Entretenimiento

Héctor Suárez Gomis, la alquimia y la cólera

El actor, quien ganara fama en televisión, encuentra en el teatro el motor de la honestidad y la creatividad

GUADALAJARA, JALISCO (19/OCT/2012).- Es conductor junto con Martha Figueroa del programa La Sobremesa, de Cadena Tres. Estuvo en Guadalajara hace un par de semanas presentando su espectáculo de stand up comedy titulado El pelón en sus tiempos de cólera en el Teatro Diana. Es hijo del comediante Héctor Suárez. Ha montado para teatro Por el placer de volverte a ver, GORDA y P. D. T u gato ha muerto, entre otras. En 1984 debutó en la obra de teatro Vaselina, en el papel de Ricky Rockero y a partir de ese momento, el teatro parece volverse fundamental en su vida.

Actor y cantante. Inició su carrera televisiva en Televisa, también realizó proyectos con TV Azteca tales como Mirada de mujer, Mirada de mujer:el regreso y Amor sin condiciones. Por lo pronto desea seguir girando con El Pelón... trabajo con el que se ha dado el gusto de crear un universo para conectar con el público, desde la honestidad.

—En estos tiempos pragmáticos ¿para qué hacer teatro?

—No creo que estemos viviendo tiempos pragmáticos. ¿Por qué hacer teatro/stand up? Porque es lo que amo. Porque no hay nada como el contacto directo con el público, porque ver que la gente reacciona como tú lo imaginaste cuando escribías tu sueño es lo mejor que te puede pasar. ¿Por qué hacer teatro? Porque hoy por hoy cualquier imbécil puede hacer televisión, pero no todos sienten la capacidad de habitar un escenario de teatro con verdad y con honestidad, no todos tienen la capacidad.

—¿Hablar desde la honestidad te da poder?


—No me parece que tenga poder. Me parece que hablar con honestidad tiene una ventaja: La gente se identifica más contigo. La gente te ve como uno más y no como alguien que está haciendo un personaje. Hablar con honestidad te acerca mucho más a la gente. Romper la cuarta pared te hace vulnerable pero a la vez te da la oportunidad de ser alguien común y corriente.

—¿Y quién te habla desde la honestidad?


—Bill Cosby, George Carlín, Louise CK, George López, Demitri Martin.

—¿Cuál es la importancia de la televisión en este país?


—¿En qué sentido?

—Social.

—Desafortunaamente por la falta de interés del Gobierno de México de poner atención en la educación de la gente; la ignorancia se ha encargado de protagonizar por medio del entretenimiento y la diversión, la educación de un pueblo que tiene un promedio de estudios de segundo de primaria... Por eso se creen los cuentos que nos han querido contar desde que existe este medio de comunicación. La televisión es sólo un medio de comunicación y entretenimiento. Igual que el cine y el teatro. Con la particularidad de que es gratuito. A la gente en el poder le funciona muy bien que la gente se hipnotice con ella.

—Si tuvieras que armar una campaña de sensibilización, ¿qué harías?

—No me gustan los “supongamos”. Todo inicia con la educación y si no existe, hagas lo que hagas o digas lo que digas no va a pasar nada. Pero no me gusta jugar a qué pasaría si...

—El patio de tu casa es México, ¿cómo está ese patio?

—Los patios no pueden estar ni heridos ni sangrados ni hambrientos ni humillados ni traicionados.

—No deben pero sí pueden.


—Nunca he visto un patio sangrar.

—¿Cuáles son las películas que todo mexicano debe ver?

—La Ley de Herodes y El Infierno. El cine y el teatro son para divertir. Esa es su primordial razón de ser. Y cuando se les olvida que entretener y divertir es la razón de su existencia se vuelven aburridas, insufribles, intragables... Pertenecen al negocio del showbusiness y después está el arte y todos sus aderezos.

—¿Algo que sueñes hacer y que no hayas hecho?


—Dirigir.

—¿Y qué te falta?

—Dejar de hacerme tonto y hacerlo.

—Te voy a decir unas palabras y tú me dices qué significan.

—No me gustan las asociaciones de ideas.

—Este año es el año maya, ¿tomaste consciencia de algo?

—Trato de vivir de manera consciente las 24 horas del día y hacer las cosas desde ahí. Desde un lugar consciente. Por eso no me gustan las asociaciones de ideas, porque fueron creadas conscientemente y pertenecen a la Psicología, que es una ciencia no exacta y por eso no me gusta.

—Bueno, la vida es un punto de vista, ése es el tuyo ¿cuáles son tus tiempos de cólera?


—No, las matemáticas, la física, la alquímica son exactas. La psicología no lo es. Mis tiempos de cólera me llevan a crear.

—La metafísica tampoco es exacta.

—La metafísica y la psicología van de la mano, por eso me chocan.

—¿Y la alquimia?

—No existirían las unas sin las otras. La alquimia, aplicada como es, es muy exacta, pero ni tú ni yo somos Merlín.

—¿Qué era una metafísico, por cierto?

—Ni Nicolás Flamel... Merlin era muchas cosas, si es que existió. El que sí existió fue John Dee y además de metafísico, alquimista y brazo derecho de la reina Isabel. Fue astrónomo, astrólogo y el primer 007. Así firmaba y la reina le firmaba M cuando le escribía a él.

—¿Qué necesitamos más... poesía o renacer?

—Renacer. Morir y renacer todos los días para no vivir como borregos y vivir más como pastores.

—¿De qué color eres?

—Siempre soy azul.
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