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El periodismo musical, necesidad imperante

Eduardo Guillot, colaborador de revistas como Rockdelux y Efe Eme, plantea los retos que enfrentan los medios profesionales ante la competencia desbordada en internet

GUADALAJARA, JALISCO (02/JUN/2012).- El acceso infinito a contenidos musicales a través de internet permite, como nunca en la historia, ahogarse en un mar de producciones y saciar los oídos más sedientos. Por lo tanto, faltan valientes que puedan acribar la información entre esas tumultuosas aguas: “Ahora tenemos a golpe de ratón, delante de la pantalla de nuestra computadora, absolutamente toda la música que queramos del mundo. Pero si no tenemos alguna información sobre ella previamente, no sabremos si nos interesa o no”, opina el español Eduardo Guillot, periodista musical que ha colaborado en revistas como Rockdelux, La Cartelera y la web Efe Eme, así como en diversos libros.
 
“Nuestro trabajo debe ejercerse de una manera más responsable que antaño. Hace unas décadas escribías en un medio de comunicación y el lector tenía que creerte porque no tenía la posibilidad de escuchar la música de la que le estabas hablando. Ahora puedes estar leyendo sobre un grupo y al mismo tiempo estar escuchándolo en internet, por lo cual tenemos que estar más preparados que nunca y tener un criterio más riguroso para no defraudar a ese lector”.
 
¿Cómo competir con Wikipedia, Myspace o Bandcamp, que ofrecen información a un clic de distancia sobre cualquier grupo o acto musical? Guillot hace hincapié en la habilidad de analizar la realidad en la que nos toca vivir y ordenar las manifestaciones musicales desde un punto de vista crítico y reflexivo, es decir, dar valor agregado.
 
En ese sentido, el periodista musical no es diferente a sus compañeros que cubren temas políticos o sociales: más allá del simple registro de los hechos, los profesionales de la comunicación tienen la obligación de ofrecer a sus lectores una versión interpretativa de la realidad. Deben ser capaces de hilar los hilos finos de un determinado fenómeno. Sólo así podrán sobrevivir ante la competencia desbordada de miles de páginas web, foros y blogs que trabajan desde un punto de vista más amateur.
 
Eduardo está convencido de que, al menos en España, hay un sector de gente que está interesada en el periodismo musical, porque si no sería imposible que subsistieran publicaciones con más de 15 años de tradición. “Hay lectores fidelizados que buscan firmas porque garantizan algunos criterios y rigor, pero también creo que hay mucha gente que se informa viendo Google directamente, que no busca un punto de vista crítico”.

EL INFORMADOR/ BRENDA RAMOS
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