Entretenimiento
Hernán del Riego el histrión absoluto
El intérprete se enfoca al teatro y a la música; sin embargo el cine es su próxima meta
GUADALAJARA, JALISCO (12/OCT/2012).- Hernán del Riego se traslada de una disciplina a otra, “de un género a otro y ahora” destaca “de un país a otro”. De él se puede decir todo. Que es cantante. Que es actor. Que ha hecho cabaret. Que ha hecho cine. Que dirige. Que produce. Un poeta renacentista que estuvo en Guadalajara para armar Mexican Rainbow -teatro cabaret- o filmar Cristeros y Federales bajo la dirección de Isabel Fregoso.
Este amante de la música clásica dejó Tijuana para asentarse en San Diego y, con ello, construyó su propia opinión sobre las fronteras. Ha participado en innumerables puestas en escena, así como en el cortometraje "Fantasma" de Israel Ahumada, la serie Independiencia producida por Televisa y en la exitosa serie de Canal Once, XY así como en Cucaracheando de Canal 22.
Reconocido en los espectros de alta calidad del mundo artístico mexicano. Luz Emilia Aguilar, crítica de teatro, lo señala como un artista extraordinario, Valdez Kuri como el hombre de la desfachatez y Mario Iván Martínez se refiere a él, con honesto respeto. Sueña con hacer teatro musical en Broadway, Los miserables o The producers.
—Hay que empezar por algo ¿para qué sirve la multidisciplina?
—El arte sirve para refrendarnos, para recordarnos nuestra condición humana, que somos más que números. Hay que hacer teatro, música, ópera, cine... El cerebro humano tiene dos hemisferios, nuestra instrucción en el sistema educativo se olvida del lado derecho, donde está la intuición, la expresividad.
—¿Para qué recordarnos una cosa así?
—Para contar historias. Con el teatro, con la música.
—El teatro y el cine cuentan historias, ¿y el cabaret?
—El teatro es el origen de todo. El cine cuenta las historias de manera realista, mejor que el teatro. El cabaret no cuenta historias, nos exhibe, nos redime.
—¿De qué nos redime?
—De nosotros mismos como sociedad. Es un espacio en el que vamos a tratar de sortear con humor, con mentadas, con exabruptos, la realidad que nos oprime.
—¿Tus cabareteros de cabecera?
—Jesusa y Liliana Felipe, ellas están en la cúspide del género en México. Y Tito Vasconcelos como formador de generaciones nuevas. Casi todas las generaciones posteriores a Tito venimos de él. Jesusa y Liliana no forman cuadros, ellas son el cabaret.
—Abrieron la vena en México.
—Jesusa, además de poseer una inteligencia extraordinaria y de su compromiso social y político, tiene un talento enorme como actriz. No muy bien comprendido.
—El talento no se comprende.
—Tienes razón. Y Liliana Felipe es la mejor compositora de canciones desde hace décadas en este país. Es sutil, vigorosa, sencilla, compleja.
—Si hablamos de un lenguaje, ¿el tuyo sería la música?
—Mi lenguaje sería el escénico, en todas sus aristas.
—Si tuvieras que armar una campaña de sensibilización exprés ¿que nos pondrías a hacer?
—A cantar y moverse, en cualquier lugar. Cantar conecta con el ser interno. Es una conexión a prueba de todo. Y moverse igual, te conecta, te hace estar consciente. Si la gente hiciera más eso, estaría más equilibrada.
—Háblame del cine. ¿Quieres hacer cine?
—Desde hace como siete años que dejé de hacer teatro en la Ciudad de México, decidí concentrarme en cantar. Consideré que el cine vendría en mis 50 años. Ahora tengo 46, creo que me estoy enfilando a ello. El cine quisiera que fuera mi reto para después de los cincuenta.
—¿Qué nos quieres contar en cine?
—Historias de diálogo y de tiempo... como las de Eastwood.
—¿Dejarás de cantar?
