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Ernesto Contreras avanza a paso firme

El cineasta se confiesa fanático de la banda Café Tacvba, mientras sigue explorando nuevas formas de expresión

GUADALAJARA, JALISCO.- Es el chico que lo consiguió todo. Poco a poco. Hizo el cortometraje Ondas hertzianas y ganó el Mayahuel de Guadalajara y el certamen de escuelas de cine. Luego realizó El milagro y logró una Mención Especial en Huesca, España. Por último, con Los no invitados, consiguió el Ariel, considerado el premio más importante del cine mexicano.

Así que cuando Ernesto Contreras se aventuró a dirigir su opera prima, nadie pensó que lo haría mal. Y tenían razón. Párpados azules, protagonizada por Cecilia Suárez y Enrique Arreola, arrasó donde se paraba: Guadalajara, Sundance, San Sebastián y, por supuesto, el Ariel. “Mi formación se divide antes y después del CUEC”, comenta el realizador al referirse al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, su alma máter.

Ernesto Contreras Flores nació hace 39 años en la capital veracruzana, donde estudió la educación básica. Desde entonces, junto con su hermano Carlos, quien luego se convertiría en su guionista, inventaba y contaba historias a sus amigos.

Un día, por azares del destino, en televisión vio el detrás de cámaras de una película cuyo nombre no recuerda, pero quedó atrapado al ver cómo se hacía un filme. Eso definitivamente lo marcó para siempre. Así que frecuentemente acudía a los ciclos de cine organizados por el Museo de la Ciudad del Puerto de Veracruz en la que disfrutaba los títulos de Luis Buñuel y Alfred Hitchcock.

Cuando cumplió 19 años, decidió abandonar su estado natal con rumbo al Distrito Federal para estudiar publicidad en el Centro de Estudios en Ciencias de Comunicación. A los 27, simplemente decidió entrar al CUEC y ahí comenzó la historia.

En el rubro del cortometraje fue amo y señor. Tanto que cuando fue la primera edición del Rally Malayerba, organizado por Carlos Carrera (El crimen del padre Amaro), Javier Patrón (Fuera del cielo) e Ignacio Ortiz (Mezcal) fue llamado para filmar el detrás de cámaras. Ernesto estaba feliz. Iba de un lado a otro siguiendo a los equipos competidores. Cuando alguien le preguntó qué sentía al respecto, sólo dijo: “Es divertido ver cómo otros hacen lo que me gusta hacer”.

Fan del rock
El año pasado, el grupo Café Tacvba lo invitó para hacer un documental sobre ellos. Los siguió a Japón en su gira internacional y el concierto de los 19 años en el Palacio de los Deportes. “Me considero un fan, he seguido la carrera de Café Tacvba muy de cerca, soy seguidor de comprar sus discos, ir a sus conciertos, y cuando se dio la oportunidad de trabajar con ellos consideré que era como un premio también, una oportunidad padrísima de estar cerca del artista, son talentosísimos, y me parece que el hecho de poder trabajar con ellos en este momento de su carrera fue un gran honor”, comentó Contreras.

Paralelamente debutaba como productor del documental Los últimos héroes de la Península, dirigida por su amigo José Manuel Cravioto. Incluso ha dicho que junto con otro grupo de amigos, desea seguir haciendo películas. Claro, todos egresados del CUEC. Lo que marca el antes y después de su vida.
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