Entretenimiento
Espinoza Paz llena con su poesía la noche tapatía
Previo al arranque del concierto, un joven llamado Carlos Domínguez fue el encargado de “animar” el ambiente y aligerar la prolongada espera
Pero también es cierto que, con todas sus virtudes, hay cosas en las que el cantante sinaloense debe trabajar, especialmente referente a la puntualidad. Si en las Fiestas de Octubre del año pasado ya había demorado casi dos horas en aparecer en el escenario, ayer apenas “mejoró” su récord, subiendo a las 22:25 horas, 1 hora 30 minutos más tarde de lo pactado en el boleto.
La espera, sin embargo, no parece que haber molestado en lo más mínimo a sus seguidores, en especial a las damas, quienes eran las más entusiastas y las que corearon con mayor sentimiento los temas del llamado “poeta del pueblo”, quien apareció ante el público vestido con una camisa roja con vivos en color blanco, conjunto coronado por su inseparable sombrero.
Días antes del concierto, Espinoza Paz definió el escenario que iba a montar en la Nuevo Progreso como “grande y lleno de muchas luces”. Ciertamente esa descripción, aunque vaga, no estaba lejos de la realidad. Cuatro pantallas de leds mostraban una imagen nítida del concierto, que se podía apreciar desde todos los ángulos de la plaza.
El juego de luces robóticas se encargó de envolver a los espectadores en un concierto donde el romance y los temas para despertar la fiesta fueron la constante, y donde los éxitos fueron cayendo uno a uno.
Donde sí se percibieron algunos detalles negativos fue en el sonido, que por momentos se saturaba y distorsionaba, aunque el coro monumental formado por el público hacía que esto pasara a segundo plano.
"Mil heridas", "Si mañana no me ves", "Espero", "Como un tatuaje", "Inolvidable" y "Sólo un día" fueron algunos de los temas que se corearon con mayor fuerza desde las gradas, aunque tampoco se quedaron atrás “Lo intentamos”, “Ponte en mi lugar” y “El próximo viernes”.
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