Entretenimiento
Joaquin Phoenix sorprende con ''The Master''
Paul Thomas Anderson regresa a la pantalla con un largometraje que cuestiona la naturaleza humana
GUADALAJARA, JALISCO (27/MAY/2013).- ¿A dónde va el espíritu cuando lo ha perdido todo? ¿Qué es eso que sujeta a un hombre atormentado, y que al mismo tiempo, lo empuja en todas direcciones? ¿Puede una sola idea hacer mejor a un hombre, o hundirlo más en su miseria? Esas son las preguntas que plantea el director Paul Thomas Anderson en The Master, largometraje laureado por la crítica, que llega a la cartelera tapatía este fin de semana, con las actuaciones de Joaquín Phoenix, Phillip Seymour Hoffman y Amy Adams.
Ambientada en la década de los años cincuenta del Siglo pasado, la trama, escrita y dirigida por Thomas Anderson, expone la turbulenta vida de Freddie Quell (Phoenix), un veterano de la Segunda Guerra Mundial, quien no ha logrado adaptarse a la vida civil. Cada trabajo y relación que inicia, fracasa estrepitosamente debido a su incapacidad para gobernar su temperamento.
Atormentado por su pasado, y sumido en una espiral de odio y adicciones destructivas, Quell encuentra lo que parece ser una solución a sus problemas en un movimiento filosófico conocido como “La Causa”, encabezado por Lancaster The Master Dodd (Phillip Seymour Hoffman), quien mezcla discursos teóricos con actitudes que rayan en el fanatismo religioso.
“La Causa” se convierte pronto en el motor de vida de Quell. Sin embargo, las heridas que carga en el alma y la manipulación de la que es objeto por parte de Lancaster, podrían convertir la mente del antiguo soldado en una bomba de tiempo, una que simplemente está esperando el momento para explotar.
Pocas películas llegan a la cartelera mexicana con un palmarés tan amplio que presumir. Estrenada en los Estados Unidos en 2012, The Master logró cosechar una avalancha de nominaciones para diversos premios. Aspiró a tres premios Oscar y Globos de Oro (en ambos casos a las categorías de Actor, Actor secundario y Actriz secundaria, y en ambos casos, no ganó); además de figurar en los Bafta británicos, los premios SAG e incluso en el Festival Internacional de Cine de Venecia, donde se llevó el León de Oro.
La fascinación de manipular
“Luego de una guerra, y los horrores que conlleva, la pregunta siempre es la misma, ¿en qué puedo creer ahora, después de ver todos esos horrores?, ¿cómo llegamos a esto? ¿Cómo seguir adelante?”. Quien habla es Paul Thomas Anderson, al explicar cuáles fueron las preguntas que provocaron la chispa necesaria para darle forma a la historia de The Master.
“Las décadas de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado fueron fértiles en historias dramáticas y atractivas. Era un momento donde la gente sentía que con sus acciones, podían cambiar al mundo. Y ciertamente, muchos lo hicieron, aunque no de la mejor manera”, agrega el director. Y fue en esta etapa tumultuosa de la humanidad, cuando creo a los dos personajes que hacen girar la rueda del destino en The Master.
“Cuando veo la película ahora, veo a Freddie y a Lancaster como dos personas que están desesperadas por comunicarse. Donde ambos potencian lo mejor el uno del otro, y tratan de ser mejores individuos. El problema es que les cuesta mucho lograrlo”.
Para que la historia funcionara al nivel necesario, Anderson buscó a dos actores que aparecieron en su mente desde que comenzó a escribir el guión en 2009. Uno era Phillip Seymour Hoffman; el otro, es considerado como una de las “cartas difíciles” de Hollywood: Joaquín Phoenix.
Nombrado como uno de los actores más brillantes de su generación, pero también de los más “complicados”, debido a su carácter, cambios de humor y temperamento, Phoenix era uno de los “actores con los que yo había querido trabajar por años”, afirma el realizador de la cinta. “Estuve 12 años tratando de incluirlo en mis películas, pero él siempre me decía que no podía, que ya tenía otro compromiso. Hasta que al fin me dijo que si, y me siento agradecido de tenerlo”.
El caso de Hoffman fue menos tortuoso, pues el actor incluso colaboró en el guión, y en especial, en la construcción de la personalidad de Lancaster. “Siempre estuvo claro que él sería The Master. Trajo muchas ideas que terminaron reflejadas en la historia”. Ahora será el público mexicano quien decida si esta sinergia de emociones da resultado.
El extraño caso de Joaquín Phoenix
Nominado al Oscar en dos ocasiones (por The Master y antes por Gladiador), Joaquín Phoenix es la descripción viviente de lo que suele llamarse “un actor excéntrico”.
No le gustan las entrevistas, las alfombras rojas, el glamour y son contadas sus apariciones públicas. Eso sí, cuando las hace, se asegura de que sean memorables. Su última “joya” verbal se la dio a la revista Interview: “Todo lo que enseñan en las escuelas de actuación es una mie... Te dicen que debes aprenderte tus líneas, memorizar tus movimientos, seguir las luces. Bueno, eso es todo lo que no debes hacer. Encuentra tu propio método. Todos van a decir que estoy loco, pero así pienso yo”.
En una de las pocas declaraciones que dio sobre The Master, aseguró sin rubor que aceptó trabajar con Paul Thomas Anderson “porque no he visto ninguna de sus películas. Me siento más cómodo cuando no estoy familiarizado con el trabajo de los directores”.
