionando su cinta “Desierto”, protagonizada por Gael García Bernal y Jeffrey Dean Morgan, película cuyo estreno será el próximo 15 de abril con 400 copias en México y que muestra la huida de un grupo de migrantes que están siendo asesinados por un cazador en la
frontera de México con Estados Unidos. Todo filmado con un guion que sigue las reglas de la acción y el suspenso.
Jonás platicó con esta casa editorial sobre hacer un filme que llega a la cartelera en momentos cruciales que se viven en América sobre los discursos raciales de Donald Trump, pero también de la experiencia de trabajar con su papá y la intención de seguir creando historias que no se cataloguen con un género en particular, sino que estas sean tan universales como la libertad creativa de la que él goza.
“A mí siempre me interesó contar esta historia de temática migratoria, con estos discurso de odio y de racismo y también contarla en este género (de acción). Yo sí creo que era interesante que el público conectara con la panza y no tanto que se volviera una cinta de discurso o debate, porque la masacre que se ve al inicio de la película, todos sabemos que está mal y no tendría por qué ser debatible”.
Jonás viene de una familia dedicada al cine y ahora todos ellos están en un momento donde sus proyectos son de índole internacional, pero él prefiere guiarse por sus historias, que pensar en que ahora todo tiene que tener un enfoque de producción y presupuestos fastuosos. “Todo dependerá de las historias, a veces se me antoja hacer una historia personal de cuando crecí en Xalapa y a veces historias que suceden en Groenlandia porque me gusta mucho ese paisaje, yo creo que el hacer cine depende de la historia que uno quiere contar”.
Atacando todos los frentes
A Jonás le interesan las tramas, escribirlas y reescribirlas, pero ahora que se ha sentado en la silla del director, comenta que esa área también se ha vuelto una adicción para él y seguirá haciéndolo. Es un creativo que además también es editor y productor, pues asegura que así tiene verdadero control de lo que quiere mostrarle al público, incluso, en su niñez fue actor.
“Lo de actor fue solo dos veces de chiquito, porque mi papá me metió en cameos dentro de sus películas y yo entre que soy muy tímido y no muy fotogénico, muy pronto me caí en cuenta de que me convenía estar detrás de cámaras. Y con el resto lo que sucede es que yo comencé en esto como escritor, a mí lo que me interesaba antes es contar historias y una vez que me puse a hacer cine siempre he visto a éste como un proceso de escritura y reescritura”.
Por eso es que también le llamó la atención editar, pues asegura es el último chance que tiene de moldear como es que quiere ver su película. “Ya que empiezas a filmar en el set con actores, fotógrafo y todo el equipo, sigues reescribiendo, porque vas cambiando cosas. Siempre he tratado de hacer todos los pasos porque siento que es justo cuando el autor tiene control de la historia”.
Pero comparte que “irónicamente”, ‘Desierto’ fue de los pocas proyectos que cuando vio por primera vez —en este caso en Toronto, Canadá— no le sucedió el querer reescribir o cambiar detalles, “cuando la vi si me sorprendió mucho que fue muy fiel a lo que realmente me había imaginado”.
Inspiración “Gravity”
Jonás explica que “Desierto” surgió de un viaje que hizo con su hermano Diego Cataño cuando éste promocionaba “Temporada de patos” en Arizona, donde se les habló de las dinámicas fronterizas. Entonces, la historia concebida tiene más de seis años y cuando le pidió a su padre que la leyera y le hiciera algunas anotaciones, Alfonso le dijo que él quería hacer una historia donde se reflejara esa línea que ahora se detalla en ambas películas: pocos diálogos y experiencias de introspección y desesperanza.
“‘Desierto’ inspiró a ‘Gravity’ (Jonás es guionista de ambas cintas). Yo había escrito ‘Desierto’ hace como seis o siete años y a mí papá le interesó mucho este tipo de películas donde es acción pura, donde casi no hay diálogos y la historia se cuenta a través de las acciones y justo eso fue lo que nos llevó a hacer ‘Gravity’. Las dos son historias medias paralelas por el concepto, pero las tramas son muy distintas, la del espacio se volvió mas existencial sobre dejar ir y renacer y las metáforas en ‘Desierto’ se volvieron más políticas”.
Con su sello
Jonás no quiere encasillarse en un sello cinematográfico donde las acciones son las protagonistas para generar introspección, él quiere hacer todo tipo de filmes y está encaminando su carrera en una diversidad creativa. “Este es un cine (el que está presentando) que conecta muy visceral con la panza, pero para mí, por ejemplo, mi cineasta favorito es Woody Allen quien es un ser muy cerebral”. Y así como Allen es una influencia, también los es su padre. “Al haber escrito ‘Gravity’ con mi papá estos años, sí aprendí mucho de él, es difícil marcar cuáles influencias en específico, pero algo que si aprendí de él es esta cuestión del ritmo, sobretodo en una película donde necesitas generar tensión, el ritmo juega un papel muy importante”.
“En ‘Gravity’ yo me burlaba mucho porque se nota la diferencia generacional en donde a él sí le gusta ser muy retórico y yo siempre me burlaba de que soy de la generación del déficit de atención, yo si necesito que la acción y todo suceda más rápido”. Jonás espera volver a trabajar con su papá y su tío Carlos, pues asegura tienen una complicidad creativa que los tres entienden muy bien.
SABER MÁS
El Zorro en sus planes
Jonás fue renuente al hablar de sus próximos proyectos, en internet se detalla que está llamado a hacer una adaptación de “El Zorro” en una línea distópica, pero él cuenta a EL INFORMADOR que apenas se está revisando el tema. “Sí traigo ciertos proyectos en puerta, pero nada que valga la pena platicar. Sí estoy involucrado en algo que está vagamente adaptado de eso, apenas ahora estoy escarbando las hojas”, aclaró.
