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El gran día

La nobleza y el pueblo celebran el enlace de Guillermo y Kate, el acontecimiento del año en Londres

LONDRES, INGLATERRA (29/ABR/2011).-  De las 10 casas reales que siguen vigentes en Europa, es la británica la que conserva con mayor celo las tradiciones heredadas de otra época. Quizá sea este vínculo con el pasado lo que podría parecer que les aleja de la sociedad británica, pero no es así. Francisco Merino, presidente de la Escuela de Protocolo de Madrid (España), asegura que “a los británicos les encanta que perviva ese ceremonial”.

La monarquía británica “mantiene la ceremonia de coronación con el cetro, las capas de armiño, las carrozas... a diferencia de las monarquías escandinavas, por ejemplo, que no tienen una ceremonia de coronación como tal. La británica sigue conservando esa tradición”, comenta Merino, quien señala que, si bien no ha habido duras críticas, ese gusto por la tradición ha hecho que no se entendiera demasiado bien el que la novia Kate Middleton “haya decidido llegar a la ceremonia religiosa en un Rolls Royce en lugar de acudir en la tradicional carroza”.

William Hanson, experto británico en protocolo y etiqueta, indica que la Familia Real británica se guía por estrictas reglas de comportamiento social porque es la manera que entienden de “hacer las cosas bien”. Y aclara que, como representantes del Reino Unido, en sus encuentros con jefes de Estado o Gobierno no quieren que “nada salga mal, intentan no crear conflictos diplomáticos o dejar que cualquier error permita pensar que es un país de tontos”.

Bajo la lupa

La Abadía de Westminster ha sido el templo elegido para el enlace en lugar de la catedral de San Pablo, donde se casaron el príncipe Carlos y Diana Spencer. Una decisión acertada también marcada por la historia.

“El príncipe Guillermo ha elegido bien. Realmente es en la abadía donde, por tradición, se han casado siempre los miembros de la Casa Real Británica; donde se celebran las coronaciones o los funerales de los soberanos o miembros de la familia. El único que rompió esa tradición fue Carlos, pero lo hizo porque no cabían todos los invitados en Westminster”, explica Francisco Merino.
No hay que olvidar que el funeral de la princesa Diana, quien falleció en un accidente de tráfico en París en 1997, también se ofició en esta histórica abadía.

El enlace del príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, es un acontecimiento privado y “un evento institucional y por tanto la lista de invitados la ha preparado el Palacio de Buckingham”, cuenta Hanson. “La reina Isabel II mantiene encuentros habituales con los miembros de otras familias reales y en ese sentido no hay instrucciones especiales. Los representantes extranjeros reciben una llamada antes de cursar la invitación oficial para confirmar si asistirán o enviarán a alguien en su lugar. La verdad es que nadie suele rechazar una invitación de estas características”, apunta.

El experto británico afirma que la pareja ha podido invitar a sus amigos más íntimos, que se sentarán entre “líderes mundiales y políticos”.

Carlos Fuente Lafuente, director del Instituto Universitario de Protocolo de la Universidad Camilo José Cela de Madrid (España), señala que los novios han jugado un papel importante a la hora de decidir la lista de invitados, pues han querido que esté presente una representación de la sociedad británica como “miembros de instituciones benéficas y otros sectores normalmente olvidados en este tipo de enlaces”.

Al pie de la letra

El reverso de la invitación dispone de instrucciones precisas sobre cómo y cuándo debe llegar a Westminster su portador, “donde probablemente pasará algún control de seguridad”, comenta Hanson.

Precisamente el Palacio de Buckingham ha prohibido expresamente la utilización de teléfonos móviles, cámaras y twittear en el transcurso de la ceremonia. “Una política que tienen adoptada ya algunas iglesias británicas”, según William Hanson.
La reina de Inglaterra será la última en llegar a la abadía, escasos minutos antes de que lo haga Kate Middleton.

También la reina decide cuáles invitados acudirán a la ceremonia religiosa, alrededor de mil 900, y quiénes, unos 600, al buffet nupcial en el Palacio de Buckingham, en el que estarán presentes los miembros del Gobierno, el cuerpo diplomático acreditado, los miembros de las casas reales, y los amigos de la pareja.

“A la ceremonia religiosa asistirán representantes de la sociedad y la cultura que luego no tienen porqué ir a Buckingham”, comenta Merino, quien también indica que al tercer acto de la jornada, la cena organizada en Clarence House, la residencia del príncipe Carlos, se prevé que acudan 300 personas.

El recorrido oficial

Tras la ceremonia y después un recorrido por las calles de Londres en carroza para saludar a los británicos que se hallan congregado a su paso, los recién casados llegarán al Palacio Buckingham, donde los acordes de la arpista oficial del príncipe Carlos, Claire Jones, recibirán a la pareja que irá saludando a familiares y amigos.




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