Entretenimiento
El ocaso de las emociones
La cinta ''Terapia de riesgo'' será la penúltima del director Steven Soderbergh, tras anunciar su próximo retiro
GUADALAJARA, JALISCO (22/MAR/2013).- “En un médico capacitado, y con la medicina adecuada, se encuentra el secreto de la salud restaurada”. Es una rima sencilla, basada en una máxima que se aprende desde la infancia. Pero, ¿qué sucede cuando, sin importar cuántos doctores se consulten, la salud no mejora? ¿Qué hacer cuando lo que se supone sería un alivio, se transforma en una pesadilla? ¿Qué pensar cuando la medicina se vuelve mil veces peor que el remedio?
Esa es la premisa que expone ''Terapia de riesgo'' (''Side effects''), largometraje que se estrena en las carteleras mexicanas bajo la dirección de Steven Soderbergh; quien anunció previamente que éste será su penúltimo trabajo en el mundo del cine, luego de exponer su deseo de retirarse, sin aclarar si se trata de un adiós definitivo o uno temporal.
''Terapia de riesgo'', basada en una novela de Alison Bass, toma un caso real como inspiración, cuando a los tribunales estadounidenses llegó una marea de demandas contra el medicamento Paxil, por las contraindicaciones provocadas a niños y adultos, efectos que causaron una verdadera alarma social luego de que fuera consumido por millones de enfermos. El efecto secundario más peligroso de este antidepresivo es que afectaba severamente la personalidad del paciente.
Aunque está basada en una historia real y documentada por la prensa, Soderbergh no le muestra todas sus cartas a los espectadores, y asegura que leer los periódicos de esa época no revela lo que él buscaba contar. No se va sobre aquel escándalo, sino que se centra en quien fue una víctima más de un medicamento peligroso. Le pone cara a la tragedia, al tiempo que esconde varios elementos para crear tensión en la trama. Tuerce la lógica cuando es necesario, y juega con la mente de sus protagonistas. La idea, a final de cuentas, es hacer que los espectadores se sumerjan también en la confusión.
Navegar en la locura
Para su penúltima aventura cinematográfica, Soderbergh se supo rodear de un elenco de lujo. Terapia de riesgo cuenta con las actuaciones de Rooney Mara, Channing Tatum, Jude Law y Catherine Zeta-Jones, centrándose en los problemas de ''Emily'' (Mara) y ''Martin'' (Tatum).
''Emily'' es una mujer que ha desarrollado en los últimos años una fuerte tendencia a la depresión, misma que no disminuye una vez que ''Martin'' es liberado de la prisión, tras purgar una condena de cuatro años por negocios ilícitos.
Con el ánimo por los suelos, y sin señales de que vaya a mejorar pronto, la pareja visita a un psiquiatra, Jonathan Banks (Law), quien le receta una nueva droga, Paxil, para tratar su ansiedad y depresión, lo cual traerá inesperados efectos secundarios en ella.
Banks sabía que podía ser peligroso darle el medicamento, pero su falta de escrúpulos (y de dinero), pueden más que su conciencia. El abuso de las drogas y la falta de ética en la medicina son los ejes sobre los que Soderbergh comienza a tejer su historia.
La mente de Rooney Mara se convierte en el hilo conductor que va encaminando y torciendo la trama. “Es un tema interesante. Entonces agrega el factor de que literalmente la psicología de cada persona es diferente. Cada quién reacciona de manera diferente a estas drogas. Cómo reacciona tu cuerpo luego de mucho tiempo, y si se debe o no ajustar tu dosis, y si eso va a afectar los efectos secundarios o no”.
Como si se tratara de un verdadero cirujano, el realizador disecciona las emociones con las que jugó en Terapia de riesgo, en declaraciones que ofreció al portal de internet ''Indiewire'' Soderbergh señaló: “No hay cosas más complejas para interactuar, que los químicos hechos en un laboratorio y tu cuerpo. En verdad se necesita un intermediario, como un doctor, ojalá uno bueno, para que guíe esa interacción. Y, como sabemos, hay doctores muy buenos, y hay otros que, como se muestra en la película, no lo son tanto”.
PARA SABER
¿Y qué pasó con el medicamento?
En 2004, el diario español El Mundo ya daba cuenta de cómo Paxil cimbró a la industria farmacéutica. El periodista Carlos Martínez consignó en ese rotativo que el entonces fiscal del Estado de Nueva York, Eliot Spitzer, “demandó a GlaxoSmithkline (GSK) por ocultar datos negativos sobre uno de sus medicamentos, el antidepresivo Paxil, el nombre comercial de paroxetina”.
El medicamento provocaba en los consumidores (especialmente los jóvenes) “pensamientos suicidas”.
EFECTO SECUNDARIO
¿Será la despedida?
Steven Soderbergh temía que el anuncio de su retiro terminara por opacar el brillo de la película. Y lo cierto es que sus temores se hicieron realidad.
La mayor parte de las reseñas de la película han girado en torno a su decisión de decirle adiós al Séptimo Arte y menos a la trama de la película; sobre todo cuando se supo que el que será su último largometraje, ''Behind the Candelabra'', ni siquiera se estrenará en la gran pantalla, sino que irá directo a la televisión, al ser una producción del canal HBO.