—No, pero ya no clásico, y quiero hacerlo con mucho más placer. Quiero hacer todo.
—Háblame de tus trabajos inolvidables en música.
—Candide de Bernstein en la Opera de Bellas Artes dirigido por Eduardo Díaz Muñoz. Canciones de cabaret, Cantos impuros, La pasión según San Mateo de Bach con la Filarmónica de Xalapa. Ahora quiero cantar son jarocho, cantar con banda oaxaqueña. Quiero cantar diciendo más con el texto que con la música.
—Es que son dos lenguajes.
—Quiero cantar con más cercanía a lo que sucede en la frontera. Con el son conecto con la tierra, es alegre y simple y directo y a mi voz le gustará mucho hacerlo.
—¿Qué pasa en las fronteras?
—Mucho. Aquí, en esta frontera, no es sólo una frontera de dos países diferentes, es la de los ricos y los pobres, es una frontera del tiempo, de dos culturas... Es la frontera entre el país más poderoso del mundo y “el resto del mundo”. No es como Francia y España con niveles similares de desarrollo. Frontera de idiomas hermosos que se combinan y hacen algo que por el momento es espantoso(...)
—Háblame del son ¿de qué color es?
—Verde, verde.
—¿Qué canción cantarías ahorita?
—Bajalú se fue a la guerra... y no sabemos si va a volver...
—¿Los mejores directores de cine?
—Eimbcke, Estrada.
—¿La vida cambia a los 40?
—Eres joven, tienes experiencia, energía, eres fuerte. Es la mejor década.
—El patio de tu casa es México. ¿Cómo está ese patio?
—Tirado, abandonado, todos los que entran corren y no pueden salir.
La vida a los 40
Felipe Calderón: Mentira
Disco inolvidable: Tanhhauser
Película inolvidable: Once upon a time in America
Película que todo mexicano debe ver: El Infierno
Canción que todo mexicano debe escuchar: Yo vengo a ofrecer mi corazón
Las grandes voces de este siglo: Fito Páez, Maria Callas y Plácido Domingo.
Jesusa Rodríguez: Talento. Pertinencia.
Susana Zabaleta: Inteligencia.
Cine: Ilusión
Voz: Verdad
Viento: Movimiento
Amor: Siempre
Palabra: Poder
Despedida: Dolor
Este amante de la música clásica dejó Tijuana para asentarse en San Diego y, con ello, construyó su propia opinión sobre las fronteras. Ha participado en innumerables puestas en escena, así como en el cortometraje "Fantasma" de Israel Ahumada, la serie Independiencia producida por Televisa y en la exitosa serie de Canal Once, XY así como en Cucaracheando de Canal 22.
Reconocido en los espectros de alta calidad del mundo artístico mexicano. Luz Emilia Aguilar, crítica de teatro, lo señala como un artista extraordinario, Valdez Kuri como el hombre de la desfachatez y Mario Iván Martínez se refiere a él, con honesto respeto. Sueña con hacer teatro musical en Broadway, Los miserables o The producers.
—Hay que empezar por algo ¿para qué sirve la multidisciplina?
—El arte sirve para refrendarnos, para recordarnos nuestra condición humana, que somos más que números. Hay que hacer teatro, música, ópera, cine... El cerebro humano tiene dos hemisferios, nuestra instrucción en el sistema educativo se olvida del lado derecho, donde está la intuición, la expresividad.
—¿Para qué recordarnos una cosa así?
—Para contar historias. Con el teatro, con la música.
—El teatro y el cine cuentan historias, ¿y el cabaret?
—El teatro es el origen de todo. El cine cuenta las historias de manera realista, mejor que el teatro. El cabaret no cuenta historias, nos exhibe, nos redime.
—¿De qué nos redime?
—De nosotros mismos como sociedad. Es un espacio en el que vamos a tratar de sortear con humor, con mentadas, con exabruptos, la realidad que nos oprime.
—¿Tus cabareteros de cabecera?
