Entretenimiento
Homenajean a Bollywood
En una gran pantalla al aire libre colocada en la plaza, se proyectan algunas de las películas indias en el marco del programa del Festival Internacional de Cine
Cada tarde, durante nueve días, en una gran pantalla al aire libre colocada en la plaza, se proyectan algunas de las películas indias en el marco del programa del Festival Internacional de Cine de Marraquech, que este año, coincidiendo con la celebración del centenario del cine indio, rinde tributo a esta industria, que produce una media de mil largometrajes anuales.
Películas como "Kabhi Khushi Kabhie Gham" (La familia india), del realizador Karan Johar, o "Jab Tak Hai Jaan" (Hasta mi último aliento), de Yash Chopra -considerado el "rey del romance" y que falleció el pasado mes de octubre-, atraen a turistas y a curiosos encantados de ver en carne y hueso a las estrellas que se trasladan hasta la emblemática plaza para presentar sus filmes.
El sábado pasado durante la proyección de la película "Jab Tak Hai Jaan", su protagonista Shah Rukh Khan, el actor más popular de Bollywood, despertó la euforia del gentío cuando se presentó en Yemá el Fna ante miles de marroquíes que esperaban a su ídolo.
Poco importa el frío y la ausencia de sillas; los más afortunados utilizan el sillín de sus motos como "butacas" y el resto aguanta religiosamente de pie los 210 minutos que, por ejemplo, dura la película "Jodhaa Akbar", del director indio Ashutosh Gowariker.
Tampoco parece un problema que el filme sea en versión original con subtítulos en francés (lengua que aquí muy pocos hablan con fluidez), porque "para muchos la música de Bollywood marca la diferencia con otras industrias cinematográficas", afirma un espectador.
"A los marroquíes nos gusta mucho el cine indio porque es muy parecido al árabe", explica Idriss, que se ha acercado a la plaza para ver la proyección de turno, mientras que Mohamed, de 18 años y estudiante de economía, asegura que "para ver películas románticas, elijo las indias y, si quiero una de acción, prefiero el cine americano".
Mohamed, que lleva desde los ocho años empapándose de cine indio, opta, como muchos otros jóvenes marroquíes, por ver cada vez más las películas de Bollywood a través de la televisión satélite o en DVDs pirateados.
El cierre progresivo de las salas de cine en Marruecos -que han pasado de 250 en los años 80 a 46 en la actualidad- ha provocado una caída de producción del cine Bollywood en este país. Una industria cinematográfica, la india, que se introdujo en los años 50 y que tuvo su gran auge cuando se comenzaron a doblar al árabe.
Pero a pesar de su éxito, Bollywood nunca ha logrado encontrar su hueco en las salas modernas de Marruecos -cuyas entradas además son demasiado caras para la gente de a pie-, y siempre ha estado condenado a salas "de segunda".
"El cine indio es para los adolescentes; además, si le quitas la música y la historia de amor, te quedas con 15 minutos de película", comenta un taxista.
Tampoco es del agrado de Mustafa, cuyo comercio en Yemá el Fna se basa en unas cuantas fotos de futbolistas y una báscula donde se pesan los locales por 1 dirham (unos 90 céntimos de euros): según él, la pantalla gigante "despista a la gente y los clientes me olvidan".
Porque mientras los espectadores observan la película sin mover las pestañas, la vida sigue al otro lado de la plaza donde los instrumentos de los músicos se entremezclan con la voz de los actores de la gran pantalla.
Los puestos de naranjas, de frutos secos y de comida continúan abiertos; el avispado "caza turistas" sigue abordando a las extranjeras con un "Hola bella, very nice. Morocco bonito", y Mustafa espera a que termine la película para que su báscula le llene dirham a dirham sus bolsillos.
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