La pregunta que sigue en el aire es si el realizador de verdad dejará de lado su profesión, o sólo se trata de una despedida temporal, una cuestión para la que ni siquiera él tiene una respuesta clara. “No creo que pueda nunca sentarme y no hacer nada. Simplemente van a ser cosas diferentes. Mi idea es que tal vez explorando otros campos, pueda encontrar otra manera de hacer este trabajo y reiniciarme de alguna manera. Es algo que he planeado por un tiempo, y me da esa sensación de que simplemente sé que algo tiene que cambiar”.
Esa es la premisa que expone ''Terapia de riesgo'' (''Side effects''), largometraje que se estrena en las carteleras mexicanas bajo la dirección de Steven Soderbergh; quien anunció previamente que éste será su penúltimo trabajo en el mundo del cine, luego de exponer su deseo de retirarse, sin aclarar si se trata de un adiós definitivo o uno temporal.
''Terapia de riesgo'', basada en una novela de Alison Bass, toma un caso real como inspiración, cuando a los tribunales estadounidenses llegó una marea de demandas contra el medicamento Paxil, por las contraindicaciones provocadas a niños y adultos, efectos que causaron una verdadera alarma social luego de que fuera consumido por millones de enfermos. El efecto secundario más peligroso de este antidepresivo es que afectaba severamente la personalidad del paciente.
Aunque está basada en una historia real y documentada por la prensa, Soderbergh no le muestra todas sus cartas a los espectadores, y asegura que leer los periódicos de esa época no revela lo que él buscaba contar. No se va sobre aquel escándalo, sino que se centra en quien fue una víctima más de un medicamento peligroso. Le pone cara a la tragedia, al tiempo que esconde varios elementos para crear tensión en la trama. Tuerce la lógica cuando es necesario, y juega con la mente de sus protagonistas. La idea, a final de cuentas, es hacer que los espectadores se sumerjan también en la confusión.
Navegar en la locura
Para su penúltima aventura cinematográfica, Soderbergh se supo rodear de un elenco de lujo. Terapia de riesgo cuenta con las actuaciones de Rooney Mara, Channing Tatum, Jude Law y Catherine Zeta-Jones, centrándose en los problemas de ''Emily'' (Mara) y ''Martin'' (Tatum).
''Emily'' es una mujer que ha desarrollado en los últimos años una fuerte tendencia a la depresión, misma que no disminuye una vez que ''Martin'' es liberado de la prisión, tras purgar una condena de cuatro años por negocios ilícitos.
Con el ánimo por los suelos, y sin señales de que vaya a mejorar pronto, la pareja visita a un psiquiatra, Jonathan Banks (Law), quien le receta una nueva droga, Paxil, para tratar su ansiedad y depresión, lo cual traerá inesperados efectos secundarios en ella.
Banks sabía que podía ser peligroso darle el medicamento, pero su falta de escrúpulos (y de dinero), pueden más que su conciencia. El abuso de las drogas y la falta de ética en la medicina son los ejes sobre los que Soderbergh comienza a tejer su historia.
La mente de Rooney Mara se convierte en el hilo conductor que va encaminando y torciendo la trama. “Es un tema interesante. Entonces agrega el factor de que literalmente la psicología de cada persona es diferente. Cada quién reacciona de manera diferente a estas drogas. Cómo reacciona tu cuerpo luego de mucho tiempo, y si se debe o no ajustar tu dosis, y si eso va a afectar los efectos secundarios o no”.
Como si se tratara de un verdadero cirujano, el realizador disecciona las emociones con las que jugó en Terapia de riesgo, en declaraciones que ofreció al portal de internet ''Indiewire'' Soderbergh señaló: “No hay cosas más complejas para interactuar, que los químicos hechos en un laboratorio y tu cuerpo. En verdad se necesita un intermediario, como un doctor, ojalá uno bueno, para que guíe esa interacción. Y, como sabemos, hay doctores muy buenos, y hay otros que, como se muestra en la película, no lo son tanto”.
PARA SABER
¿Y qué pasó con el medicamento?
En 2004, el diario español El Mundo ya daba cuenta de cómo Paxil cimbró a la industria farmacéutica. El periodista Carlos Martínez consignó en ese rotativo que el entonces fiscal del Estado de Nueva York, Eliot Spitzer, “demandó a GlaxoSmithkline (GSK) por ocultar datos negativos sobre uno de sus medicamentos, el antidepresivo Paxil, el nombre comercial de paroxetina”.
El medicamento provocaba en los consumidores (especialmente los jóvenes) “pensamientos suicidas”.
EFECTO SECUNDARIO
¿Será la despedida?
Steven Soderbergh temía que el anuncio de su retiro terminara por opacar el brillo de la película. Y lo cierto es que sus temores se hicieron realidad.
La mayor parte de las reseñas de la película han girado en torno a su decisión de decirle adiós al Séptimo Arte y menos a la trama de la película; sobre todo cuando se supo que el que será su último largometraje, ''Behind the Candelabra'', ni siquiera se estrenará en la gran pantalla, sino que irá directo a la televisión, al ser una producción del canal HBO.
La pregunta que sigue en el aire es si el realizador de verdad dejará de lado su profesión, o sólo se trata de una despedida temporal, una cuestión para la que ni siquiera él tiene una respuesta clara. “No creo que pueda nunca sentarme y no hacer nada. Simplemente van a ser cosas diferentes. Mi idea es que tal vez explorando otros campos, pueda encontrar otra manera de hacer este trabajo y reiniciarme de alguna manera. Es algo que he planeado por un tiempo, y me da esa sensación de que simplemente sé que algo tiene que cambiar”.
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