—Jesusa y Liliana Felipe, ellas están en la cúspide del género en México. Y Tito Vasconcelos como formador de generaciones nuevas. Casi todas las generaciones posteriores a Tito venimos de él. Jesusa y Liliana no forman cuadros, ellas son el cabaret.
—Abrieron la vena en México.
—Jesusa, además de poseer una inteligencia extraordinaria y de su compromiso social y político, tiene un talento enorme como actriz. No muy bien comprendido.
—El talento no se comprende.
—Tienes razón. Y Liliana Felipe es la mejor compositora de canciones desde hace décadas en este país. Es sutil, vigorosa, sencilla, compleja.
—Si hablamos de un lenguaje, ¿el tuyo sería la música?
—Mi lenguaje sería el escénico, en todas sus aristas.
—Si tuvieras que armar una campaña de sensibilización exprés ¿que nos pondrías a hacer?
—A cantar y moverse, en cualquier lugar. Cantar conecta con el ser interno. Es una conexión a prueba de todo. Y moverse igual, te conecta, te hace estar consciente. Si la gente hiciera más eso, estaría más equilibrada.
—Háblame del cine. ¿Quieres hacer cine?
—Desde hace como siete años que dejé de hacer teatro en la Ciudad de México, decidí concentrarme en cantar. Consideré que el cine vendría en mis 50 años. Ahora tengo 46, creo que me estoy enfilando a ello. El cine quisiera que fuera mi reto para después de los cincuenta.
—¿Qué nos quieres contar en cine?
—Historias de diálogo y de tiempo... como las de Eastwood.
—¿Dejarás de cantar?
—No, pero ya no clásico, y quiero hacerlo con mucho más placer. Quiero hacer todo.
—Háblame de tus trabajos inolvidables en música.
—Candide de Bernstein en la Opera de Bellas Artes dirigido por Eduardo Díaz Muñoz. Canciones de cabaret, Cantos impuros, La pasión según San Mateo de Bach con la Filarmónica de Xalapa. Ahora quiero cantar son jarocho, cantar con banda oaxaqueña. Quiero cantar diciendo más con el texto que con la música.
—Es que son dos lenguajes.
—Quiero cantar con más cercanía a lo que sucede en la frontera. Con el son conecto con la tierra, es alegre y simple y directo y a mi voz le gustará mucho hacerlo.
—¿Qué pasa en las fronteras?
—Mucho. Aquí, en esta frontera, no es sólo una frontera de dos países diferentes, es la de los ricos y los pobres, es una frontera del tiempo, de dos culturas... Es la frontera entre el país más poderoso del mundo y “el resto del mundo”. No es como Francia y España con niveles similares de desarrollo. Frontera de idiomas hermosos que se combinan y hacen algo que por el momento es espantoso(...)
—Háblame del son ¿de qué color es?
—Verde, verde.
—¿Qué canción cantarías ahorita?
—Bajalú se fue a la guerra... y no sabemos si va a volver...
—¿Los mejores directores de cine?
—Eimbcke, Estrada.
—¿La vida cambia a los 40?
—Eres joven, tienes experiencia, energía, eres fuerte. Es la mejor década.
—El patio de tu casa es México. ¿Cómo está ese patio?
—Tirado, abandonado, todos los que entran corren y no pueden salir.
La vida a los 40
Felipe Calderón: Mentira
Disco inolvidable: Tanhhauser
Película inolvidable: Once upon a time in America
Película que todo mexicano debe ver: El Infierno
Canción que todo mexicano debe escuchar: Yo vengo a ofrecer mi corazón
Las grandes voces de este siglo: Fito Páez, Maria Callas y Plácido Domingo.
Jesusa Rodríguez: Talento. Pertinencia.
Susana Zabaleta: Inteligencia.
Cine: Ilusión
Voz: Verdad
Viento: Movimiento
Amor: Siempre
Palabra: Poder
Despedida: Dolor
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