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Iron Maiden hace gritar a la VFG

Iron Maiden, encarnación pura del rock pesado

GUADALAJARA, JALISCO.- El jueves por la noche se abrió una puerta a otra dimensión en la Arena VFG. Una dimensión donde el metal pesado, la estridencia sonora, la potencia de las guitarras y los amenazantes cráneos eran los factores dominantes. Una dimensión donde una doncella de hierro llamada Iron Maiden era quien dictaba las reglas.

Al punto de las 21:05 horas, la música ambiental que desesperaba a los fanáticos finalmente se detuvo. Miles de asistentes lanzaron un alarido cuando en las dos pantallas que flanqueaban el escenario comenzaron a aparecer las imágenes de los miembros de Iron Maiden durante sus viajes.

Entonces, de repente, las imágenes que aparecieron en la pantalla se hicieron presentes sobre el escenario. Los integrantes de Iron Maiden, encarnaciones puras del rock pesado, acompañados por una gigantesca momia-faraón con la tenebrosa cara de Eddie The Head se apoderaron de la escena.

Bastaría la primera ola de guitarras para que los fanáticos se engancharan. “Grita por mí, México”, fue la exclamación de Bruce Dickinson de parte de la Doncella de hierro para los fanáticos. El resultado fue un grito más largo desde las butacas y el ruedo.

La decoración egipcia, con jeroglíficos, esfinge y demonios incluidos se alternaba con diversas mantas en el fondo, que mostraban a Eddie haciendo diversas “travesuras” demoníacas.

La doncella domina
“Es bueno estar de regreso, la última vez que estuvimos en México fue hace un año y esta vez hemos preparado algo muy especial y un poco diferente de lo anterior”. Así, Dickinson le avisó al público lo que se avecinaba y a continuación, comenzó con los acordes de Children of the damned.

Con la canción The trooper la agrupación ondeó una maltrecha bandera británica sobre el escenario y, con ella, se movieron las gargantas de más de 11 mil fanáticos reunidos en el recinto, quienes en todo momento corearon, brincaron y aplaudieron en total obediencia al mandato de la doncella.

Entonces, comenzó a retumbar por todo el recinto el grito. “Oe-oe-oe- Maiden, Maiden”, de tal manera, que la banda tuvo que detenerse brevemente para escuchar esa otra música, la que provenía desde las gradas.

Prosiguieron con el tema Rime of the ancient marine. Después, y ya entrados en la etapa “dura” el concierto, siguió la pirotecnia durante la canción de Powerslave y llegarían hasta las llamaradas, infaltables en los conciertos de metal.
Punto a aparte al momento en que entonaron Fear the dark, cuando la gente brincó y coreó todo el tema. Tras la canción Iron Maiden, la banda se despidió, aunque regresaron para interpretar un par de éxitos más. La Doncella estaba satisfecha y sus fanáticos también.

Lo que se vio

• A miles de seguidores vistiendo con camisetas que hacían alusión a la banda de una u otra manera. Sobra decir que el color negro fue el predominante en la velada.
• A los encargados de seguridad pedirle a los asistentes que por favor apagaran su cigarrillo cuando estaban dentro del recinto. Fueron pocos quienes hicieron caso de la sugerencia y, al final, quien quiso consumir su tabaco, lo hizo.
• Se instaló un estacionamiento “pirata” poco antes de llegar a la Arena VFG. Bien organizados, los “franeleros” invitan a los conductores a desviarse a la derecha para instalarse a sólo 250 metros del recinto.
• La ausencia de señales luminosas y flechas para acceder a la Arena. Si esto se suma al caos vial que se forma sobre la carretera a Chapala, se tiene la fórmula perfecta para un congestionamiento de grandes dimensiones.
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