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El lenguaje de David Garrett

El músico se presentará el próximo 5 de marzo en nuestra ciudad, con la promesa de ofrecer lo mejor de su repertorio a sus fieles tapatíos

GUADALAJARA, JALISCO (17/FEB/2016).- Sobre el escenario no hay idioma. Las barreras que existen entre el inglés, el español, el alemán, el japonés o cualquier otra lengua se desvanecen. La comunicación se vuelve tan simple como profunda. Tan artística como catártica. Esto es lo que aprendió David Garrett en el instante en el que decidió tomar un violín por primera vez en la vida.
Las palabras a veces sobran en el mundo de los sonidos.

La vida de Garrett (nacido en Alemania en 1980) ha estado ligada a los sonidos desde la infancia. Hijo de una Primera Bailarina y un jurista, a los cuatro años se inició en el violín y a los cinco ya se encontraba practicando constantemente. A 25 años del momento que definió su vida, viene a Guadalajara convertido en uno de los artistas más aclamados en su género.

“Me emociona venir a México. De hecho en las últimas semanas (su equipo y él) hemos estado preparando cuidadosamente el espectáculo para visitarlos, al tiempo que alistamos un par de shows más que haremos en la gira”, explica el alemán en entrevista exclusiva con EL INFORMADOR, previo al concierto que ofrecerá en el Auditorio Telmex el próximo 5 de marzo.

Habrá que aclarar que el trabajo que hace Garrett causa polémica entre los puristas del violín. El teutón siente a la música como un ser vivo, en constante cambio, por lo que estructura sus espectáculos con una combinación de piezas clásicas que se intercalan con otros sonidos mucho más contemporáneos. Un viaje musical que espera disfruten los tapatíos. Una aventura a través de un mundo donde no hay idiomas.

—Tienes una base de fanáticos muy grande en Guadalajara, ¿estás preparando algo especial para nosotros?

—Estaré tocando, por primera vez, en vivo piezas de mi álbum más reciente, llamado “Explosive” (2015), eso lo hace muy especial, porque es la oportunidad de hacer cosas nuevas.

Lo que haré en el espectáculo será incluir muchas piezas que no he interpretado en visitas anteriores en México. Así que será una mezcla entre las canciones más populares de mí carrera con lo más reciente que he hecho. Estoy muy emocionado.

—Si hay algo que caracteriza al espectáculo de David Garrett es la mezcla entre lo clásico, lo teatral, lo fastuoso y la adrenalina. ¿Qué tan complicado ha sido alcanzar ese equilibrio?

—Bueno, no creo que la gente venga porque hay mucho clásico por escuchar (risas). Todos esos elementos se van dando de forma natural a través del tiempo, es la verdad. No hay un guión para darle esa espectacularidad al show, porque lo único en lo que me concentro es en la música. Lo demás se va por añadido. Creo que el secreto para ese equilibrio en todo caso es que disfruto tocar la música y disfruto ver que la gente está pasando un buen rato con lo que hago.

—Al momento en que decidiste navegar entre sonidos clásicos y contemporáneos, ¿cuál fue el mayor reto que encontraste?

—(Hace una pausa) No creo que necesariamente “navegar” sea la palabra que mejor define esos cambios, porque al momento en el que estoy sobre el escenario todo se trata sobre sonidos. En todo caso es una cuestión de gustos, en la manera en que te relacionas con la música.

Ahora, claro que hay una diferencia entre los dos estilos, eso es verdad. Cuando tocas un concierto, lo haces lo mejor que puedes. Practicas y practicas hasta alcanzar la perfección en las piezas que ejecutas, que ya están escritas y te piden eso, perfección.

Cuando haces un crossover con sonidos más modernos es algo más personal; tienes que poner mucho más de lo que hay en ti, porque es allí donde tienes que equilibrar las cosas entre tus gustos y las piezas tradicionales.

—Hablando de crossover, hay muchos elementos prestados del rock en tu sonido, ¿qué tanto influyó el género conforme ibas creciendo?

—Voy a hacer una confesión: en mi casa no se escuchaba realmente nada que no fuera clásico. Era un ambiente artísticamente controlado. La primera vez que escuché música “diferente” fue a través de la radio, y ya tendría unos 13 o 14 años para ese momento. ¡Ya era tarde! (risas).

—¡Debió ser un shock!

—Así fue (risas). Pero cuando comencé a escuchar esos sonidos quedé sorprendido. Me convertí en una esponja que absorbía todos esos géneros ajenos a lo tradicional. Abrir mi mente al rock y a la avalancha de sonidos que no tenían que ver con lo clásico, resultó en algo fundamental para lo que quería y lo que estoy haciendo con mi vida.

Encanta en el cine

El escenario musical no es el único espacio donde David Garrett ha logrado captar la atención de los espectadores. También el cine lo adora.

El alemán es el protagonista de la película “The Devil’s Violinist” (2013), que relata la vida del legendario violinista y compositor italiano Niccolo Paganini, quien en el siglo XIX revolucionó la manera de ejecutar piezas para este instrumento.

Además de encarnar al legendario artista, Garrett también se encargó del soundtrack de la cinta, lo que le valió el reconocimiento de la prensa. Si bien la cinta tuvo un paso discreto por nuestro continente, fue un éxito en suelo europeo.
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