Entretenimiento
Jacqueline Bracamontes sigue su intuición
La tapatía atribuye a la buena elección de sus proyectos el que se mantenga tanto en teatro como en la pantalla chica
Jacqueline asegura no estar de acuerdo con las acciones de su personaje, afirma que divertido sí es, incluso invita al público a disfrutar un momento de distracción porque está convencida de que “reírse por un espacio de dos horas a cualquiera le viene bien, porque es una obra divertidísima”.
La tapatía, con apenas siete años de carrera, pero que ya cuenta con cuatro telenovelas, una película y dos obras de teatro, se dice feliz luego de haber debutado de la mano de Eugenio Derbez con la puesta en escena Un gallego en París. Y es con su segunda oportunidad llamada Hasta que la boda nos separe con la cual la actriz sale de gira y se presenta en su ciudad.
En entrevista con EL INFORMADOR, y a poco más de 15 días de haber iniciado la serie de funciones de su actual proyecto, que Jacqueline habla un poco de lo que significa debutar en su tierra con Hasta que la boda nos separe, dirigida por Pepe Solé, confirma su participación en un programa de concursos y afirma que pronto volverá al cine.
Debutaste en teatro el D.F. con Eugenio Derbez, ¿cómo te sientes en esta segunda obra, más cómoda, más segura?
“Mucho más segura, aunque el primer día siempre es clave. Esta puesta en escena, Hasta que la boda nos separe, la estrenamos en Ensenada, Baja California, y en la primera función me temblaban las piernas, para qué digo que no. Y es que el enfrentarse a ese momento siempre es difícil, porque me pregunto ‘estaré bien’, pero a los cinco minutos de estar en contacto con el público se pasa”.
¿Cómo manejas la emoción para mantenerte segura en escena cuando cada noche te presentas en un teatro distinto?
“Lo difícil es al principio, porque ya después ese nervio se quita. Y aunque me impone subir a un escenario, cada vez que lo hago experimento una sensación distinta, pero ya no es de inseguridad sino de emoción, de decir ‘hoy voy a hacer las cosas mejor y a ver cómo nos toca el público’, y más cuando son más serios cuesta más trabajo. Dicen que hay que ir midiendo los públicos, pero eso sólo lo da la experiencia”.
¿Cómo es tu personaje?
“Se llama Jessy y es una ‘treintona’ urgida por casarse, trae el vestido de novia en la cajuela, tal cual, porque su lema es ‘más vale mal divorciada que bien quedada’, así que lo único que le importa es la boda. Dice que no importa quién se lo pida, no importa lo que pase, se divorcia y ya no pasa nada, pero por lo menos se casó, obviamente que no estoy de acuerdo con mi personaje, pero la realidad es que eso hace que sea divertidísima”.
¿Qué significa este punto de tu carrera, después de modelar, hacer telenovelas, cine y por primera vez teatro en tu tierra?
“Mucha ilusión. Me siento contenta, orgullosa y muy agradecida, con Dios y con las personas que me rodean, porque es difícil tomar decisiones; de repente proyectos llegan, pero lo importante es saber elegir el mejor, y creo que elegí el mejor para hacer teatro, porque desde que lo leí me enamoré y mi familia estará presente en mi ciudad”.
Cuando se trata de elegir proyectos ¿te dejas guiar por la intuición?
“Sí. De alguna manera influye mi intuición porque con siete años en el medio, cuatro telenovelas, una película y dos obras de teatro creo que me ha ido bien y me siento privilegiada por ello. A la hora de elegir me concentro en el guión, lo estudio y al terminarlo digo ‘sí éste es para mí’, o simplemente no lo es porque al final mi personaje no me gusta”.
¿Después de la gira qué viene para Jacqueline?
“Tengo pensado descansar en diciembre, pero empezando el año ya tengo confirmada la segunda temporada de concursos del programa De por vida, que a partir de enero se transmitirá los sábados a las nueve de la noche por el Canal de las Estrellas, y bueno pues parece que no me toca descansar (risas).
¿Tienes proyectos para hacer cine?
“Tengo un par de guiones que ya los he empezado a leer, y como decía, tengo que empezar a desarrollar mi intuición para ver cómo caminan las cosas y si se concretan lo sabrán pronto”.
Pie: Jacqueline Bracamontes, quien grabó parte de la telenovela Las tontas no van al cielo en Guadalajara y que recién terminó, ahora vuelve con la puesta en escena Hasta que la boda nos separe para ofrecer cuatro funciones en el Teatro Diana.
FICHA
Hasta que la boda nos separe / 22 y 23 de octubre, 19:00 y 21:30 horas / Teatro Diana / Boletos desde 150 hasta 350 pesos / Informes en www.ticketmaster.com.mx o al 36 14 70 72.
