Entretenimiento
Evangelina Elizondo extiende sus valores a los jóvenes
La primera actriz hace una pausa en su apretada agenda de trabajo para compartir sus reflexiones y experiencias
GUADALAJARA,JALISCO.- Evangelina Elizondo lo advierte antes de comenzar, “no me gustan los homenajes me dan pena, pero acepté venir por ustedes, los jóvenes”. Así comienza la charla que dio ayer la primera actriz en la Universidad del Valle de Atemajac (
Univa), a donde asistió para un homenaje que se convirtió en charla con los estudiantes. Y vaya que la actriz tenía ganas de platicar con todos, pues a lo largo de hora y media respondió puntualmente cada pregunta que le formularon los jóvenes.
Vestida de azul pastel y afable, la actriz “de ochenta y un años y medio” como ella lo declara llena de orgullo, llegó hoy a Guadalajara tras haber grabado el pasado miércoles escenas de la telenovela Pasión morena durante todo el día. Pero ni el agotador viaje de Chiapas (donde se graba el melodrama) a la Perla Tapatía, ni la agenda tan apretada que tiene le borró la sonrisa y las ansias de ser una más entre los estudiantes.
La charla fue un recorrido a través de los recuerdos de la actriz, quien relató desde sus primeros pasos en el mundo artístico, anécdotas tanto serias como graciosas así como los valores que ella misma se impuso desde el momento en que pisó un foro y que la han mantenido en activo durante más de seis décadas.
Pone espíritu y alma
Curiosos, los jóvenes preguntaron cómo fue el inicio en la carrera de la actriz. Lanzando una pequeña sonrisa, Elizondo relató que todo comenzó gracias a un cuento de Disney: La Cenicienta. “todo comenzó con un concurso en la radio, donde buscaban a la voz oficial para La Cenicienta. Mi hermano me dijo ‘oye, tu tienes una bonita voz, ¿porqué no entras?’. Aunque yo quería, estaba segura que mi papá no me iba a dejar y mi hermano se ofreció a llevarme a escondidas (risas)”.
La actriz prosigue divertida y dice que el concurso fue muy fácil para ella y jamás dudó en que lo ganaría, aunque si tenía miedo de que su papá no la dejara integrarse al doblaje. “Él me dijo que si quería hacerlo, tendría que llevarlo a todas las sesiones de trabajo. Así que mi padre dejó de trabajar dos semanas para acompañarme y al final todo resultó maravilloso”.
La Cenicienta es el trabajo que más satisfacciones le ha dado a la actriz -“pues han sido cuatro generaciones que han disfrutado la película”-, aunque confiesa que en cada producción, telenovela u obra de teatro a las que se ha integrado han sido experiencias gratas pues “nunca me he prestado a hacer algo que no me guste, y les sugiero jóvenes, que no hagan jamás en su vida lo que no quieren”.
Orden y respeto
El respeto y la rectitud que tiene a su trabajo le ha permitido seguir activa a una edad donde las actrices ya no encuentran papeles a su medida, y el mejor ejemplo es Pasión morena. Ella dice que “el elenco es una delicia, con actores muy talentosos como Andrea Nolli, Paola Núñez, Anette Michel, Ari Telch y Fernando Ciangherotti”.
No se olvidó del galán, Víctor González, a quien describe así: “Yo a él lo conocí muy joven, en Mirada de mujer. A él le daba mucha vergüenza hablar, se ponía rojo rojo como tomate (risas). Así que le dije que se pusiera canícas en la boca y tratara de decir sus diálogos. Le falta evolucionar un poco más como actor, pero es sumamente profesional, educado y sobre todo, lleno de valores. Aprende muy rápido y sé que va a llegar lejos”.
Sobre los colegas con los que ha trabajado, los define como “divinas personas”, y entre ellos recuerda a Anthony Queen, Tin Tan, Giancarlo Gianini, Angélica Aragón y Keanu Reeves, entre una multitud que se extiende por la música y la pintura.
También recuerda a Lucía Méndez, a la que recordó como una profesional “complicada. Tenía ciertas actitudes en el foro que la hacían difícil, pero en persona su trato es completamente distinto, muy amable”.
Entre risas y recuerdos la hora y media de charla se agotó sin que en los jóvenes que asistieron quedara la menor duda de que se encontraron de frente con uno de las grandes de la actuación.
