Entretenimiento
El idilio de Woody Allen hace escala en Francia
Con ''Medianoche en París'', el cineasta confirma el éxito que le ha traído filmar en Europa
GUADALAJARA, JALISCO (13/AGO/2011).- Un buen día Woody Allen decidió que era demasiado caro seguir haciendo películas en Estados Unidos, abandonó la ciudad de Nueva York y se fue a Europa. Venía de una esas épocas de llevarse mal con la crítica, que se pasó ocho años proclamando su decadencia después de cintas como La maldición del escorpión de jade (2001), El ciego (Hollywood ending, 2002) o Muero por ti (Anything else, 2003). Pero en 2005 se fue a Londres, contrató a Scarlett Johansson, escribió el guión de un sorprendente thriller y le cerró la boca a medio mundo con La provocación (Match point).
Allí comenzó un fructífero romance con el Viejo Continente que todavía no termina. En los últimos seis años, Allen (Brooklyn, 1935) ha filmado siete películas y sólo una de ellas, Así pasa cuando sucede (Whatever works, 2009), en Estados Unidos.
Con las otras ha visitado Londres, Barcelona y París, y en ésta última situó la más reciente, cinta que se convirtió sin aviso no solamente en la que le ha merecido mejores críticas desde La provocación, sino también en la más taquillera de sus 41películas como director.
Es la comedia romántica Medianoche en París (Midnight in Paris, 2011), en donde revive su interés por la gente ilusionada por una vida diferente, además de rendirle un homenaje al París bohemio del siglo pasado.
Reporta ganancias
Según consigna el sitio web Box Office Mojo, Medianoche en París ha recaudado 79.5 millones de dólares desde su estreno el 20 de mayo: 46 en Estados Unidos y 33.5 en otros países.
La película más exitosa de Allen hasta ahora, había sido Hannah y sus hermanas, de 1986, que le redituó 40 millones de dólares en Estados Unidos.
La parisina se ha estrenado en al menos 20 países y, considerando que costó 30 millones, puede decirse que, sí, fue negocio.
Detrás no parece haber alguna fórmula excepcional. De hecho, Medianoche en París suena a una cinta convencional de Woody Allen: una comedia romántica que explora el drama de sentirse en la vida equivocada, historia protagonizada por estrellas con personajes poco comunes en sus filmografías.
Esta vez son Owen Wilson y la guapa Rachel McAdams, acompañados de una belleza con Oscar y prestigio creciente, Marion Cotillard, y de Kathy Bates, Michael Sheen, Tom Hiddleston (el actor que hizo a Loki en Thor) y, por supuesto, la modelo y primera dama francesa Carla Bruni, quien atrajo a multitudes de fans y fotógrafos que alimentaron la expectación y estorbaron el rodaje.
Un asunto de amor
Es el punto más feliz del idilio entre el viejo director neoyorquino, uno de los autores más influyentes del cine moderno, y la vieja Europa, en donde siempre ha merecido mayor éxito que en su tierra natal.
Un asunto de puro amor, porque él no le ha cerrado el corazón a la Gran Manzana, pero ha dejado clara su adoración por la capital de Francia: “Soy parcial respecto a Nueva York, porque nací y crecí allí, pero, si no viviera en Nueva York, París es la ciudad donde viviría”, le dijo a la prensa luego del estreno en la apertura del más reciente Festival de Cannes.
Medianoche en París es el regreso del cineasta en la figura de uno de sus usuales álter egos: Gil, el protagonista, interpretado por Owen Wilson.
Gil es un guionista californiano que de joven soñó ser novelista, antes de que lo secuestraran la rutina y la comodidad económica. Pone un pie en París y revive sus ilusiones de ser como Fitzgerald o Hemingway, y con eso resucita a los artistas de los años veinte de esa ciudad.
Enamorado de París, Gil la ve con los ojos de quien añora tiempos mejores para sí mismo. Nostalgia que impregna otros títulos de Allen, quien usó un recurso fantástico similar, por ejemplo, en La rosa púrpura de El Cairo (1985).
Aunque tardó cuatro años en filmar Medianoche en París, Woody Allen se encontró al final con un proyecto mucho más redituable que la exitosa Vicky Cristina Barcelona (2008), en la que plasmó su visión “a lo Gaudí” de la capital catalana, o con sus anteriores viajes a la nublada, tradicional y truculenta Londres.
Romance europeo
Difícil no alimentar este romance europeo, cuando los gobiernos de las ciudades donde ha trabajado incluso hacen intercambios con él: si la cinta incluye uno que otro bonito plano que atraiga turistas, él recibe apoyo tributario.
Algo similar le está pasando en la más reciente parada de su itinerario. Hoy mismo, el director filma en Roma The Bop Decameron, con un elenco que incluye a Jesse Eisenberg, Ellen Page, Penélope Cruz y Roberto Benigni. Hace poco declaró que le interesa viajar a la brasileña Río de Janeiro. Como siempre, aún no tiene listo el guión. Pero, por lo pronto, está disfrutando su idilio otoñal con Europa. Y parece que lo hace particularmente feliz.
