Entretenimiento
Furia ibérica convertida en canción
Def Con Dos presentará sonidos más cercanos a su estética noventera, este fin de semana en Calle 2
Originarios de España, Def Con Dos es una banda que combina el hip hop con el rock en su versión más potente. Su sonido es alabado, pero sus letras lo son más. Las canciones del conjunto se centran en una salvaje crítica social a la clase política y empresarial de España, aunque se adaptan a la perfección a todo círculo de poder latinoamericano.
“Es el tipo de música que nos gusta hacer. Eso es algo que en la banda jamás va a cambiar”, afirma del otro lado del teléfono Jesús Arispoint, productor del disco más reciente del conjunto, titulado España es idiota, y con el que regresan a Guadalajara este 27 de abril.
Del otro lado del teléfono, la voz de Jesús suena amable y cordial. Cuesta trabajo creer que sea el productor de un disco que desborda humor ácido, crítica social e himnos de reto a la autoridad.
“Es un disco del que nos sentimos orgullosos en la banda, porque apostamos por regresar a nuestras bases, a ese sonido noventero”, explica.
Compuestos por Strawberry (voz), Peón Kurtz (tornamesas), Kiki Tornado (batería), J. Al Ándalus (bajo), Ken Tzo (guitarra) y Marco Masacre (voz y coros), Def Con Dos llegará a Calle 2 para reencontrarse con los tapatíos, y lo harán acompañados por talentos locales como Inadaptados, Little, Rap Sin Formato, Los Gargas, Art. 33, Neckro y No hay fianza.
Compuesto por 12 canciones, España es idiota incluye temas como El cazador de elefantes (dedicado al rey de España), Ya estoy en Twitter (una crítica al uso excesivo de las redes sociales), Miedo y asco en Madrid, Defínete y Dios salve a MCA.
Fiel a su creencia
En una cultura donde la autoridad lo es todo, Def Con Dos es una voz discordante. Se meten con presidentes, políticos, la fuerza pública e incluso el Rey de España. No sale bien parado nadie a la mirada de un conjunto que tiene una facilidad casi sobrenatural para señalar los errores ajenos.
Sin embargo, Jesús reconoce que eso no significa que ellos sean perfectos. “Este disco significó para nosotros regresar al buen camino. O a la buena música (risas)”. Y es que con 20 años sobre los escenarios, los aciertos y los errores se convierten en un denominador común para cualquier banda. “Lo importante es enfocarse en lo que sale bien”.
Productor de años en la escena ibérica, Arispont reconoce que “hacer un disco ahora es más fácil en algunos aspectos, y complicados en otro. Hay mayor tecnología, por lo que es más sencillo. Pero muchas bandas nuevas no ven la necesidad de hacer un disco, se conforman con un sencillo. Para nosotros era indispensable presentar un material completo”.
Arispont no intervino en la creación de las letras para la placa, “aunque sé que es un proceso largo y complejo”. Lo suyo fue la producción y dotar el grupo, o más bien, regresarlo a donde querían, “a nuestras raíces, a un sonido más duro, más noventero, más cerca de las bandas que nos influenciaron”.
Durante la charla, Jesús cuida sus palabras. No quiere decir que Def Con Dos no haya quedado satisfecho con sus discos más recientes, pero está claro que querían un cambio en el sonido.
“Siempre hemos cantado sobre temáticas duras. Nunca hemos aceptado suavizar nuestro discurso, y sabemos bien ante qué tipo de gente nos presentamos, y es el tipo de personas que no nos lo perdonarían”, afirma el músico.
Y entre esos fieles se encuentran sus seguidores tapatíos. “Tenemos ganas de verlos. Los shows en México siempre son especiales porque es un público apasionado y ruidoso. Ya queremos verlos”.
El cine y su evolución sonora
Def Con Dos se encargó de componer los temas centrales de las películas Acción mutante (1993) y el Día de la bestia (1995), ambas del cineasta Alex de la Iglesia.
Luego de la publicación de Alzheimer (1995, uno de sus discos más exitosos), el grupo comenzó a evolucionar a nivel sonoro, fusionando en su estilo el rap con el punk e incluso el metal.
El resultado fue un par de discos aclamados por la crítica, entre ellos Ultramemia (1997) y Dogmatofobia (2000). El nuevo milenio permitió a estos múscicos romper con las fronteras españolas, llegando a presentarse en diversas naciones de Europa (Italia, Francia, Bélgica, Inglaterra) y América (México, Argentina, Chile, Colombia y Estados Unidos).
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