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Joaquín Cosío se anima con Rango

El histrión, quien da voz a la víbora Jake en la cinta, reconoce la complejidad del doblaje

CIUDAD DE MÉXICO (05/MAR/2011).- El actor mexicano Joaquín Cosío, quien da voz a la víbora Jake, en el filme animado Rango, dijo que no basta ser actor para hacer doblaje, sino que al tratarse de una disciplina muy singular la gente debe de aprender técnicas y métodos para hacerlo.

Cosío es una de las tres figuras mexicanas, junto con Yordi Rosado y Germán Ortega, que colaboraron en el doblaje de esta historia llena de lagartijas, topos, armadillos, halcones, murciélagos y otros bichos que son la atracción de esta historia-homenaje a los filmes del Viejo Oeste.

Cosío sabe bien lo que es ser villano, algo que pudo mostrar recientemente con la película El infierno, en el que interpreta a un sanguinario sicario al servicio de la delincuencia organizada y 007: Quantum, donde personifica a un general corrupto de un país sudamericano que combate al agente James Bond.

Ahora en Rango presta su voz a una víbora de cascabel al servicio de un cacique en un pueblo en medio del desierto. El propio Joaquín Cosío reconoce que no deja de ser villano, pero en esta ocasión, su tarea es ciento por ciento vocal, en donde su voz debe provocar temor. 

“Me llamaron para darle vida a la víbora Jake, una sola voz, pero que requería de una modulación muy especial y lo logré gracias a la ayuda de Gerardo García, porque como dije, no basta ser actor, pues por muy experimentado que seas, el doblaje es una disciplina que se adquiere y se domina con el paso del tiempo”.

Cuna de talentos

Orgulloso con el resultado que alcanzó en Rango, Cosío señaló que el trabajo de los que se dedican a esta tarea está reconocido internacionalmente y que hay mucha gente que por años se ha dedicado a prestar la voz en series de televisión, películas o comerciales que inundan los medios en México.

Destacó que su participación en el doblaje de Rango no fue sencilla, pues confesó que en un cierto momento de su estancia en el estudio vio con preocupación y desesperación la cara del director.

Por lo que respecta a la entonación, dijo que no la modificó, pues lo hizo como si fuera él prácticamente con algunos matices, pero al final consideró que logró hacerlo como se requería, pues así se aprecia en la pantalla.
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