Entretenimiento
Jim Carrey lanza mensaje familiar
Amor, unión y amistad son los ingredientes de la comedia que protagoniza el actor canadiense
Carrey protagoniza Los pingüinos de papá, donde encarna a Tom Popper, un exitoso promotor de bienes raíces, divorciado de Amanda (Carla Gugino), con quien tiene dos hijos a quienes visita cada 15 días.
Todo va bien en la vida del señor Popper hasta que un día recibe un misterioso regalo de su fallecido padre: Una caja proveniente de la Antártida en cuyo interior se encuentra un pingüino, y al tratar de deshacerse del ave, se encuentra con cinco más.
Los intentos de Popper por quitarse de encima a los pingüinos son inútiles, y lo peor es que su presencia comienza a desquiciar sus actividades laborales y personales, desatando una serie de situaciones chuscas, aunque detrás de todo, detalla el propio Carrey, se encuentra una importante lección.
Una experiencia muy animal
Pero, ¿por qué trabajar con animales en una época donde los estudios de cine prefieren generarlos por computadora? El protagonista de la cinta responde que se trata de dotarle mayor naturalidad a la película: “Algunas personas se resisten a trabajar con niños y con animales, pero a mí me gusta, porque en ellos se captura la chispa de la inocencia”.
“Además es muy difícil estar enojado y triste cuando tienes a tantos pingüinos alrededor (risas). Son como cachorros, pero a la décima potencia”, agrega el histrión canadiense, quien no es ajeno a trabajar con animales, basta recordar que ya laboró con un pequeño perro en La máscara y con un delfín en Ace Ventura.
Aunque la presencia de pingüinos en la película sirve como gancho publicitario, Carrey pide no olvidar que la cinta, detrás de toda la comedia y situaciones disparatadas guarda un mensaje muy simple: La unión familiar. “Interpreto a un tipo exitoso que lo cree tener todo pero no es feliz, y es así porque no está conectado a sus seres queridos, y eso lo va a aprender al cuidar a los pingüinos. Creo que soy el mejor tipo para este papel, porque yo tampoco he sabido apreciar a mi familia”.
El actor agrega que a diferencia de otras películas donde la comedia era “muy física”, Los pingüinos de papá busca llegar a todas las familias. “Quería hacer una película que todos pudieran ver y comentar incluso mucho después. Te pone en contacto con las cosas importantes en tu vida, como el amor, la familia y la amistad, sin que dejara de ser graciosa”.
En carne propia
Con 49 años de vida, Jim Carrey espera que Los pingüinos de papá se sume como un éxito en su andar, aunque el fracaso es algo que también conoce y a lo que no le teme. Cintas como Ace Ventura, La máscara y Todopoderoso lo encumbraron, mientras que otras de corte más serio, entre las que destacan The Majestic, Cable Guy y Man to the Moon pasaron de noche en la cartelera.
“Creo que mi trabajo es bueno y procuro hacerlo con todo mi esfuerzo –asegura el histrión– y también creo que cada película tiene una inspiración distinta y la gente va a verme al cine antes de siquiera juzgar la historia, y ése es un regalo muy especial que me ha dado la vida. No es lo mismo ir a ver una película donde sale alguien que ver una película porque tú quieres ver a algún actor”.
Por cierto
Los pingüinos que aparecen en la cinta son unos verdaderos profesionales, ya que la producción contrató los servicios de Birds & Animals Unlimited, quienes se desempeñan como entrenadores de animales en Hollywood.
La compañía se encargó de cuidar a las aves durante la filmación, con la construcción de una instalación especial, fría y con alberca, además de proporcionarles alimento.
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