Entretenimiento
Hoy se estrena “Ni en tu casa ni en la mía
Reese Witherspoon y Vince Vaughn protagonizan una aventura navideña donde sus personajes develan lo peor de cada uno
Reese Witherspoon) y Brad (V
ince Vaughn ) que pasar la Navidad como la mayoría de la gente: con la familia. Es Noche Buena y como cada año esta singular pareja decide cambiar la nieve por un clima tropical, sin embargo; un banco de niebla les impide tomar el avión que los alejará de sus familias y lo que es más complicado aún, el canal de noticias grabó su paso por el aeropuerto y ahora es inminente, tendrán que visitar a sus padres a cuatro casas diferentes, pues ambas parejas están divorciadas.
El director del filme, Seth Gordon, señala que Ni en tu casa ni en la mía, trata sobre la lucha interna que vive en las reflexivas festividades decembrinas, "entre quienes somos y quienes se supone que seamos. Por eso regresar a casa es tan difícil. En el momento en que atraviesas la puerta te enfrentas con imágenes de quién solías ser -o de cómo te ven tus padres y hermanos- y tal vez ya no eres esa persona. Eso es muy desagradable".
"La verdad es que no importa cuánto conozcas a una persona, siempre puedes aprender más de ella viendo su interacción con su familia. Los padres y los hermanos saben cómo hacerte enojar", dice, quien interpreta a Brad, mientras que Reese Witherspoon, quien interpreta a Kate, agrega: "La verdad es que la gente suele evaluar su relación en comparación con la de sus padres y a veces eso es un proceso bastante desalentador".
Ponen a prueba su relación
Nada resulta más difícil para Kate y Brad que recurrir al convencionalismo navideño, sin embargo deben enfrentar la situación con la única persona en el mundo que cree que cada cual es único, y esta sofisticada pareja se ve orillada a ver su propio pasado a través de los ojos de otras personas; durante tres años se han visto como personas seguras y atractivas y en un solo día observan lo más desagradable de cada uno.
Vince Vaughn, quien ha logrado destacar con papeles de comedia, en Ni en tu casa ni en la mía no sólo lleva el papel estelar junto a Reese, también produce la cinta, por lo que se involucró en gran parte de la preproducción y la selección de actores. "Brad y Kate viajaban para esa fecha y no veían a nadie. Realmente se aman y no quieren arruinarlo. Al desarrollarse la historia, se ve lo que sufrieron en su niñez. Ven las obligaciones de la vida familiar y no les gustan. Por eso se reinventan como adultos independientes y se mantienen alejados de cometer los mismos errores que sus padres para poder tener una vida más feliz".
El plan funcionó muy bien durante un tiempo, hasta que se cancela su viaje y se ven forzados a enfrentarse con todo junto. "Todos nos podemos sentir identificados, sin importar cómo nos llevamos con nuestras familias, todos tenemos historias para contar. Se agregaron algunas que contó Vince y otras que contó Reese -es una mezcla de vivencias", destaca el realizador.
Un nuevo comienzo
La producción de Ni en tu casa ni en la mía se realizó justo antes de las fiestas navideñas de 2007, lo cual generó un clima inmejorable para interpretar a los personajes. "Todos aportaron sus neurosis. Ya sea el director, los guionistas o los actores, todos habían experimentado algo parecido al guión", comparte Jonathan Glickman, también productor del filme.
Según Glickman el resultado estaba garantizado: una comedia emotiva para unir a la familia. "Cuando decidimos filmar la película sabíamos iba a tener un mensaje emotivo y que apuntara al corazón. Sabíamos que sería graciosa, pero también queríamos darle el toque amoroso, el reconciliarse con el pasado y el planear un futuro mejor".
GUDALAJARA, JALISCO.- Nada parece peor para Kate (
El director del filme, Seth Gordon, señala que Ni en tu casa ni en la mía, trata sobre la lucha interna que vive en las reflexivas festividades decembrinas, "entre quienes somos y quienes se supone que seamos. Por eso regresar a casa es tan difícil. En el momento en que atraviesas la puerta te enfrentas con imágenes de quién solías ser -o de cómo te ven tus padres y hermanos- y tal vez ya no eres esa persona. Eso es muy desagradable".
"La verdad es que no importa cuánto conozcas a una persona, siempre puedes aprender más de ella viendo su interacción con su familia. Los padres y los hermanos saben cómo hacerte enojar", dice, quien interpreta a Brad, mientras que Reese Witherspoon, quien interpreta a Kate, agrega: "La verdad es que la gente suele evaluar su relación en comparación con la de sus padres y a veces eso es un proceso bastante desalentador".
Ponen a prueba su relación
Nada resulta más difícil para Kate y Brad que recurrir al convencionalismo navideño, sin embargo deben enfrentar la situación con la única persona en el mundo que cree que cada cual es único, y esta sofisticada pareja se ve orillada a ver su propio pasado a través de los ojos de otras personas; durante tres años se han visto como personas seguras y atractivas y en un solo día observan lo más desagradable de cada uno.
Vince Vaughn, quien ha logrado destacar con papeles de comedia, en Ni en tu casa ni en la mía no sólo lleva el papel estelar junto a Reese, también produce la cinta, por lo que se involucró en gran parte de la preproducción y la selección de actores. "Brad y Kate viajaban para esa fecha y no veían a nadie. Realmente se aman y no quieren arruinarlo. Al desarrollarse la historia, se ve lo que sufrieron en su niñez. Ven las obligaciones de la vida familiar y no les gustan. Por eso se reinventan como adultos independientes y se mantienen alejados de cometer los mismos errores que sus padres para poder tener una vida más feliz".
El plan funcionó muy bien durante un tiempo, hasta que se cancela su viaje y se ven forzados a enfrentarse con todo junto. "Todos nos podemos sentir identificados, sin importar cómo nos llevamos con nuestras familias, todos tenemos historias para contar. Se agregaron algunas que contó Vince y otras que contó Reese -es una mezcla de vivencias", destaca el realizador.
Un nuevo comienzo
La producción de Ni en tu casa ni en la mía se realizó justo antes de las fiestas navideñas de 2007, lo cual generó un clima inmejorable para interpretar a los personajes. "Todos aportaron sus neurosis. Ya sea el director, los guionistas o los actores, todos habían experimentado algo parecido al guión", comparte Jonathan Glickman, también productor del filme.
Según Glickman el resultado estaba garantizado: una comedia emotiva para unir a la familia. "Cuando decidimos filmar la película sabíamos iba a tener un mensaje emotivo y que apuntara al corazón. Sabíamos que sería graciosa, pero también queríamos darle el toque amoroso, el reconciliarse con el pasado y el planear un futuro mejor".
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