Jonás platicó con esta casa editorial sobre hacer un filme que llega a la cartelera en momentos cruciales que se viven en América sobre los discursos raciales de Donald Trump, pero también de la experiencia de trabajar con su papá y la intención de seguir creando historias que no se cataloguen con un género en particular, sino que estas sean tan universales como la libertad creativa de la que él goza.
“A mí siempre me interesó contar esta historia de temática migratoria, con estos discurso de odio y de racismo y también contarla en este género (de acción). Yo sí creo que era interesante que el público conectara con la panza y no tanto que se volviera una cinta de discurso o debate, porque la masacre que se ve al inicio de la película, todos sabemos que está mal y no tendría por qué ser debatible”.
Jonás viene de una familia dedicada al cine y ahora todos ellos están en un momento donde sus proyectos son de índole internacional, pero él prefiere guiarse por sus historias, que pensar en que ahora todo tiene que tener un enfoque de producción y presupuestos fastuosos. “Todo dependerá de las historias, a veces se me antoja hacer una historia personal de cuando crecí en Xalapa y a veces historias que suceden en Groenlandia porque me gusta mucho ese paisaje, yo creo que el hacer cine depende de la historia que uno quiere contar”.
Atacando todos los frentes
A Jonás le interesan las tramas, escribirlas y reescribirlas, pero ahora que se ha sentado en la silla del director, comenta que esa área también se ha vuelto una adicción para él y seguirá haciéndolo. Es un creativo que además también es editor y productor, pues asegura que así tiene verdadero control de lo que quiere mostrarle al público, incluso, en su niñez fue actor.
“Lo de actor fue solo dos veces de chiquito, porque mi papá me metió en cameos dentro de sus películas y yo entre que soy muy tímido y no muy fotogénico, muy pronto me caí en cuenta de que me convenía estar detrás de cámaras. Y con el resto lo que sucede es que yo comencé en esto como escritor, a mí lo que me interesaba antes es contar historias y una vez que me puse a hacer cine siempre he visto a éste como un proceso de escritura y reescritura”.
Por eso es que también le llamó la atención editar, pues asegura es el último chance que tiene de moldear como es que quiere ver su película. “Ya que empiezas a filmar en el set con actores, fotógrafo y todo el equipo, sigues reescribiendo, porque vas cambiando cosas. Siempre he tratado de hacer todos los pasos porque siento que es justo cuando el autor tiene control de la historia”.
Pero comparte que “irónicamente”, ‘Desierto’ fue de los pocas proyectos que cuando vio por primera vez —en este caso en Toronto, Canadá— no le sucedió el querer reescribir o cambiar detalles, “cuando la vi si me sorprendió mucho que fue muy fiel a lo que realmente me había imaginado”.
Inspiración “Gravity”
Jonás explica que “Desierto” surgió de un viaje que hizo con su hermano Diego Cataño cuando éste promocionaba “Temporada de patos” en Arizona, donde se les habló de las dinámicas fronterizas. Entonces, la historia concebida tiene más de seis años y cuando le pidió a su padre que la leyera y le hiciera algunas anotaciones, Alfonso le dijo que él quería hacer una historia donde se reflejara esa línea que ahora se detalla en ambas películas: pocos diálogos y experiencias de introspección y desesperanza.
“‘Desierto’ inspiró a ‘Gravity’ (Jonás es guionista de ambas cintas). Yo había escrito ‘Desierto’ hace como seis o siete años y a mí papá le interesó mucho este tipo de películas donde es acción pura, donde casi no hay diálogos y la historia se cuenta a través de las acciones y justo eso fue lo que nos llevó a hacer ‘Gravity’. Las dos son historias medias paralelas por el concepto, pero las tramas son muy distintas, la del espacio se volvió mas existencial sobre dejar ir y renacer y las metáforas en ‘Desierto’ se volvieron más políticas”.
Con su sello
Jonás no quiere encasillarse en un sello cinematográfico donde las acciones son las protagonistas para generar introspección, él quiere hacer todo tipo de filmes y está encaminando su carrera en una diversidad creativa. “Este es un cine (el que está presentando) que conecta muy visceral con la panza, pero para mí, por ejemplo, mi cineasta favorito es Woody Allen quien es un ser muy cerebral”. Y así como Allen es una influencia, también los es su padre. “Al haber escrito ‘Gravity’ con mi papá estos años, sí aprendí mucho de él, es difícil marcar cuáles influencias en específico, pero algo que si aprendí de él es esta cuestión del ritmo, sobretodo en una película donde necesitas generar tensión, el ritmo juega un papel muy importante”.
“En ‘Gravity’ yo me burlaba mucho porque se nota la diferencia generacional en donde a él sí le gusta ser muy retórico y yo siempre me burlaba de que soy de la generación del déficit de atención, yo si necesito que la acción y todo suceda más rápido”. Jonás espera volver a trabajar con su papá y su tío Carlos, pues asegura tienen una complicidad creativa que los tres entienden muy bien.
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El Zorro en sus planes
Jonás fue renuente al hablar de sus próximos proyectos, en internet se detalla que está llamado a hacer una adaptación de “El Zorro” en una línea distópica, pero él cuenta a EL INFORMADOR que apenas se está revisando el tema. “Sí traigo ciertos proyectos en puerta, pero nada que valga la pena platicar. Sí estoy involucrado en algo que está vagamente adaptado de eso, apenas ahora estoy escarbando las hojas”, aclaró.
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