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Elisa Miller se adapta y propone

En una industria donde los hombres son mayoría, la realizadora marca su propio camino y destaca con “Roma” en Expresión en Corto

GUANAJUATO, GUANAJUATO.- Apenas se tituló del CCC ( Centro de Capacitación Cinematográfica) como cineasta y ya dos de sus trabajos han estado en el Festival de Cannes. Ver llover (2006) ganó como Mejor corto y Roma, su más reciente trabajo, se presentó en la Semana de la Crítica en dicho festival. También Roma ha sido exhibido en Morelia -donde se llevó el Premio García-Bross-, en Róterdam, Hamburgo y Finlandia, por mencionar algunos países, incluso este fin de semana en el Festival Internacional de Cine Expresión en Corto consiguió una Mención honorífica.

Se trata de un corto fuerte -dice convencida en entrevista exclusiva con EL INFORMADOR-. “Hablo de ser mujer en un mundo de hombres, y la manera de exponerlo resulta para muchos incómoda”. También confiesa que creció en una familia donde la mujer no es menos, ni más, es igual, sin embargo consideró necesario hablar de ser valiente en escenarios incómodos, hostiles y oscuros, de adaptarse pero también de proponer. Así dice que es su cortometraje, pero deja claro que aunque no es una propuesta feminista sí es muy subjetiva. A fin de cuentas es su punto de vista.

¿Cómo es “Roma”?
“Es un corto difícil y bastante crítico, hay muy pocos diálogos. Es visual. Y esta vez me puse muchas reglas para filmar, sólo cortes directos, sin música, sólo los sonidos que existen. Es diferente a lo que había hecho antes,  y hay quienes lo entienden, porque mi apuesta era lo visual,  quería que se viera cómo es ser mujer en un mundo de hombres”.

¿Por qué querías que la gente viera cómo es ser mujer en un mundo de hombres?

“Porque creo que toca hablar de ser mujer en un espacio específico donde todo es hostil, oscuro e incómodo. No lo llamaría ‘feminista’, más bien como una declaración de principios, de ser valiente, porque quería decir ‘soy mujer y además me pasan cosas’, todo desde mi subjetividad. Es más de sensaciones, de aceptarse como mujer”.

Hablas de ser valiente, de ser mujer y de vivir en un universo masculino, algo parecido a lo que pasa en el cine, ¿cómo concibes la situación de las mujeres en esta industria?
“Creo que me tocó fácil, en una postura privilegiada. Me marcaron el camino no nada más las cineastas, sino las mujeres de mi familia. Siento que me tocó más avanzado el camino, sí es difícil tener autoridad ante un crew (equipo de producción), pero lo hago, aunque procuro integrar a muchas mujeres en el set para ser congruente. No somos mayoría, pero somos muchas más. Con este corto se me ha atacado de feminista, incluso se me calificó como provocadora, pero eso toca hacer”.
 
Comentas de posturas privilegiadas, y gracias a “Ver llover” y a “Roma”, y a las críticas positivas que se han ganado, la expectativa con respecto a tu trabajo es grande, ¿consideras que las circunstancias te favorecen?
“La peor expectativa es la que uno tiene de sí mismo y de ésa hay que deshacerse, y de la que tienen los demás sobre ti no vale la pena ni pensarlo, ése es problema de los otros. Soy muy exigente y tengo que pelear, mantenerme, porque no he parado de trabajar. Y en lugar de hacerme publicidad con la que he conseguido, decidí trabajar en mis proyectos, pedir becas, seguir adelante y creo que eso me pagará mejor”.  

¿Qué tan avanzado está lo que será tu “opera prima”?

“Va avanzado el proceso, pero el camino es largo y seguro estará listo en un par de años, porque estoy tomando el camino complicado, si fuera una ruta sería todo terreno, por el camino de la independencia, de que no me impongan para hacer las cosas como las creo. Quiero un cine íntimo, personal y muy honesto”.

EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina, enviada
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