Entretenimiento
Emmanuel y Mijares, anclados en la nostalgia
Miles de tapatíos acudieron al llamado del romanticismo con la dupla ochentera
GUADALAJARA, JALISCO (10/MAY/2015).- No se murió el amor ni el aplauso. El espíritu de los años ochenta se resiste a desaparecer, porque el público enciende las gargantas y los halagos cuando los protagonistas de aquella época se adueñan del escenario.
Manuel Mijares y Emmanuel regresaron a Guadalajara, juntos, como lo dicta la gira “Two’r” que desde hace un par de años emprendieron para revivir los éxitos que llevaron sus trayectorias a la cúspide, hace tres décadas.
El Auditorio Telmex fue el punto de encuentro para que ocho mil tapatíos atendieran el llamado de la nostalgia, que se hizo presente a lo largo de una treintena de canciones que ambos intérpretes brindaron.
Mijares, el caballero eterno de la elegancia. Emmanuel, el flautista de Hamelin que seduce con bailes que desafían a sus 60 años. Las apuestas por adivinar cuál de los cantantes se adueñaba primero de la tarima comenzaron desde antes de que "Bella señora" revelara que las primeras melodías serían entonadas por la dupla ochentera.
Por lapsos, Emmanuel y Mijares se quedaban solos sobre la tarima dando cátedra de romanticismo puro. Mijares fue el primero en atender en solitario clásicos como "No se murió el amor" y "Que nada nos separe".
“¿Por qué los sientas? Déjalos que bailen”, pronunció en su espacio Emmanuel a un elemento de seguridad haciéndole saber que para el intérprete de "Insoportablemente bella" lo más importante de la velada era que el público moviera el cuerpo al ritmo de "El rey azul" y "Detenedla ya", que transformaron al cantante en un verdadero acróbata, mientras le seguían peticiones como "Quiero dormir cansado", "Terco corazón", "Pobre diablo" y su más reciente "hit", "Ella".
Los piropos y halagos a la dupla no se detuvieron en voz de las tapatías que hacían referencia a la calidad interpretativa de los cantantes, quienes dieron muestra de la calidad vocal que conservan.
EL DATO
Encuentro de titanes
Acompañados por bailarines, trompetas y saxofones, Emmanuel y Mijares prometieron al público que durante el transcurso de la noche temas icónicos de sus carreras, como “El privilegio de amar”, “Sentirme vivo”, “La chica de humo” y “No hace falta”, serían parte del repertorio.
Manuel Mijares y Emmanuel regresaron a Guadalajara, juntos, como lo dicta la gira “Two’r” que desde hace un par de años emprendieron para revivir los éxitos que llevaron sus trayectorias a la cúspide, hace tres décadas.
El Auditorio Telmex fue el punto de encuentro para que ocho mil tapatíos atendieran el llamado de la nostalgia, que se hizo presente a lo largo de una treintena de canciones que ambos intérpretes brindaron.
Mijares, el caballero eterno de la elegancia. Emmanuel, el flautista de Hamelin que seduce con bailes que desafían a sus 60 años. Las apuestas por adivinar cuál de los cantantes se adueñaba primero de la tarima comenzaron desde antes de que "Bella señora" revelara que las primeras melodías serían entonadas por la dupla ochentera.
Por lapsos, Emmanuel y Mijares se quedaban solos sobre la tarima dando cátedra de romanticismo puro. Mijares fue el primero en atender en solitario clásicos como "No se murió el amor" y "Que nada nos separe".
“¿Por qué los sientas? Déjalos que bailen”, pronunció en su espacio Emmanuel a un elemento de seguridad haciéndole saber que para el intérprete de "Insoportablemente bella" lo más importante de la velada era que el público moviera el cuerpo al ritmo de "El rey azul" y "Detenedla ya", que transformaron al cantante en un verdadero acróbata, mientras le seguían peticiones como "Quiero dormir cansado", "Terco corazón", "Pobre diablo" y su más reciente "hit", "Ella".
Los piropos y halagos a la dupla no se detuvieron en voz de las tapatías que hacían referencia a la calidad interpretativa de los cantantes, quienes dieron muestra de la calidad vocal que conservan.
EL DATO
Encuentro de titanes
Acompañados por bailarines, trompetas y saxofones, Emmanuel y Mijares prometieron al público que durante el transcurso de la noche temas icónicos de sus carreras, como “El privilegio de amar”, “Sentirme vivo”, “La chica de humo” y “No hace falta”, serían parte del repertorio.
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