Entretenimiento
El regreso del encaje y las mangas
El vestido de Kate Middleton fue un ejemplo de distinción y elegancia, enmarcado por la sencillez
LONDRES, INGLATERRA (30/ABR/2011).- Del mismo modo en que sucedió antes de la boda, sin duda el vestido de Kate Middleton, hoy Duquesa de Cambridge, dará mucho de qué hablar en los próximos días. La sorpresa fue total y mientras que algunos quedaron fascinados con la prenda de Sarah Burton, representante de la firma Alexander McQueen, hay otros que se dijeron ligeramente decepcionados.
Para el diseñador tapatío, Alberto Rodríguez, la elección fue la adecuada, aunque algunos detalles no estuvieron del todo acertados, desde su punto de vista. Lo que sí fue estimulante para el creador, es el hecho de que él hizo algunos diseños de lo que podría verse en el enlace del príncipe Guillermo y su novia Kate (Catalina), que resultaron similares al modelo que miles de personas observaron en el enlace.
“Creo que todos coincidimos en que el vestido era ideal para ella, su personalidad es muy ese concepto, muy estilizado, muy discreto y creo que también la parte de la etiqueta inglesa es algo tan importante a tomarse en cuenta y se debe de respetar; en ese sentido, también hay un protocolo en cuanto al estilo de las novias, que son discretas, no pueden ir tan exageradas, ni con tantos escotes. Ahora la tendencia de moda es una silueta más esculpida, viene una temporada de una depuración total en cuanto a la decoración de las prendas, entonces antecediéndose un poco a esto el vestido de Kate está muy acertado”, advierte.
Los detalles
• El vestido está estructurado de tal manera que es un corsé la parte alta, con forma de corazón y trae una sobre capa de encaje que va unida en el mismo vestido con la manga larga. La blona de éste sube en la parte de atrás, en el cuello, y baja en un escote en V, “digamos (que es) lo más osado que pudo haber llevado”.
La parte de la falda es una tela de gasar, “tal vez sea un gasar rústico, más rudo”. La cola fue de dos metros 70 de largo. En la parte trasera del faldón hay una especie de figuras, lo que da la impresión de capas, pero en realidad todo es una misma pieza.
“No lució tanto la cola como debió, porque no estaba muy bien acomodada, pero el concepto del vestido es una inspiración muy actual del que llevó Grace Kelly, que es prácticamente la misma idea, la diferencia es que Kate no lleva la botonadura al centro y ella lleva el escote, ése es el único cambio, pero de ahí en más es la misma versión de la cintura hacia arriba. El de Grace era un cuello ‘Mao’ alto, y el de Catalina es alto de atrás y baja en la profundidad del escote al frente, pero era también el escote en corazón, el talle también era de encaje; el de Kelly era tafeta entera y el de la hoy duquesa de Cambridge era en línea A”.
• El velo es una especie de mantilla de seda, que no esponja como se ve clásicamente en las novias actuales. La seda tiene un peso, entonces se escurre; además, tenía una blonda a la orilla que le añadía más peso.
“El velo normalmente sale de la parte posterior y esponja, y ella lo llevaba sobre la tiara y sobre la cabeza y le caía de los costados hacía atrás. Entonces una mantilla así es, como cuando iban a misa en el pasado las señoras, es un poco esa representación y ciertamente le dio un aspecto como más líquido a su figura, si de por sí es muy delgada, el vestido es muy estilizado, eso la hizo ver lacia totalmente”.
• El peinado con el cabello suelto, dice Alberto Rodríguez, probablemente llevaba la intención de que proyectara una imagen natural. “Creo que el peinado cuidó mucho la cuestión de la apariencia de Kate en el sentido de hacer que se viera joven, si le recoges el pelo a una mujer le aumentas un poco la edad. No fue el más afortunado (el peinado) para Kate, a mí me hubiera gustado que llevara un recogido, hubiera sido el punto perfecto de su elegancia, la mantilla no la habría dejado tan al frente, sino al nivel de los oídos y que cayera hacia atrás nada más. El diseño es exquisito, muy lindo, para que luciera depurado”.
• El color del vestido era una especie de marfil muy claro o un ostión muy claro.
Marcar tendencia
Seguro, tras la boda real, muchos vestidos de novia comenzarán a utilizar algunos de los elementos del traje de Kate, lo que además representa el rescate del encaje y el uso de mangas, que ya se había perdido.