Lejos de Nueva York
El tour europeo de Woody Allen
LONDRES
Conocerás al hombre de tus sueños (You will meet a tall dark stranger, 2010)
El sueño de Cassandra (Cassandra’s dream, 2007)
Amor y muerte (Scoop, 2006)
La provocación (Match point, 2005)
BARCELONA
Vicky Cristina Barcelona (2008)
PARÍS
Medianoche en París (2011)
ITALIA
The Bop Decameron (en rodaje)
Allí comenzó un fructífero romance con el Viejo Continente que todavía no termina. En los últimos seis años, Allen (Brooklyn, 1935) ha filmado siete películas y sólo una de ellas, Así pasa cuando sucede (Whatever works, 2009), en Estados Unidos.
Con las otras ha visitado Londres, Barcelona y París, y en ésta última situó la más reciente, cinta que se convirtió sin aviso no solamente en la que le ha merecido mejores críticas desde La provocación, sino también en la más taquillera de sus 41películas como director.
Es la comedia romántica Medianoche en París (Midnight in Paris, 2011), en donde revive su interés por la gente ilusionada por una vida diferente, además de rendirle un homenaje al París bohemio del siglo pasado.
Reporta ganancias
Según consigna el sitio web Box Office Mojo, Medianoche en París ha recaudado 79.5 millones de dólares desde su estreno el 20 de mayo: 46 en Estados Unidos y 33.5 en otros países.
La película más exitosa de Allen hasta ahora, había sido Hannah y sus hermanas, de 1986, que le redituó 40 millones de dólares en Estados Unidos.
La parisina se ha estrenado en al menos 20 países y, considerando que costó 30 millones, puede decirse que, sí, fue negocio.
Detrás no parece haber alguna fórmula excepcional. De hecho, Medianoche en París suena a una cinta convencional de Woody Allen: una comedia romántica que explora el drama de sentirse en la vida equivocada, historia protagonizada por estrellas con personajes poco comunes en sus filmografías.
Esta vez son Owen Wilson y la guapa Rachel McAdams, acompañados de una belleza con Oscar y prestigio creciente, Marion Cotillard, y de Kathy Bates, Michael Sheen, Tom Hiddleston (el actor que hizo a Loki en Thor) y, por supuesto, la modelo y primera dama francesa Carla Bruni, quien atrajo a multitudes de fans y fotógrafos que alimentaron la expectación y estorbaron el rodaje.
Un asunto de amor
Es el punto más feliz del idilio entre el viejo director neoyorquino, uno de los autores más influyentes del cine moderno, y la vieja Europa, en donde siempre ha merecido mayor éxito que en su tierra natal.
Un asunto de puro amor, porque él no le ha cerrado el corazón a la Gran Manzana, pero ha dejado clara su adoración por la capital de Francia: “Soy parcial respecto a Nueva York, porque nací y crecí allí, pero, si no viviera en Nueva York, París es la ciudad donde viviría”, le dijo a la prensa luego del estreno en la apertura del más reciente Festival de Cannes.
Medianoche en París es el regreso del cineasta en la figura de uno de sus usuales álter egos: Gil, el protagonista, interpretado por Owen Wilson.
Gil es un guionista californiano que de joven soñó ser novelista, antes de que lo secuestraran la rutina y la comodidad económica. Pone un pie en París y revive sus ilusiones de ser como Fitzgerald o Hemingway, y con eso resucita a los artistas de los años veinte de esa ciudad.
Enamorado de París, Gil la ve con los ojos de quien añora tiempos mejores para sí mismo. Nostalgia que impregna otros títulos de Allen, quien usó un recurso fantástico similar, por ejemplo, en La rosa púrpura de El Cairo (1985).
Aunque tardó cuatro años en filmar Medianoche en París, Woody Allen se encontró al final con un proyecto mucho más redituable que la exitosa Vicky Cristina Barcelona (2008), en la que plasmó su visión “a lo Gaudí” de la capital catalana, o con sus anteriores viajes a la nublada, tradicional y truculenta Londres.
Romance europeo
Difícil no alimentar este romance europeo, cuando los gobiernos de las ciudades donde ha trabajado incluso hacen intercambios con él: si la cinta incluye uno que otro bonito plano que atraiga turistas, él recibe apoyo tributario.
Algo similar le está pasando en la más reciente parada de su itinerario. Hoy mismo, el director filma en Roma The Bop Decameron, con un elenco que incluye a Jesse Eisenberg, Ellen Page, Penélope Cruz y Roberto Benigni. Hace poco declaró que le interesa viajar a la brasileña Río de Janeiro. Como siempre, aún no tiene listo el guión. Pero, por lo pronto, está disfrutando su idilio otoñal con Europa. Y parece que lo hace particularmente feliz.
Lejos de Nueva York
El tour europeo de Woody Allen
LONDRES
Conocerás al hombre de tus sueños (You will meet a tall dark stranger, 2010)
El sueño de Cassandra (Cassandra’s dream, 2007)
Amor y muerte (Scoop, 2006)
La provocación (Match point, 2005)
BARCELONA
Vicky Cristina Barcelona (2008)
PARÍS
Medianoche en París (2011)
ITALIA
The Bop Decameron (en rodaje)
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