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Érika Buenfil invita a vivir en estreno del monólogo ''Volver al amor''

El director de escena, Salvador Garcini destacó que el teatro es lo único que lo reconcilia con la vida

CIUDAD DE MÉXICO (26/JUL/2013).- Con apenas tres semanas de ensayos Érika Buenfil estrenó el monólogo "Volver al amor", en el que interpreta a "Shirley Valentine", mujer que platica con la pared y otros artefactos de su cocina, lo infeliz de su vida tras 20 años de matrimonio.

"Estoy cansada, emocionada y nerviosa. Es un reto muy importante subirte al escenario a hacer un monólogo, la responsabilidad de decir todo lo que tengo que decir y de transmitir sola al público lo que está pasando", declaró Buenfil.

Durante la función especial, ante la presencia de actores, directores y productores de teatro, así como de la prensa, la actriz trastabilló en varias escenas mientras relata que siempre soñó con dejar a su marido "Joe" cuando sus hijos hayan crecido.

"Sin embargo, he carecido de valor para hacerlo y con el paso del tiempo alimento más y más mi baja autoestima", relata "Shirley", de 42 años.

Al tiempo de platicar con su pared las frustraciones y anhelos de su vida, "Shirley" cocina huevos con papas, pero algo falló con la majestuosa escenografía donde se instala la estufa, el refrigerador, el fregadero, la alacena, el microondas, la lavadora, un horno tostador, cucharones, ollas, sartenes y la escoba, entre otros objetos característicos.

Sin éxito, Érika intentó varias veces encender la parrilla para freír los alimentos, hasta que desesperada exclamó: "¡No prende la estufa!, ¿cómo le voy a cocinar a aquel?". Parecía parte del guión, pero la actriz explicó que no fue así.

"Había falso. Siempre pasa algo en los estrenos, por eso casi casi grité que prendieran la estufa y por fortuna lo corrigieron de inmediato. Di un tiempo, se solucionó y qué bueno porque no sabría que hacer, ya que el propósito es que se sirva (el platillo)".

Admitió que debido a la situación se distrajo de la obra, lo cual fue notorio para el público, ya que por momentos se le notó nerviosa, agitada, indecisa y carente de ritmo, de modo que en las escenas que debería provocar la risa de los espectadores, apenas si se logra entender el mensaje.

"Odio todo esto, odio el mal chiste que soy. Odio tener que pasarme la vida hablando con la pared y tengo miedo de saber qué hay del otro lado de la pared", expresa su personaje, ante lo cual, la protagonista reflexiona.

"Todos en algún momento de nuestras vidas nos volvemos rutinarios y fríos, y cuando nos preguntan si estamos bien, a lo mejor no lo estamos, quizá estamos hartos, cansados o enojados con algún compañero de trabajo o familiar.

"Así nos la vamos pasando, no corregimos. Incluso, desayunamos y comemos con horario, vivimos de agenda, lo cual hace que nos empecemos a marchitar todos en algún momento, por eso me identifico con ella".

A diferencia de "Shriley", la actriz no está casada y asegura, "nunca me han tratado como si fuera una pared"; no obstante, admite, "en algún momento me he sentido triste".

A fin de ponerle punto final a su tragedia, "Shirley Valentine" acepta la invitación de su amiga "Juana" para irse de viaje por 15 días a Grecia.

Ya tiene listo su pasaporte, boleto y dinero, pero sobre todo, unas infinitas ganas de vivir. Allá conocerá a "Costas", su amigo griego que la invita a enamorarse de nuevo de la vida y después le ofrece empleo en uno de sus restaurantes.

"También me han dicho que yo me vaya a Grecia y no sé, tal vez lo haga. Yo creo que el mensaje de esta obra dice que, primero que nada, debes volver al amor en ti, volverte a querer y volverte a ver en el espejo.

"Yo creo que primero debes valorarte tú para que los demás te valoren, lo cual no quiere decir que me pase a mí, más bien, lo que me pasa con las parejas es que no tengo tiempo o no les doy el tiempo, soy muy encerrada, me dedico a mi trabajo, a mi hijo y a mi vida. Me gusta mucho trabajar, pero ya voy a estar tranquila", declaró Buenfil.

El director de escena, Salvador Garcini destacó que el teatro es lo único que lo reconcilia con la vida, la cual le parece insoportable y natural:

"Solamente creo en el teatro porque es el amante de la vida, porque recibe la vida con los brazos abiertos o la rechaza, yo creo que este pedazo de vida tiene sentido en el teatro", aseguró. 

Dividida en dos actos y con la espectacular escenografía de una cocina y después en la playa de Grecia, "Volver al amor" es aderezada con temas como "Oh, Pretty Women" (Roy Orbison), "The Wall" (Pink Floyd) y "Hymn to the sea", del soundtrack de "Titanic".

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