Entretenimiento
John Malkovich charla en Karlovy Vary
El actor recibirá mañana el Globo de Cristal de la edición número 44 del Festival de cine europeo
REPÚBLICA CHECA.- El actor, director y productor estadounidense
John Malkovich, aseguró en Karlovy Vary (República Checa) que ninguno de los papeles que ha interpretado hasta ahora ha encajado con su carácter.
A pesar de ello, agregó que “no hay sensibilidad que no comprenda, lo que tampoco significa que pueda interpretarla”.
Malkovich recibirá mañana el Globo de Cristal de la 44 edición del Festival de cine de Karlovy Vary por su trayectoria cinematográfica.
“El papel que más se aproximó fue Colour me, Kubrick (2005), aunque este trabajo pasó sin pena ni gloria”, afirmó el artista, que debutó en 1981 con un filme para televisión, Word of honor.
Desde entonces, ha trabajado como intérprete en más de setenta títulos, entre ellas The Killing Fields (1984), Empire of the sun (1987); Dangerous Liaisons (1988) o In the line of fire (1993), por la que consiguió una de sus dos nominaciones al Oscar -la otra por Places in the heart (1984)-.
“No siento que he hecho todo lo que quería, aunque esto no es el error del director. Todavía quiero trabajar y planeo seguir en el futuro, aunque no sé lo que esto significa”. aseguró el actor.
Ciudadano de mundo
Por otra parte el estadounidense acaba de interpretar en Viena el papel de asesino en la obra teatral The Infernal Comedy, que será presentada en Figueras (Gerona, España) el 18 de julio, y luego pasará a Londres, París, Bilbao y Madrid.
Así entre Estados Unidos y Europa, y con una mujer italiana, Malkovich lamentó el escaso conocimiento mutuo entre americanos y europeos. “Me gustaría que hubiera más curiosidad por conocer detalles sobre los otros”, como una forma de combatir prejuicios.
Tanto su debut como realizador, The Dancer upstairs (2002), con Javier Bardem en el reparto, como su último trabajo como productor, Which way home (2008), que aborda el problema de la inmigración infantil mexicana a Estados Unidos, serán proyectados en Karlovy Vary.
Por último Malkovich, que tiene raíces croatas y francesas, afirmó ser “feliz donde estoy, y ninguno de los que he conocido o escuchado es tan feliz como yo, por haber podido descubrir tantos nuevos lugares y gentes”.
Sobre la interpretación, destacó que le gusta “la oportunidad de pretender vivir otra vida, porque aparentemente sólo tenemos una”, aunque lamenta que no podrá ceder este testigo a sus hijos. “Mis hijos no tienen ningún interés en lo que digo o hago, por lo que no les enseño”.
“Soy feliz donde estoy, y ninguno de los que he conocido o escuchado es tan feliz como yo, por haber podido descubrir tantos nuevos lugares y gentes”
John Malkovich, actor
A pesar de ello, agregó que “no hay sensibilidad que no comprenda, lo que tampoco significa que pueda interpretarla”.
Malkovich recibirá mañana el Globo de Cristal de la 44 edición del Festival de cine de Karlovy Vary por su trayectoria cinematográfica.
“El papel que más se aproximó fue Colour me, Kubrick (2005), aunque este trabajo pasó sin pena ni gloria”, afirmó el artista, que debutó en 1981 con un filme para televisión, Word of honor.
Desde entonces, ha trabajado como intérprete en más de setenta títulos, entre ellas The Killing Fields (1984), Empire of the sun (1987); Dangerous Liaisons (1988) o In the line of fire (1993), por la que consiguió una de sus dos nominaciones al Oscar -la otra por Places in the heart (1984)-.
“No siento que he hecho todo lo que quería, aunque esto no es el error del director. Todavía quiero trabajar y planeo seguir en el futuro, aunque no sé lo que esto significa”. aseguró el actor.
Ciudadano de mundo
Por otra parte el estadounidense acaba de interpretar en Viena el papel de asesino en la obra teatral The Infernal Comedy, que será presentada en Figueras (Gerona, España) el 18 de julio, y luego pasará a Londres, París, Bilbao y Madrid.
Así entre Estados Unidos y Europa, y con una mujer italiana, Malkovich lamentó el escaso conocimiento mutuo entre americanos y europeos. “Me gustaría que hubiera más curiosidad por conocer detalles sobre los otros”, como una forma de combatir prejuicios.
Tanto su debut como realizador, The Dancer upstairs (2002), con Javier Bardem en el reparto, como su último trabajo como productor, Which way home (2008), que aborda el problema de la inmigración infantil mexicana a Estados Unidos, serán proyectados en Karlovy Vary.
Por último Malkovich, que tiene raíces croatas y francesas, afirmó ser “feliz donde estoy, y ninguno de los que he conocido o escuchado es tan feliz como yo, por haber podido descubrir tantos nuevos lugares y gentes”.
Sobre la interpretación, destacó que le gusta “la oportunidad de pretender vivir otra vida, porque aparentemente sólo tenemos una”, aunque lamenta que no podrá ceder este testigo a sus hijos. “Mis hijos no tienen ningún interés en lo que digo o hago, por lo que no les enseño”.
“Soy feliz donde estoy, y ninguno de los que he conocido o escuchado es tan feliz como yo, por haber podido descubrir tantos nuevos lugares y gentes”
John Malkovich, actor
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