GUADALAJARA, JALISCO.- Una mujer de 30 años está loca por casarse. No importa con quién ni cuánto dure, la idea es llegar al altar a como dé lugar. Después habrá tiempo para todo, incluso para divorciarse, pues dicen que “más vale divorciada que quedada”. El vestido de novia, Jessy siempre lo lleva en la cajuela del auto, ‘por si se ofrece’. Y si se encuentra con un hombre completamente distinto a ella no se detendrá a cuestionarlo, simplemente irá por su objetivo: ser una mujer casada. El argumento pertenece a la puesta en escena Hasta que la boda nos separe, donde la tapatía Jacqueline Bracamontes lleva el papel principal al lado de Juan Soler y Ana Bertha Espín. Y aunque
La tapatía, con apenas siete años de carrera, pero que ya cuenta con cuatro telenovelas, una película y dos obras de teatro, se dice feliz luego de haber debutado de la mano de Eugenio Derbez con la puesta en escena Un gallego en París. Y es con su segunda oportunidad llamada Hasta que la boda nos separe con la cual la actriz sale de gira y se presenta en su ciudad.
En entrevista con EL INFORMADOR, y a poco más de 15 días de haber iniciado la serie de funciones de su actual proyecto, que Jacqueline habla un poco de lo que significa debutar en su tierra con Hasta que la boda nos separe, dirigida por Pepe Solé, confirma su participación en un programa de concursos y afirma que pronto volverá al cine.
Debutaste en teatro el D.F. con Eugenio Derbez, ¿cómo te sientes en esta segunda obra, más cómoda, más segura?
“Mucho más segura, aunque el primer día siempre es clave. Esta puesta en escena, Hasta que la boda nos separe, la estrenamos en Ensenada, Baja California, y en la primera función me temblaban las piernas, para qué digo que no. Y es que el enfrentarse a ese momento siempre es difícil, porque me pregunto ‘estaré bien’, pero a los cinco minutos de estar en contacto con el público se pasa”.
¿Cómo manejas la emoción para mantenerte segura en escena cuando cada noche te presentas en un teatro distinto?
“Lo difícil es al principio, porque ya después ese nervio se quita. Y aunque me impone subir a un escenario, cada vez que lo hago experimento una sensación distinta, pero ya no es de inseguridad sino de emoción, de decir ‘hoy voy a hacer las cosas mejor y a ver cómo nos toca el público’, y más cuando son más serios cuesta más trabajo. Dicen que hay que ir midiendo los públicos, pero eso sólo lo da la experiencia”.
¿Cómo es tu personaje?
“Se llama Jessy y es una ‘treintona’ urgida por casarse, trae el vestido de novia en la cajuela, tal cual, porque su lema es ‘más vale mal divorciada que bien quedada’, así que lo único que le importa es la boda. Dice que no importa quién se lo pida, no importa lo que pase, se divorcia y ya no pasa nada, pero por lo menos se casó, obviamente que no estoy de acuerdo con mi personaje, pero la realidad es que eso hace que sea divertidísima”.
¿Qué significa este punto de tu carrera, después de modelar, hacer telenovelas, cine y por primera vez teatro en tu tierra?
“Mucha ilusión. Me siento contenta, orgullosa y muy agradecida, con Dios y con las personas que me rodean, porque es difícil tomar decisiones; de repente proyectos llegan, pero lo importante es saber elegir el mejor, y creo que elegí el mejor para hacer teatro, porque desde que lo leí me enamoré y mi familia estará presente en mi ciudad”.
Cuando se trata de elegir proyectos ¿te dejas guiar por la intuición?
“Sí. De alguna manera influye mi intuición porque con siete años en el medio, cuatro telenovelas, una película y dos obras de teatro creo que me ha ido bien y me siento privilegiada por ello. A la hora de elegir me concentro en el guión, lo estudio y al terminarlo digo ‘sí éste es para mí’, o simplemente no lo es porque al final mi personaje no me gusta”.
¿Después de la gira qué viene para Jacqueline?
“Tengo pensado descansar en diciembre, pero empezando el año ya tengo confirmada la segunda temporada de concursos del programa De por vida, que a partir de enero se transmitirá los sábados a las nueve de la noche por el Canal de las Estrellas, y bueno pues parece que no me toca descansar (risas).
¿Tienes proyectos para hacer cine?
“Tengo un par de guiones que ya los he empezado a leer, y como decía, tengo que empezar a desarrollar mi intuición para ver cómo caminan las cosas y si se concretan lo sabrán pronto”.
Pie: Jacqueline Bracamontes, quien grabó parte de la telenovela Las tontas no van al cielo en Guadalajara y que recién terminó, ahora vuelve con la puesta en escena Hasta que la boda nos separe para ofrecer cuatro funciones en el Teatro Diana.
FICHA
Hasta que la boda nos separe / 22 y 23 de octubre, 19:00 y 21:30 horas / Teatro Diana / Boletos desde 150 hasta 350 pesos / Informes en www.ticketmaster.com.mx o al 36 14 70 72.
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