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Explosiva actuación de Los Auténticos Decadentes

La banda argentina, que igual entregó temas clásicos como nuevas creaciones, ofreció un breve pero eufórico concierto

GUADALAJARA, JALISCO.- Sí, resultó más larga la espera que el concierto mismo, sin embargo el público, lejos de reclamar, agradeció la presencia de Los Auténticos Decandentes con una euforia constante durante los poco más de 90 minutos que duró la experiencia sonora celebrada la noche del sábado en el Teatro Estudio Cavaret.

El llamado al recital, que abrió la banda argentina Kapanga, estaba programado para comenzar a las 20:00 horas, y no fue hasta las 21:10 horas que los primeros acordes de la presentación previa a la estelar se pudieron escuchar.

Y mientras Kapanga se entregaba en el escenario y anunciaba la salida de su octavo disco en una carrera que alcanza los 15 años, a las afueras del recinto aún ingresaba parte del público que casi llenaría el Cavaret y donde las playeras de diversos equipos de futbol se pudieron ver al por mayor.

Cerca de las 22:15 horas los asistentes, aunque la mayoría bailaba al ritmo de los temas de Kapanga, gran parte exigía la presencia de los Decadentes con gritos uniformes de “oe, oe, oe, Decadentes, Decadentes”, esto sin que faltaran las expresiones de enfado por la prolongada espera.

“Somos el trago perfecto, que enciende las mecha, que explota y que arenga, que borra las penas, que anima y alienta... somos como somos, Decadentes, así somos, somos como somos, Decadentes, así somos”, fueron las primeras estrofas que se les escuchó a los argentinos, que finalmente irrumpieron cerca de las 23:00 horas en un espacio donde el público los recibió cual si se tratara del punto más alto de un concierto, pues quizá la espera encendió el ánimo y la mayoría no pudo aguardar a que se calentara más el ambiente, pues la euforia, la fiesta, la explosividad y las ganas de brincar ya habían esperado demasiado y salieron sin freno alguno para arrancar con fuerza lo que terminó siendo una especie de carnaval.

Cómo te voy a olvidar, segunda interpretación de la noche, fue coreada en su totalidad y por espacios se escuchó a capella. Hasta entonces todo indicaba que el ánimo se mantendría, y así fue. Después vinieron temas como Los machos y Distrito Federal, piezas de su reciente disco titulado Irrompible, todas acompañadas de material audiovisual.

No soy tu prisionero, Auténtica, Besándote y El gran señor también tuvieron su momento, pero sin duda uno de los instantes más memorables fue cuando el tema, casi considerado como un himno de Los Decadentes, se escuchó: El murguero, desatando sentimientos encontrados, pues se trataba del momento cumbre de la velada pero claramente se anticipaba el final. Luego unas cuantas piezas más y la letra de La guitarra significó el adiós de los argentinos, que sólo duró unos cuantos minutos para que luego los 12 músicos atendieran el cántico de la audiencia con su “oe, oe, oe, Decadentes, Decadentes”, y volvieran con Loco y Sigue tu camino para que así se diera el cierre definitivo de una velada con emociones al límite, el canto a todo pulmón y el ánimo en su punto más alto, y en donde Los Auténticos Decadentes, que un día antes en entrevista con este diario aseguraron que más que un recital sería una fiesta, habían cumplido lo prometido al entregar una auténtica y explosiva noche de carnaval.  

EL INFORMADOR/ Altagracia Lizardo Medina
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