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“Improvisar me mantiene vivo”: Niño Costrini
Bajo el humor, Niño Costrini es capaz de hablar con seriedad; aunque no acostumbra dar discursos, simplemente disimula y se refugia de vez en vez en la ridiculez para hacer reír a chicos y grandes
Bajo el humor, Niño Costrini es capaz de hablar con seriedad; aunque no acostumbra dar discursos, simplemente disimula y se refugia de vez en vez en la ridiculez para hacer reír a chicos y grandes, convirtiendo a éstos últimos en niños, pero con muchos años encima.
“No solo se trata de divertir, sino dejar alguna reflexión”, dice el cómico, un payaso -o clown- argentino que ha andado por el mundo llevando risas, aunque haya sitios en que el público no resulte tan fácil como lo es en países de Latinoamérica. “En Alemania son muy fríos y en Japón es un público muy reservado”.
Pero al de México ya lo conoce, y en especial al tapatío, pues en la pasada edición de Zapopum fue también uno de los invitados de honor, como lo es en este 2008. “La primera vez que vine fue en invierno, hacía frío, pero ahora es abril y se sufre más con el calor. En México lo que sucede, como en Latinoamérica, es que el público es cariñoso, entusiasta con lo que haces, caluroso. Me encanta aquí. Un público tan entregado te lleva a probar cosas nuevas”.
Niño Costrini acostumbra presentarse en la calle, es un actor callejero, de ésos que luchan por atraer la atención de los paseantes, mantenerla y después esperar que éstos arrojen una moneda a su sombrero. Aunque las cosas no serán así en Zapopum, pues habrá un escenario y se podría decir que el público estará cautivo y, sin duda, será también cautivado por el irreverente humor del comediante y su acto que incluye elementos del circo, como malabarismo y varias payasadas.
“Mi espectáculo siempre va cambiando”, advierte Sebastián Guz, alias Niño Costrini. Y es que tiene mucho de improvisación: “Improvisar es lo que me mantiene vivo; si hiciera el mismo espectáculo todas las veces sería sistemático, me gusta más la libertad. La improvisación hace única cada función”.
El espectáculo de Niño Costrini tiene una duración de 50 minutos, aunque puede ser un poco más, pues ello depende de la respuesta del público. Antes de su presentación, actúa su esposa, Romina Krause, con Ro, un trabajo de humor físico de 25 minutos. “Está convencida de que el amor va a cambiar el mundo y de eso habla”.
Ambos cómicos se presenta este jueves a las 19:00 horas, el viernes a las 11:15 y 17:30 horas, y el sábado y domingo a las 17:30 horas en el Festival Cultural Zapopum, ubicado en Calle 2 (Parres Arias y Periférico, en Zapopan).
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