Entretenimiento
Gozadera latina en el Teatro Diana con Los Amigos Invisibles
El grupo venezolano regresa a Guadalajara en su versión acústica
El Teatro Diana fue la sede de su concierto dentro de la gira de promoción de Acústico, disco que lanzarán a comienzos de junio próximo.
Los siete músicos subieron al escenario pasadas las nueve de la noche: tres en las percusiones, la guitarra de José Luis Pardo, el tecladista Armando Figueredo y bajista José Rafael Torres musicalizaron el canto de Julio Briceño.
Luego de la introducción marcada por las percusiones, «Dulce» fue su primer tema, para continuar con «Sexy». En esta canción sucedió la primera sorpresa de la noche, con el invitado especial Ugo Rodríguez, voz de Azul Violeta. Al presentarlo, Julio Briceño saludó al público: «Muy buenas noches, Guadalajara. Un show distinto, pero especial».
Con Los Amigos Invisibles la interacción público-grupo no se basa sólo en los saludos: en cada canción los asistentes acompañan con aplausos el ritmo de la música. Además, «Gozadera» es una de las palabras favoritas de Julio Briceño, la voz principal: «Es la gozadera, hay que bailar» fue la invitación que hizo a la gente: gran parte de los casi 1700 asistentes se pararon para bailar con canciones como «Cuchi cuchi», «La que me gusta» y «Esto es lo que hay», que dedicaron a las suegras. Salsa, rock y funk son parte de los géneros que mezcla el grupo venezolano con 24 años de trayectoria.
En el set acústico los otros invitados fueron la vocalista de Belanova, Denisse, con «Viviré para ti», el cantante Siddhartha con «Corazón tattoo» y el vocalista David Velasco de Porter, con «Mentiras».
Con el calmado tema de «Playa azul» concluyó la parte desenchufada, para entrar de manera directa al set eléctrico, con unos Amigos Invisibles tal y como los conocemos desde siempre. El baile se reanimó con «Qué rico», «Amor» y «Yo no sé», que prendieron aun más a los seguidores del ensamble.
Ya encaminados hacia el final de la noche, el grupo tocó clásicos como «La vecina» o «Ultrafunk», con notables guiños a las diversas influencias musicales que tienen (reggea, rock y funk). Tras casi dos horas de concierto, Los Amigos Invisibles se despidieron, pero los efusivos aplausos solicitaban el encore: los músicos brindaron un poco más de su talento.
EL INFORMADOR / Jorge Pérez
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