Entretenimiento
Fiestas de Octubre necesita renovar la casa
Genaro Amador, director del Patronato, concluye su gestión, entrega resultados y señala áreas de crecimiento
Autodefinido como un “hombre intenso”, que siempre se entrega al máximo para cada uno de sus trabajos, Amador Hernández reconoce que la gestión que él encabezó estuvo de forma constante bajo la lupa. Siempre con más talento que con presupuesto (denunció de forma reiterada el nulo apoyo estatal, municipal y federal), el director del Patronato buscó devolverle el brillo a la feria más tradicional del Estado, aunque acepta que será el público asistente quien decida, a final de cuentas, si este objetivo se cumplió. “En general fue un año donde le dimos al clavo en el Auditorio Benito Juárez”.
Para Amador, una de las principales cualidades de las Fiestas de Octubre fue dotar de variedad al Foro Principal, donde lo mismo sonó rock, pop, balada, banda y norteño, que hubo teatro, actividades infantiles y deportivas. “Trajimos al Chavo del 8 animado y a Dora, la Exploradora como eventos infantiles; tuvimos a Franco De Vita, a Yuridia, a María José para otro tipo de gente de gustos más pop; así como a Enrique Guzmán, Raúl Di Blasio y a Paquita la del Barrio para otra edad; sin contar a los típicos gruperos, como la Original Banda El Limón, Cuisillos, Calibre 50, La Arrolladora Banda El Limón. Igual estuvo Molotov y Cuca para la gente que gusta del rock”.
—¿Cuál fue la misión más importante que realizó al frente del Patronato?
—Si tuviera que decirlo, dejando de lado una larga lista de obras, diría que fue recuperar el prestigio de las Fiestas de Octubre.
—¿Por qué?
—El primer año que estuve aquí me vinieron a decir que si venía un ciego a Fiestas de Octubre, al siguiente año ya no se perdía. ¿Por qué? Porque todo era siempre igual una y otra vez. La gente lo decía, que siempre era lo mismo. Por eso ya no querían venir, por eso y porque los baños estaban en un estado deprimente, el Auditorio se encontraba en una situación no óptima.
—¿Por donde se comenzó a recuperar?
—El primer paso fue cambiarle la cara a las Fiestas de Octubre. Se trabajó en remozar las instalaciones, se le metió la mano a lo que se ve y a lo que no se ve (tuberías, electricidad). Se colocaron butacas en el Palenque y en el Foro se cambió el piso, porque ya estaba lleno de agujeros, yo bailaba allí cuando se presentaba la Sonora Santanera y terminaba con la cadera adolorida de estar esquivando tanto desnivel (risas). Se tiró todo el azulejo y los espejos del baño y se pusieron nuevos, el Foro Bohemio que eran unos tubos con una lona se tiró y se cambió. Espero que las futuras administraciones, cuando entren, se encuentren con menos problemas que los que nosotros encontramos.
—Aunque usted ofrece buenas cuentas en lo económico y en lo edificado, siempre quedan pendientes, ¿qué le faltó hacer a su administración?
—Tener un núcleo nuevo de Fiestas de Octubre. Hacer algo digno de Guadalajara. Lo tiene Durango, lo tiene León, Aguascalientes, que poseen unos núcleos preciosos, porque allá sí se invierte dinero. Aquí el Gobierno no metió ni un peso. Ni el federal ni el estatal ni el municipal. Y en la mayoría de los lugares que mencioné mete lana el Gobierno para mejorar su feria.
—¿Y considera que hace falta un núcleo ferial?
—Hace falta uno que tenga servicio todo el año. No con Palenque los 12 meses, y quizá tampoco con teatro del pueblo, pero sí se podrían organizar allí espectáculos cada cierto tiempo, rentarlo. Que sea un lugar que funcione para hacer otras cosas, de usos múltiples. Eso le hace falta a Guadalajara, eso es lo que a mí me gustaría que Fiestas de Octubre tuviera, una nueva casa, digna de la ciudad. Eso es lo que a mí me faltó, es el campo donde me quedé con ganas de meter la mano.
—Después de años al frente de la feria, con toda la presión que vivió y todo lo que deja atrás, ¿volvería a pagar un boleto de entrada para las Fiestas de Octubre?
—Las fiestas son de todos. Son mías porque las dirijo ahorita, y termino el 28 de febrero mi gestión. Antes de fin de año se presentan los números a la junta de gobierno, es lo último que haremos como junta de administración. ¿Que si yo voy a volver y a pagar un boleto?, claro que sí, porque las fiestas son mías, aunque no sea director, sigo siendo jaliscienses y seguiré yendo. En el desfile, en lugar de presidirlo en el palco, voy a estar en alguna esquina, observando el paso de los carros alegóricos con mis nietos, como antes lo hice con mis hijas.
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