El dato
La actriz Evangelina Elizondo recibió al final de su charla un reconocimiento por parte de los alumnos de la Univa y su rector, Monseñor Guillermo Alonso Velasco.
“La vida se va construyendo día a día. Y cada día hay que estar en lo que se quiere”
Evangelina Elizondo, actriz.
Vestida de azul pastel y afable, la actriz “de ochenta y un años y medio” como ella lo declara llena de orgullo, llegó hoy a Guadalajara tras haber grabado el pasado miércoles escenas de la telenovela Pasión morena durante todo el día. Pero ni el agotador viaje de Chiapas (donde se graba el melodrama) a la Perla Tapatía, ni la agenda tan apretada que tiene le borró la sonrisa y las ansias de ser una más entre los estudiantes.
La charla fue un recorrido a través de los recuerdos de la actriz, quien relató desde sus primeros pasos en el mundo artístico, anécdotas tanto serias como graciosas así como los valores que ella misma se impuso desde el momento en que pisó un foro y que la han mantenido en activo durante más de seis décadas.
Pone espíritu y alma
Curiosos, los jóvenes preguntaron cómo fue el inicio en la carrera de la actriz. Lanzando una pequeña sonrisa, Elizondo relató que todo comenzó gracias a un cuento de Disney: La Cenicienta. “todo comenzó con un concurso en la radio, donde buscaban a la voz oficial para La Cenicienta. Mi hermano me dijo ‘oye, tu tienes una bonita voz, ¿porqué no entras?’. Aunque yo quería, estaba segura que mi papá no me iba a dejar y mi hermano se ofreció a llevarme a escondidas (risas)”.
La actriz prosigue divertida y dice que el concurso fue muy fácil para ella y jamás dudó en que lo ganaría, aunque si tenía miedo de que su papá no la dejara integrarse al doblaje. “Él me dijo que si quería hacerlo, tendría que llevarlo a todas las sesiones de trabajo. Así que mi padre dejó de trabajar dos semanas para acompañarme y al final todo resultó maravilloso”.
La Cenicienta es el trabajo que más satisfacciones le ha dado a la actriz -“pues han sido cuatro generaciones que han disfrutado la película”-, aunque confiesa que en cada producción, telenovela u obra de teatro a las que se ha integrado han sido experiencias gratas pues “nunca me he prestado a hacer algo que no me guste, y les sugiero jóvenes, que no hagan jamás en su vida lo que no quieren”.
Orden y respeto
El respeto y la rectitud que tiene a su trabajo le ha permitido seguir activa a una edad donde las actrices ya no encuentran papeles a su medida, y el mejor ejemplo es Pasión morena. Ella dice que “el elenco es una delicia, con actores muy talentosos como Andrea Nolli, Paola Núñez, Anette Michel, Ari Telch y Fernando Ciangherotti”.
No se olvidó del galán, Víctor González, a quien describe así: “Yo a él lo conocí muy joven, en Mirada de mujer. A él le daba mucha vergüenza hablar, se ponía rojo rojo como tomate (risas). Así que le dije que se pusiera canícas en la boca y tratara de decir sus diálogos. Le falta evolucionar un poco más como actor, pero es sumamente profesional, educado y sobre todo, lleno de valores. Aprende muy rápido y sé que va a llegar lejos”.
Sobre los colegas con los que ha trabajado, los define como “divinas personas”, y entre ellos recuerda a Anthony Queen, Tin Tan, Giancarlo Gianini, Angélica Aragón y Keanu Reeves, entre una multitud que se extiende por la música y la pintura.
También recuerda a Lucía Méndez, a la que recordó como una profesional “complicada. Tenía ciertas actitudes en el foro que la hacían difícil, pero en persona su trato es completamente distinto, muy amable”.
Entre risas y recuerdos la hora y media de charla se agotó sin que en los jóvenes que asistieron quedara la menor duda de que se encontraron de frente con uno de las grandes de la actuación.
El dato
La actriz Evangelina Elizondo recibió al final de su charla un reconocimiento por parte de los alumnos de la Univa y su rector, Monseñor Guillermo Alonso Velasco.
“La vida se va construyendo día a día. Y cada día hay que estar en lo que se quiere”
Evangelina Elizondo, actriz.
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