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El viaje del elefante podría ser el último libro de Saramago

Preocupación del escritor portugués en mantener la calidad literaria de sus obras

LISBOA, PORTUGAL.- El escritor portugués José Saramago ha reconocido que El viaje del elefante podría ser su último libro y ha dicho que si finalmente decide escribir más le gustaría que la calidad no fuera inferior a cualquiera de sus obras.

"Tengo 86 años y estoy suficientemente lúcido. Ya no espero escribir muchos libros y si escribo alguno es un milagro", declaró Saramago ayer en Madrid (España) durante la presentación de su última novela, El viaje del elefante. Escrita 10 años después de la concesión del Premio Nobel de Literatura, esta obra es una combinación de realidad y ficción, ambientada a mediados del siglo XVI, cuando el rey Juan III ofreció a su primo, el archiduque Maximiliano de Austria, un elefante asiático.

Lúcido y hablador, Saramago detalló en la capital española el proceso de escritura del libro, interrumpido por una grave enfermedad que puso en riesgo la vida del autor portugués en el año 2007. "Me sentía muerto en vida y perdí 16 ó 17 kilos", recordó el escritor, que dedicó la obra a su esposa y traductora al español, Pilar del Río, que "no dejó que yo muriera".

El autor afirmó que "la edad no es tan mala como se cree si se mantiene algún vigor físico y la cabeza lúcida".

El viaje del elefante "no es un libro histórico, hay pocos datos reales", subrayó Saramago, añadiendo que "un 95% es imaginación".

"El instrumento que conecta el libro con el lector es el humor", matizó el autor luso, que precisó que "no hay ninguna palabra en el libro que haga referencia mi enfermedad".

No obstante, la convalecencia funcionó como "un terremoto que hizo que renacieran segmentos lingüísticos que yo tenía como capas", según afirmó el escritor, que utilizó palabras "de 60 años atrás" en el texto.

La ironía, elemento presente en gran parte de la obra de José Saramago, también se puede hallar en sus diálogos, tradicionalmente sin puntuación y sin letras mayúsculas en los nombres propios. "He aprendido algo sobre elefantes, pero no puse datos inútiles, eso no es necesario para hacerlo creíble", detalló el autor de Todos los nombres, El evangelio según Jesucristo o Ensayo sobre la ceguera, que recientemente fue adaptado al cine por Fernando Meirelles.

El compromiso de las palabras
Tras casi una hora de presentación, Saramago bromeó: "Dicen que no sé dar respuestas breves y que se pierde mucho tiempo con eso. Pero nadie pregunta qué se gana". Al hilo de esta cuestión, aseguró que "hay mucho que decir, por eso hay tantos escritores por ahí. A cada palabra que escribimos nos comprometemos". Subrayó que el compromiso no es "apenas político". Y concluyó: "Nosotros somos las palabras".
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