Entretenimiento
Gloria Calzada prepara espectáculo en teatro
La conductora de televisión Gloria Calzada, y ahora productora de cine, disfruta de su labor detrás de cámaras
La película Paradas continuas le llegó una noche cuando el escritor Juan Meyer contó la anécdota de unos chavos que convertían su camioneta en un hotel de paso. Gloria, entonces, decidió empujar el proyecto y de pronto ya era una de las productoras al lado de Mónica Lozano (Arráncame la vida), Videocine y Quality Films, empresa de su hermano, Luis Calzada.
En sus dos primeras semanas de exhibición, el filme ha sido visto por casi medio millón de espectadores, cifra respetable para los títulos nacionales juveniles. Ya comenzará su gira por ciudades faltantes y en el extranjero.
A Gloria ya la buscan escritores para presentarle sus historias. Ya no se diga la avalancha de mensajes que recibe vía su cuenta en Facebook. Su vida ha cambiado en forma radical.
Después de todo, Calzada fue la elegida para promover la película en programas de radio y televisión. “Una de las razones era precisamente que yo era la conocida y si me aceptaban, pues iba disparada a esos lugares. En algunas, debo decirlo, me invité yo solita, les hablé a mis amigos, a colegas, para pedirles favores. Si en algún momento de la vida ha ameritado que los pida, fue en éste”, dice Gloria.
—Pero, ¿por qué productora, si no se gana dinero con ello?
—No es negocio, es cierto, pero de entrada yo no metí dinero, lo menciono abiertamente, el guión era bueno y se podía involucrar a personas importantes, como ocurrió. Fui productora porque la historia cayó en mis manos de una manera tan maravillosa, que me tocó asumir ese rol.
—Dice Mónica Lozano que durante mucho tiempo ella se negaba a sí misma decir que era productora, se lo dejaba a otras como Bertha Navarro (“El laberinto del fauno”) ¿Te pasó algo similar con “Paradas continuas”?
—Hubo ocasiones en que llegaba, literal, con el rebozo en la boca. Estaba en el mismo escritorio de Tita Lombardo (Amores perros), laptop con laptop, y yo sólo observaba, anotaba mis preguntas y esperaba el momento oportuno para hacerlas. Cuando filmaban me quedaba en una esquinita, había siempre una sillita al lado del director y yo muy pocas veces me senté ahí, más bien estaba en otro lado.
—¿Te sentías pequeña?
—¡No y tampoco me asusto! Pero soy una persona que sabe cuando no le toca operar y conoce el gran mandamiento de “no estorbarás”.
—¿Cuál es el primer recuerdo que tienes del cine?
— Mis papás nunca me llevaron, las primeras películas que recuerdo son de verlas en televisión. Era mucho musical, de Fred Astaire, de Ginger Rogers, el que veía con mi mamá, porque realmente me gustaban mucho. Veía mucho el cine antiguo, en blanco y negro y norteamericano.
—¿Ya tienes el próximo proyecto de cine, piensas seguir?
—Todavía no hay algo cerca, pero que me avienten los guiones que quieran. Eso sí, soy franca, no tengo reglas, pero sí lineamientos que no voy a brincarme. Yo no me veo involucrada en una de esas películas densas, o demasiado “denunciantes”, no es lo mío y a lo mejor ahí no puedo aportar mucho.
La frase
“Estoy a favor del cine entretenido, del que lleva gente a la taquilla; creo que es la mejor manera de apoyar firmemente al cine mexicano, haciendo comedias ligeras para todos”, Gloria Calzada, productora de cine
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