Joaquín explica que esto se debe a que “no me gusta tener una idea preconcebida de cómo serán las cosas. Simplemente prefiero que sea nuestra interacción la que determine como será todo”.
FILMOGRAFÍA SELECTA
Lo mejor de Paul Thomas Anderson
> Boogie Nights (1997)
> Magnolia (1999)
> Punch-Drunk Love (2002)
> There will be blood (2007)
Ambientada en la década de los años cincuenta del Siglo pasado, la trama, escrita y dirigida por Thomas Anderson, expone la turbulenta vida de Freddie Quell (Phoenix), un veterano de la Segunda Guerra Mundial, quien no ha logrado adaptarse a la vida civil. Cada trabajo y relación que inicia, fracasa estrepitosamente debido a su incapacidad para gobernar su temperamento.
Atormentado por su pasado, y sumido en una espiral de odio y adicciones destructivas, Quell encuentra lo que parece ser una solución a sus problemas en un movimiento filosófico conocido como “La Causa”, encabezado por Lancaster The Master Dodd (Phillip Seymour Hoffman), quien mezcla discursos teóricos con actitudes que rayan en el fanatismo religioso.
“La Causa” se convierte pronto en el motor de vida de Quell. Sin embargo, las heridas que carga en el alma y la manipulación de la que es objeto por parte de Lancaster, podrían convertir la mente del antiguo soldado en una bomba de tiempo, una que simplemente está esperando el momento para explotar.
Pocas películas llegan a la cartelera mexicana con un palmarés tan amplio que presumir. Estrenada en los Estados Unidos en 2012, The Master logró cosechar una avalancha de nominaciones para diversos premios. Aspiró a tres premios Oscar y Globos de Oro (en ambos casos a las categorías de Actor, Actor secundario y Actriz secundaria, y en ambos casos, no ganó); además de figurar en los Bafta británicos, los premios SAG e incluso en el Festival Internacional de Cine de Venecia, donde se llevó el León de Oro.
La fascinación de manipular
“Luego de una guerra, y los horrores que conlleva, la pregunta siempre es la misma, ¿en qué puedo creer ahora, después de ver todos esos horrores?, ¿cómo llegamos a esto? ¿Cómo seguir adelante?”. Quien habla es Paul Thomas Anderson, al explicar cuáles fueron las preguntas que provocaron la chispa necesaria para darle forma a la historia de The Master.
“Las décadas de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado fueron fértiles en historias dramáticas y atractivas. Era un momento donde la gente sentía que con sus acciones, podían cambiar al mundo. Y ciertamente, muchos lo hicieron, aunque no de la mejor manera”, agrega el director. Y fue en esta etapa tumultuosa de la humanidad, cuando creo a los dos personajes que hacen girar la rueda del destino en The Master.
“Cuando veo la película ahora, veo a Freddie y a Lancaster como dos personas que están desesperadas por comunicarse. Donde ambos potencian lo mejor el uno del otro, y tratan de ser mejores individuos. El problema es que les cuesta mucho lograrlo”.
Para que la historia funcionara al nivel necesario, Anderson buscó a dos actores que aparecieron en su mente desde que comenzó a escribir el guión en 2009. Uno era Phillip Seymour Hoffman; el otro, es considerado como una de las “cartas difíciles” de Hollywood: Joaquín Phoenix.
Nombrado como uno de los actores más brillantes de su generación, pero también de los más “complicados”, debido a su carácter, cambios de humor y temperamento, Phoenix era uno de los “actores con los que yo había querido trabajar por años”, afirma el realizador de la cinta. “Estuve 12 años tratando de incluirlo en mis películas, pero él siempre me decía que no podía, que ya tenía otro compromiso. Hasta que al fin me dijo que si, y me siento agradecido de tenerlo”.
El caso de Hoffman fue menos tortuoso, pues el actor incluso colaboró en el guión, y en especial, en la construcción de la personalidad de Lancaster. “Siempre estuvo claro que él sería The Master. Trajo muchas ideas que terminaron reflejadas en la historia”. Ahora será el público mexicano quien decida si esta sinergia de emociones da resultado.
El extraño caso de Joaquín Phoenix
Nominado al Oscar en dos ocasiones (por The Master y antes por Gladiador), Joaquín Phoenix es la descripción viviente de lo que suele llamarse “un actor excéntrico”.
No le gustan las entrevistas, las alfombras rojas, el glamour y son contadas sus apariciones públicas. Eso sí, cuando las hace, se asegura de que sean memorables. Su última “joya” verbal se la dio a la revista Interview: “Todo lo que enseñan en las escuelas de actuación es una mie... Te dicen que debes aprenderte tus líneas, memorizar tus movimientos, seguir las luces. Bueno, eso es todo lo que no debes hacer. Encuentra tu propio método. Todos van a decir que estoy loco, pero así pienso yo”.
En una de las pocas declaraciones que dio sobre The Master, aseguró sin rubor que aceptó trabajar con Paul Thomas Anderson “porque no he visto ninguna de sus películas. Me siento más cómodo cuando no estoy familiarizado con el trabajo de los directores”.
Joaquín explica que esto se debe a que “no me gusta tener una idea preconcebida de cómo serán las cosas. Simplemente prefiero que sea nuestra interacción la que determine como será todo”.
FILMOGRAFÍA SELECTA
Lo mejor de Paul Thomas Anderson
> Boogie Nights (1997)
> Magnolia (1999)
> Punch-Drunk Love (2002)
> There will be blood (2007)
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