“Ello nos va a permitir trabajar con faldas más amplias, eso le aporta a la novia distinción en el evento, le da mucha importancia, le hace ver una figura importante, no sólo por el color, sino por el tamaño de su vestido. Copias de su versión va a haber muchas y en todas partes, así como pasó con Diana, pero creo que en cuanto a protagonismo Diana siempre fue más fuerte”, asegura el diseñador.
Para el diseñador tapatío, Alberto Rodríguez, la elección fue la adecuada, aunque algunos detalles no estuvieron del todo acertados, desde su punto de vista. Lo que sí fue estimulante para el creador, es el hecho de que él hizo algunos diseños de lo que podría verse en el enlace del príncipe Guillermo y su novia Kate (Catalina), que resultaron similares al modelo que miles de personas observaron en el enlace.
“Creo que todos coincidimos en que el vestido era ideal para ella, su personalidad es muy ese concepto, muy estilizado, muy discreto y creo que también la parte de la etiqueta inglesa es algo tan importante a tomarse en cuenta y se debe de respetar; en ese sentido, también hay un protocolo en cuanto al estilo de las novias, que son discretas, no pueden ir tan exageradas, ni con tantos escotes. Ahora la tendencia de moda es una silueta más esculpida, viene una temporada de una depuración total en cuanto a la decoración de las prendas, entonces antecediéndose un poco a esto el vestido de Kate está muy acertado”, advierte.
Los detalles
• El vestido está estructurado de tal manera que es un corsé la parte alta, con forma de corazón y trae una sobre capa de encaje que va unida en el mismo vestido con la manga larga. La blona de éste sube en la parte de atrás, en el cuello, y baja en un escote en V, “digamos (que es) lo más osado que pudo haber llevado”.
La parte de la falda es una tela de gasar, “tal vez sea un gasar rústico, más rudo”. La cola fue de dos metros 70 de largo. En la parte trasera del faldón hay una especie de figuras, lo que da la impresión de capas, pero en realidad todo es una misma pieza.
“No lució tanto la cola como debió, porque no estaba muy bien acomodada, pero el concepto del vestido es una inspiración muy actual del que llevó Grace Kelly, que es prácticamente la misma idea, la diferencia es que Kate no lleva la botonadura al centro y ella lleva el escote, ése es el único cambio, pero de ahí en más es la misma versión de la cintura hacia arriba. El de Grace era un cuello ‘Mao’ alto, y el de Catalina es alto de atrás y baja en la profundidad del escote al frente, pero era también el escote en corazón, el talle también era de encaje; el de Kelly era tafeta entera y el de la hoy duquesa de Cambridge era en línea A”.
• El velo es una especie de mantilla de seda, que no esponja como se ve clásicamente en las novias actuales. La seda tiene un peso, entonces se escurre; además, tenía una blonda a la orilla que le añadía más peso.
“El velo normalmente sale de la parte posterior y esponja, y ella lo llevaba sobre la tiara y sobre la cabeza y le caía de los costados hacía atrás. Entonces una mantilla así es, como cuando iban a misa en el pasado las señoras, es un poco esa representación y ciertamente le dio un aspecto como más líquido a su figura, si de por sí es muy delgada, el vestido es muy estilizado, eso la hizo ver lacia totalmente”.
• El peinado con el cabello suelto, dice Alberto Rodríguez, probablemente llevaba la intención de que proyectara una imagen natural. “Creo que el peinado cuidó mucho la cuestión de la apariencia de Kate en el sentido de hacer que se viera joven, si le recoges el pelo a una mujer le aumentas un poco la edad. No fue el más afortunado (el peinado) para Kate, a mí me hubiera gustado que llevara un recogido, hubiera sido el punto perfecto de su elegancia, la mantilla no la habría dejado tan al frente, sino al nivel de los oídos y que cayera hacia atrás nada más. El diseño es exquisito, muy lindo, para que luciera depurado”.
• El color del vestido era una especie de marfil muy claro o un ostión muy claro.
Marcar tendencia
Seguro, tras la boda real, muchos vestidos de novia comenzarán a utilizar algunos de los elementos del traje de Kate, lo que además representa el rescate del encaje y el uso de mangas, que ya se había perdido.
“Ello nos va a permitir trabajar con faldas más amplias, eso le aporta a la novia distinción en el evento, le da mucha importancia, le hace ver una figura importante, no sólo por el color, sino por el tamaño de su vestido. Copias de su versión va a haber muchas y en todas partes, así como pasó con Diana, pero creo que en cuanto a protagonismo Diana siempre fue más fuerte”, asegura el diseñador.
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