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El escritor Solzhenitsyn tuvo una vida difícil pero feliz: dice familia

Solzhenitsyn mismo sobrevivió, física y espiritualmente, en un sistema penal de injusticia y penuria que doblega el alma

MOSCOW, RUSIA.- Alexander Solzhenitsyn, escritor ganador del Premio Nobel cuyos libros expusieron y hicieron crónica de la vasta red de campos de concentración de Stalin, vivió ``una vida difícil pero feliz'', dijo su familia.

El hijo del escritor, Stepan Solzhenitsyn, dijo a The Associated Press que su padre murió a última hora del domingo a la edad de 89 años debido a una insuficiencia cardiaca.

Los relatos impávidos de Solzhenitsyn sobre torturas y sobrevivencia en los campos de trabajos forzados de la Unión Soviética cautivaron a sus compatriotas, cuya historia secreta él ayudó a exponer. Esas narraciones le ocasionaron 20 años de exilio amargo, pero acompañado de reconocimiento internacional.

Además inspiraron a millones, quizá, con la noción de que la valentía e integridad de una persona podrían ayudar a derrotar la maquinaria totalitaria de un imperio.

Su esposa, Natalya, dijo a la agencia de noticias Interfax que su marido, quien sufrió junto con millones de rusos en el sistema de campos de concentración, falleció como lo había deseado.

``El quería morir en el verano y murió en el verano'', señaló. ``El quería morir en casa y murió en casa. En general, yo diría que Alexander Isaevich vivió una vida difícil, pero feliz'', comentó.

Muchas personas le rindieron tributo a Solzhenitsyn tras enterarse de su fallecimiento, incluso uno del hombre que desmanteló el último de los campos de trabajos forzados en la década de 1980, el ex presidente soviético Mijail Gorbachev.

``El destino de Solzhenitsyn, como el de millones de ciudadanos del país, estuvo marcado por pruebas graves'', dijo Gorbachev, según lo citó Interfax. ``El fue uno de los primeros que habló abiertamente sobre el régimen inhumano estalinista y sobre la gente que lo sufrió pero no se resquebrajó'', agregó.

También lo elogió el primer ministro Vladimir Putin, quien a pesar de ser un veterano de la KGB o Comisión para la Seguridad del Estado (policía secreta soviética), forjó una relación cercana con el ferozmente patriótico Solzhenitsyn.

Los logros literarios de Solzhenitsyn, al igual que ``todo el sendero espinoso de su vida'', dijo Putin a través de un comunicado, ``permanecerán con nosotros como un ejemplo de devoción genuina y servicio desinteresado a la gente, a la madre patria y a los ideales de libertad, justicia y humanismo''.

Iniciando con la novela corta de 1962 ``Un día en la vida de Iván Denisovich'', Solzhenitsyn se consagró a describir lo que llamó la ``trituradora de carne humana'' que lo había atrapado junto con millones de compatriotas soviéticos: arrestos arbitrarios, a menudo por razones triviales y absurdas, seguidos de sentencias en campos de trabajo esclavista donde el frío, la inanición y el trabajo disciplinario doblegaban a los internos física y espiritualmente.

Su obra ``Archipiélago Gulag'', una trilogía de la década de 1970, dejó a los lectores horrorizados por la barbarie del Estado soviético bajo el dictador José Stalin.

Pero su relato sobre el sistema secreto de campos de trabajos forzados también fue edificante en su descripción de cómo una persona _ Solzhenitsyn mismo_ sobrevivió, física y espiritualmente, en un sistema penal de injusticia y penuria que doblega el alma.
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