Entretenimiento
Iron Maiden llena de acero el Foro Sol
La legendaria banda revalida su lugar como una de las escuadras sonoras preferidas entre el público mexicano
“Para nuestros seguidores en Libia y Egipto, pero sobre todo para la gente que está sufriendo en Japón, queremos decirles que estamos con ellos, que no están solos y va esto para todos”, señaló el vocalista Bruce Dickinson antes de dedicar Blood brothers, uno de los temas más coreados durante su actuación.
El show se convirtió en una auténtica fiesta para los amantes del metal pesado, pues casi 50 mil 500 gargantas cantaron y roquearon con las guitarras de Dave Murray y Janick Gers, la batería de Nicko McBrain y el bajo de Steve Harris, quienes aparecieron minutos antes de las 21:00 horas.
El público empezó a sentir la euforia cuando escuchó Satélite 15... the final frontier, que forma parte de su álbum The final frontier, para continuar con El dorado y 2 minutes to midnight, en la que por vez primera apareció
Eddie, ícono de la banda, plasmado en un cielo galáctico que respaldaba una inmensa escenografía que emulaba una terminal aérea.
Lluvia de éxitos
Previo a su show, Iron Maiden había prometido que el concierto estaría compuesto por una selección de sus mejores temas, y así fue. The talisman, Coming home, Dance of death, The trooper, The wickerman y la mencionada Blood brothers causaron furor de los seguidores, quienes no dejaron de levantar las manos y mover la cabeza, además de portar playeras alusivas al grupo.
Aunque a la mitad de la ejecución de When the wild wind blows se dejó de escuchar el micrófono del cantante, mientras que los demás instrumentos empezaron a oírse bajos, provocando la rechifla de los presentes y gritos de inconformidad de quienes se encontraban en la parte de las gradas del recinto.
Pero todo continuó con normalidad en el tema The evil that men do, al escucharse en las bocinas otra vez el sonido poderoso del grupo y seguir con Fear of the dark, coreada de inicio a fin, y despedir con el himno homónimo de la organización europea, acompañada de Eddie, la mascota de la banda que llegó transformado en una gigantesca figura de poco más de tres metros en el escenario.
Lo mejor, para cerrar
Tras el guitarreo y la pirotecnia que suele acompañar cada show que ofrece Iron Maiden, la agrupación se retiró unos minutos para volver con un clásico de su repertorio, The number of the beast, que enloqueció nuevamente a las hordas de metaleros, quienes de la intolerancia por un mal sonido, pasaron a la conformidad y a los aplausos.
Hallowed by the name y Running free fueron el colofón y desenlace de una actuación más de Iron Maiden en el país, presentación que para muchos seguidores y especialistas se quedó corta con respecto a la visita antepasada.
El dato
Maligno fue la banda encargada de abrir el concierto y dedicó The red witch, a Rita Guerrero, quien falleció el fin de semana pasado.
Síguenos en