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El viaje mental de Viggo Mortensen

El actor repite la dupla con el realizador David Cronenberg, esta vez en la cinta ''Un método peligroso''

El viaje mental de Viggo Mortensen
GUADALAJARA, JALISCO (30/JUN/2012).- Entrar en una piel ajena y vivir la vida de otro es el trabajo de un actor. Lo hacen todo, pero abrir su mente ante las cámaras, el equipo de producción y el director, mostrándose tal cual es ante el mundo y sin ningún filtro, es algo que muy pocos se atreven a hacer, sean artistas o no. Es romper con la barrera de la intimidad, la inseguridad y el miedo, una  frontera que cruza un grupo de valientes, tal como lo hizo Viggo Mortensen para la cinta Un método peligroso.

Acostumbrado a ser rey, guerrero, peleador, pistolero y espadachín en la pantalla grande, ahora Viggo tuvo que hacer el papel que menos imaginó que tendría que desarrollar en su carrera: Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis.

Un método peligroso, película dirigida por David Cronenberg, es protagonizada por Michael Fassbender y Keira Knightley, y que desde este fin de semana se encuentra en las carteleras tapatías.

La cinta, parcialmente basada en hechos históricos, narra el tratamiento de psicoanálisis de Carl Jung (Fasbender) a Sabina Spielrein (Knightley), una mujer que busca ser curada de varios desórdenes emocionales. El problema es que este nuevo “tratamiento”  no garantiza una cura.  

Son los años previos a la Primera Guerra Mundial y el psicoanálisis apenas da sus primeros pasos, por lo que no se sabe qué tan bien puede funcionar. Es en esta situación que Jung pide asesoría a quien considera su maestro: Sigmund Freud (Mortensen).

El reto de su vida

“Siempre había pensado que poder hablar sobre los miedos y las inseguridades abiertamente y sin ser juzgado por la persona que tienes enfrente es una idea genial”, explica Viggo al describir la principal motivación que lo llevó a decir “sí” al proyecto de Cronenberg. Y es que hace 20 años, el actor se sometió a un psicoanálisis, una experiencia que confiesa, lo dejó marcado de una forma positiva al “comprender que no todo en la vida hay que tomarlo con seriedad”, como lo aseguró en entrevista para el diario español ABC.es. “Era una idea que ya tenía, pero la película la reforzó: la vida es corta y no hay que tomarse a uno mismo demasiado en serio, aunque trabajes seriamente e intentes hacer un trabajo muy bueno y con una preparación exhaustiva”.

Relajado por los logros alcanzados en más de dos décadas de carrera, Mortensen reconoce que tuvo que pensarlo para aceptar encarnar a Sigmund Freud “no era miedo al papel, sino a caer en el estereotipo, no me sentía preparado en ese momento”. Fue aquí donde la labor de David Cronenberg fue clave.

“Cuando me lo ofrecieron, lo rechacé, aunque le agradecí a David (Cronenberg) por haber pensado en mí. Entonces el papel terminó en manos de Christopher Waltz, que tuvo problemas de agenda (se alargó su trabajo en el rodaje de Agua para elefantes) y me volvieron a proponer el personaje”.

Fue en ese instante que Viggo aceptó “esculpir” su propia versión de Freud. “Me transformé físicamente, claro. Pero también conocí mejor a la persona. Freud era un hombre con un sentido del humor muy agudo, muy elegante. Yo lo doté de cierta ironía, que es algo que siempre me ha permitido el director en los proyectos donde hemos coincidido”.

Más allá de la figura histórica, el actor neoyorquino trató de dotar a su versión del padre del psicoanálisis de “mucha humanidad. Es un tipo que seduce con la palabra, pero que a la vez es arrogante cuando se cuestiona su forma de trabajo. Método peligroso no es de ninguna manera un documento académico o aburrido, sino que busca exponer el lado humano de un grupo de personas que trata de descubrir sus miedos y faltas”.

Salta de géneros


Al pensar en Viggo Mortensen, la primera imagen que viene a la mente es la de Aragorn el héroe de la saga épica El señor de los anillos. Pero lo cierto es que desde que terminó la trilogía (en 2003), el actor ha tomado un camino de papeles arriesgados y a la vez aclamados por la crítica, como lo demostró en Una historia violenta (2005), Alatriste (2006), Promesas peligrosas (2007) y La carretera (2009).

A diferencia de otras grandes figuras del cine hollywoodense, la mira de Viggo no se encuentra exclusivamente en la Meca del Cine. Aunque nacido en Estados Unidos, pasó la infancia y adolescencia en Argentina, por lo que su español es fluido, además de adquirir un gran amor por el futbol.

El dominio del castellano lo tuvo haciendo teatro en Madrid y con un proyecto cinematográfico en el país pampero, Todos tenemos un plan, que tentativamente se rodaría este año. “Por suerte me gusta mi oficio, no hay ni un solo papel de mi carrera que no me haya gustado, siempre es un placer encontrar en mí la razón por la que quiero ser un personaje”, una búsqueda, que afirma, apenas comienza.

FRASE

''
Cuando un actor ama su trabajo siempre le faltan papeles por interpretar ''

Viggo Mortensen
, actor.


MORTENSEN y CRONENBERG

Equipo de oro


Cómplices en varios proyectos, Viggo Mortensen y David Cronenberg se convirtieron en los últimos años en una de las duplas actor/director que mejores comentarios cosecha por parte de la crítica especializada, gracias a sus colaboraciones en Una historia violenta, Promesas peligrosas y ahora Un método peligroso.

En declaraciones a ABC.es, Viggo explica que “hasta hoy, David Cronenberg es quien me ha entregado mis mejores experiencias como actor, y lo último que haría sería darme un papel que supiera que no podía hacer”.

“Lo que no puedes saber cuando aceptas un proyecto es si la preparación, el rodaje y, finalmente, la película van a ser buenos; con Cronenberg lo tengo todo seguro porque es el mejor de todos”.
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