Entretenimiento

El público es Intocable

El conjunto norteño celebra 18 años de trayectoria con nueva música, resultado de un proyecto propio

GUADALAJARA, JALISCO (23/MAY/2012).- Sobre el escenario, Intocable es una máquina perfectamente aceitada. Suenan como quieren. Tienen una amplia baraja de éxitos de la cual echar mano. Su poder de convocatoria permanece intacto en las principales ciudades de México. Viven una solidez que pocas agrupaciones pueden presumir. Sin embargo, para los originarios de Zapata, Texas, la clave de la permanencia ha sido una, muy sencilla de entender, pero no siempre fácil de aplicar: “Obedecer siempre al público, pues nos queda claro que nuestros seguidores son celosos”.

La imagen que ha logrado Intocable, que este 26 de mayo se presentan en el Auditorio Telmex, es producto de años de trabajo y sacrificio. Hace algún tiempo fueron los representantes más brillantes de la “ola norteña”, un movimiento sonoro que encumbró a ese género musical en todo el país, donde vivió una temporada de gran popularidad.

Hoy, son pocos los grupos norteños que brillan en el mapa. Intocable encontró la fórmula para sobrevivir volviéndose un independiente. Sin disquera. Sin agencia. Sin intermediarios. “Nos sentimos mejor que nunca –explica Ricky Muñoz, vocalista de la banda, en entrevista exclusiva- creo que ahorita ser independiente en todo el aspecto nos da muchas ventajas”.

“Hacemos todo en cuestión laboral, desde la promoción hasta las funciones de disquera. Cortamos a todos los intermediarios. Ahora estamos en contacto directo con el público, con la gente de la radio, con todos”, señala el cantante con una sonrisa. “Sí, implica que hay que trabajar el triple, pero es para nuestro beneficio. Eso es importante”.

— Muchas bandas dicen que la “autogestión” del proyecto sonoro “los distrae”, y por eso prefieren relegar la promoción a terceras personas, ¿por qué ustedes sí aceptaron?

— Es tonto pensar que eso nos va a distraer. La música es un negocio. Imaginen que tuviéramos la mentalidad de decir “nada más trabajamos arriba del escenario, de medianoche a las 02:00 horas, y lo demás no nos importa”. Eso está mal. Hay mucho más que hacer además de cantar, todos los días hay que estar detrás de las nuevas ideas, detrás de la innovación, como ofrecerle al público cosas distintas. Obvio, no todas las ideas son buenas, pero al menos estamos viendo hacia adelante, todo el tiempo hay algo diferente que hacer.

— La música norteña no vive su mejor momento. Intocable es una banda de peso en el género, ¿consideran alentador el  panorama?

— Voy a contar una anécdota de cuando apenas comenzábamos, una vez nos encontramos con Ramón Ayala, que nos decía que él y su banda estaban desde que la competencia con la cumbia era muy fuerte y otras corrientes, pero él siempre estaba allí, siempre salía en la película. La clave es no ser parte de una moda, sino permanecer firmes en los principios musicales en los que uno cree.

— ¿Y es fácil permanecer fiel a esos principios?

— Es complicado. La radio sigue teniendo mucha influencia, ellos son los que marcan la iniciativa para que el público lo mande. Lo que ponen es lo que se escucha. Pero también hay otra situación con el público joven, que ahora piensa “me gusta esta rola”, ya no se preguntan quién la canta. Lo que la gente ahora quiere son canciones, no grupos.

— ¿Ha sido complicado adaptarse a un escenario en constante cambio?

— Esa es la realidad ahora, con grupos que llegan un año y se van, corrientes que duran un año y medio y desaparecen. Lo digo porque lo vemos y lo vivimos, son modas que llegan, donde la gente adopta hasta una forma de vestir, pero a final de cuentas desaparecen, lo que se quedan son los que tienen una base sólida, por eso siempre están presentes Los Tigres del Norte, Marco Antonio Solís, El Recodo, Intocable. Al final seguimos aquí.

— Están muy identificados con la música norteña, pero a final de cuentas son artistas, y puede que tengan otras inquietudes. ¿No han tenido la tentación de lanzar algún tema en otro género?

— Sí. En (los discos) X o en Crossroads tratamos de hacer cosas distintas. Pero el público es celoso en este género (risas), es la verdad, si hacemos algo diferente dicen “Intocable ya no es norteño, ya nos están dejando, se creen fresas” (risas). La gente que nos escucha no quieren que movamos el barco porque se asustan (risas). Está bien, se respeta, saben lo que ellos quieren y están definidos. Pero jamás vamos a dejar de experimentar.

— En los 18 años que tienen de carrera han producido cientos de temas, decenas de ellos éxitos, pero, ¿se han llegado a sentir cansados de alguna canción?

— La verdad, a título personal, y pese a que es la que más puertas nos ha abierto, la que menos me gusta cantar en vivo es ¿Y todo para qué?, y voy a explicar la razón: Creo que Intocable es un grupo que es mucho más que un solo tema. Podemos cantar Sueña, El amigo que se fue, Aire, Eres mi droga, Fuerte no soy, Perdedor, Coqueta, Enséñame a olvidarte y pensamos que no pasa nada si no cantamos ¿Y todo para qué?, pero la gente siempre quiere escuchar esa en específico…y la cantamos (risas).

— ¿El público manda?

— El público manda, sí, pero somos egoístas al momento de hacer el disco. Grabamos lo que nos gusta, sale de nuestras manos, y ellos los que deciden si está chido o no.

Por cierto
Mucha música, poco diálogo


Algunos artistas optan por platicar más que cantar en sus conciertos. El caso de Intocable es diferente, y Ricky Muñoz le adelanta a los asistentes que lo que les espera este 26 de mayo en el Auditorio Telmex. “Viene mucha música, vamos a tratar de dar un show de más de dos horas. El show de Intocable es mucha música, casi no paramos, no somos mucho de hablar, una rola tras otra y tratar de dar todo sobre el escenario”.

Intocable en concierto / Auditorio Telmex / 26 de mayo / 21:00 horas / Boletos de 220 a mil 210 pesos
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