Entretenimiento
El glamour regresó a Washington de la mano de Carla Bruni
Se espera que luzca sus mejores galas esta noche durante la cena que los Obama ofrecerán al presidente francés, Nicolas Sarkozy
Se espera que las dos luzcan sus mejores galas esta noche durante la cena que los Obama ofrecerán al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su esposa.
Debido a que es un encuentro privado, el único testigo del mismo será el fotógrafo oficial de la Casa Blanca, Pete Souza, quien capturará la imagen más cotizada del día.
Los vestuarios de Michelle y Carla han hecho correr ya ríos de tinta y la prensa suele hacer mención incluso a una rivalidad entre ambas que muchos consideran pura invención mediática.
La cumbre de la OTAN en Estrasburgo (Francia) en abril del 2009, en la que las dos damas coincidieron por primera vez en un acto oficial, fue la referencia inicial explícita a esa supuesta competencia.
El encuentro, para el que Michelle Obama eligió un vestido negro sin mangas, y Bruni uno del mismo color, de manga corta y encaje en el cuello fue descrito como "un duelo de moda", "un choque entre dos titanes" del estilo y "una batalla de elegancia", por citar sólo algunos de los épicos términos elegidos para la ocasión.
Esa gira incluyó otros "modelos" igual de comentados, como el abrigo gris de Christian Dior que lució Bruni durante uno de los encuentros con Michelle, en el que ésta se inclinó por un abrigo con detalles florales del modisto Thakoon Panichgul, quien diseñó también su vestido de la noche de investidura.
En junio, durante los actos de conmemoración del 65 aniversario del Desembarco de Normandía en Francia las dos volvieron a dar de qué hablar.
La primera dama estadounidense optó entonces por un abrigo blanco con un gran cinturón plateado de Michael Kors y un vestido también blanco del diseñador Narciso Rodríguez, mientras que Bruni se inclinó por un diseño en blanco y negro de Christian Dior.
Ambas tienen un estilo muy personal, que en el caso de la ex modelo y ahora primera dama gala oscila entorno a las líneas elegantes, un declarado amor por el gris perla y por las prendas de Dior.
Michelle Obama, por su parte, ha utilizado su ropero para construir la imagen de una mujer contemporánea y accesible, con toques ocasionales de sofisticación y entusiasmo por la alta costura y los modistos emergentes.
La de hoy es la primera visita de Sarkozy a la Casa Blanca.
Se espera que el gobernante francés y el presidente estadounidense, Barack Obama, aborden algunos de los asuntos más candentes de la escena internacional, entre ellos la guerra en Afganistán, los planes nucleares de Irán y la arquitectura financiera internacional.
Las primeras damas los acompañarán, al menos durante la cena, y hablarán de sus cosas. Pero sobre todo, darán de qué hablar.
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