Entretenimiento
Glastonbury: 40 años de música en el lodo
Después de cuatro décadas sigue atrayendo a los músicos más famosos del planeta
LONDRES, INGLATERRA (23/JUN/2010).- Más de 170 mil personas se congregarán este fin de semana en una granja del sur de Inglaterra para celebrar el 40 aniversario del mítico festival de Glastonbury, cuya cabeza de cartel será el grupo británico
Gorillaz y que tendrá como invitada especial a la colombiana Shakira.
Después de cuatro décadas, la veterana cita al aire libre del condado de Somerset sigue atrayendo a los músicos más famosos del planeta y sirviendo de plataforma de lanzamiento para otros artistas más desconocidos o "underground".
El fundador del festival, Michael Eavis, de 74 años, sufrió un duro revés en mayo cuando la banda irlandesa U2, cabeza de cartel, se vio obligada a cancelar su actuación por una lesión en la espalda de su líder, Bono.
Su lugar el viernes por la noche en el escenario principal lo ocupará Gorillaz, el grupo virtual británico creado por el ex líder de Blur, Damon Albarn.
Otros pesos pesados de este "Glasto" serán los rockeros británicos de Muse, el pionero norteamericano del soul Stevie Wonder, el rapero Snoop Dog, el veterano ícono de la música country Willie Nelson, y Shakira.
La colombiana participará por primera vez en este festival después de haber cantado en la inauguración del Mundial de fútbol de Sudáfrica.
Pero no sólo hay músicos establecidos en el centenar de escenarios diseminados por las 360 hectáreas de la granja de Michael Eavis, que ofrecen actuaciones tan diversas como las del australiano Rolf Harris, el nigeriano Femi Kuti y los veteranos del reggae Toots y The Maytals.
Si se cumplen las previsiones meteorológicas, el sol brillará este fin de semana en Glastonbury, donde el uniforme de los asistentes incluye forzosamente las botas de agua para lidiar con la espesa capa de lodo que deja la lluvia.
Los aguaceros, sin embargo, nunca han frenado a los aficionados que acuden anualmente a esta cita fundada al día siguiente de la muerte de Jimi Hendrix en 1979. Los espectadores pagaron entonces una libra para escuchar entre otros a Marc Bolan y Al Stewart, y encima pudieron beber gratis la leche de la granja.
El festival, inicialmente 'hippy', se celebró intermitentemente en los años 1970, antes de adquirir su actual estatus internacional en los 1990.
Una buena posición en el cartel puede catapultar a una banda al estrellato y las legendarias actuaciones de Radiohead en 1997, Coldplay en 2002 y Muse en 2004 elevaron a estos grupos hasta su actual firmamento.
Los organizadores provocaron una polémica en 2008 cuando programaron al rapero estadounidense Jay-Z en el horario estelar del sábado por la noche, pero las críticas se acallaron después de que ofreciera uno de las mejores actuaciones que se recuerdan en Glastonbury.
El festival también vivió días negros, como en 1990 cuando 235 personas fueron detenidas tras enfrentarse con la policía, y el principio de la pasada edición se vio empañado por la noticia de la muerte de Michael Jackson.
Gran parte de la mística de Glastonbury se debe a sus vínculos con la mitología. La supuesta tumba del rey Arturo se encontraría muy cerca de allá y Jesús habría visitado la zona en su juventud con José de Arimatea, una aventura que inspiró el poema "Jerusalén" de William Blake.
Después de cuatro décadas, la veterana cita al aire libre del condado de Somerset sigue atrayendo a los músicos más famosos del planeta y sirviendo de plataforma de lanzamiento para otros artistas más desconocidos o "underground".
El fundador del festival, Michael Eavis, de 74 años, sufrió un duro revés en mayo cuando la banda irlandesa U2, cabeza de cartel, se vio obligada a cancelar su actuación por una lesión en la espalda de su líder, Bono.
Su lugar el viernes por la noche en el escenario principal lo ocupará Gorillaz, el grupo virtual británico creado por el ex líder de Blur, Damon Albarn.
Otros pesos pesados de este "Glasto" serán los rockeros británicos de Muse, el pionero norteamericano del soul Stevie Wonder, el rapero Snoop Dog, el veterano ícono de la música country Willie Nelson, y Shakira.
La colombiana participará por primera vez en este festival después de haber cantado en la inauguración del Mundial de fútbol de Sudáfrica.
Pero no sólo hay músicos establecidos en el centenar de escenarios diseminados por las 360 hectáreas de la granja de Michael Eavis, que ofrecen actuaciones tan diversas como las del australiano Rolf Harris, el nigeriano Femi Kuti y los veteranos del reggae Toots y The Maytals.
Si se cumplen las previsiones meteorológicas, el sol brillará este fin de semana en Glastonbury, donde el uniforme de los asistentes incluye forzosamente las botas de agua para lidiar con la espesa capa de lodo que deja la lluvia.
Los aguaceros, sin embargo, nunca han frenado a los aficionados que acuden anualmente a esta cita fundada al día siguiente de la muerte de Jimi Hendrix en 1979. Los espectadores pagaron entonces una libra para escuchar entre otros a Marc Bolan y Al Stewart, y encima pudieron beber gratis la leche de la granja.
El festival, inicialmente 'hippy', se celebró intermitentemente en los años 1970, antes de adquirir su actual estatus internacional en los 1990.
Una buena posición en el cartel puede catapultar a una banda al estrellato y las legendarias actuaciones de Radiohead en 1997, Coldplay en 2002 y Muse en 2004 elevaron a estos grupos hasta su actual firmamento.
Los organizadores provocaron una polémica en 2008 cuando programaron al rapero estadounidense Jay-Z en el horario estelar del sábado por la noche, pero las críticas se acallaron después de que ofreciera uno de las mejores actuaciones que se recuerdan en Glastonbury.
El festival también vivió días negros, como en 1990 cuando 235 personas fueron detenidas tras enfrentarse con la policía, y el principio de la pasada edición se vio empañado por la noticia de la muerte de Michael Jackson.
Gran parte de la mística de Glastonbury se debe a sus vínculos con la mitología. La supuesta tumba del rey Arturo se encontraría muy cerca de allá y Jesús habría visitado la zona en su juventud con José de Arimatea, una aventura que inspiró el poema "Jerusalén" de William Blake.
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