Entretenimiento
El encanto británico de Mike Leigh
Quien presidiera el jurado de Berlín está en la ciudad para ser homenajeado en el encuentro
GUADALAJARA, JALISCO (03/MAR/2012).- Silencioso y tímido. Dispuesto a preguntar más que a responder. Mike Leigh, uno de los grandes maestros de la cinematografía británica, llegó ayer a Guadalajara y de inmediato quedó inmerso en la dinámica del Festival Internacional de Cine, al asistir por la tarde a la proyección de Momentos sombríos, película que filmó hace 40 años y con la que debutó como director.
"Es un placer estar aquí. No tengo idea de cómo reaccionaron a la primera película", señaló el realizador, al pisar el escenario del Cineforo de la Universidad de Guadalajara, en punto de las 18:00 horas, saludando al público que se reunió ayer por la tarde para observar y mostrándose feliz de pisar la Perla Tapatía. Eso sí, el director fue escueto en su trato con la prensa, limitándola al mínimo, desde su llegada.
Intimista en su trato, algo que refleja en sus películas, Leigh expuso que las historias que ha contado en la pantalla grande tratan, básicamente, sobre los momentos cotidianos que muchas veces quedan fuera de lo fastuoso del cine. "Todas mis películas se preocupan por mostrar el día a día de la vida, el viaje, el significado de lo que vivimos, el momento que enfrentamos, y creo que eso no es algo que ocurre en todas las películas; no se reflejan en el cine las cosas que nosotros enfrentamos en nuestra vida".
Momentos sombríos se desarrolla en la década de los años sesenta y cuenta la historia de Sylvia, una mujer solitaria que debe cuidar a una hermana con discapacidad y que se debate entre sumarse a los movimientos de liberación social o cumplir con su rol de "mujer modelo".
Cambio absoluto
A cuatro décadas de haber filmado Momentos sombríos, Mike Leigh confiesa que le resulta curioso ver ahora su película, "porque desde que la hice me ha pasado una vida, me he convertido en padre. Soy un hombre muy distinto al que hizo esta obra, pero me sigue gustando mucho verla".
"Mis películas son reacciones personales ante lo que sucede en el mundo", señaló el realizador, quien reconoció además de que la figura femenina tiene un papel central en buena parte de sus obras, "algo como lo que hace Almodóvar, aunque él aborda al sexo femenino de una forma un tanto distinta a la mía".
Rodada con un presupuesto limitado al extremo, Leigh recordó que el rodaje salió adelante con dos herramientas primordiales: El talento y la persistencia. "Esta película fue rodada con muy poco presupuesto y en 35 milímetros, a color, en los años sesenta, lo que la hacía cara entre las pobres. El fotógrafo era un iraní que tampoco tenía mucho dinero, ni mucho menos equipo, así que él tuvo que construir sus propias luces para iluminar la película. Para poder hacer los efectos de luces de la cinta construyó estructuras de madera y ropa interior agujereada para dar efectos únicos (risas); le quedaron bastante bien".
Reconocido por la hechura artesanal en sus largometrajes, el británico reconoció que el cine digital abre nuevas puertas a las generaciones contemporáneas. "La tecnología digital es grandiosa, tiene un potencial fantástico a nivel estético y cinemático, y también a nivel político, porque todos pueden acceder a ella para hacer un grandioso filme para todos".
Señaló que con todo eso, muchos cineastas siguen encontrando un encanto mágico en el uso del celuloide. "Es imposible de imprimirle cierto sentimiento a lo digital, es esa magia que tiene la vieja película". Agregó que en Inglaterra, actualmente, hay un gran debate sobre cómo se debe conservar y promover "el estilo antiguo de hacer cine", una discusión que, supone el siete veces nominado al premio Oscar, va a poner frente a frente a dos generaciones de creativos. "Los que quieren evolucionar y los que no".
Por cierto
Con México en la piel
Sin dejar de sonreír y con una barba blanca que presume orgulloso, Mike Leigh reconoció que se siente atado a la cultura mexicana, e incluso señaló: "Es un tanto curioso, porque en muchos momentos de mi vida he estado conectado a México, aunque esta es la primera vez que piso este país, y me siento muy agradecido con la cálida recepción que me han dado".
El cineasta, quien recibirá un homenaje en el marco del FICG, en su edición número 27, calificó a nuestro país en la formación cultural que ha ido absorbiendo a lo largo de su vida: "México me ha definido mucho de mis aspectos, siempre ha estado presente. En la política, las artes y, claro, la comida, que es algo que me encanta". Eso sí, prefirió guardarse la respuesta a la pregunta sobre cuáles cineastas aztecas conoce.
Filmografía selecta:
Otro año (2010)
Momentos sombríos (1971)
La vida es dulce (1990)
Secretos y mentiras (1996)
Happy-Go-Lucky (2008)
Otro año (2010)
"Es un placer estar aquí. No tengo idea de cómo reaccionaron a la primera película", señaló el realizador, al pisar el escenario del Cineforo de la Universidad de Guadalajara, en punto de las 18:00 horas, saludando al público que se reunió ayer por la tarde para observar y mostrándose feliz de pisar la Perla Tapatía. Eso sí, el director fue escueto en su trato con la prensa, limitándola al mínimo, desde su llegada.
Intimista en su trato, algo que refleja en sus películas, Leigh expuso que las historias que ha contado en la pantalla grande tratan, básicamente, sobre los momentos cotidianos que muchas veces quedan fuera de lo fastuoso del cine. "Todas mis películas se preocupan por mostrar el día a día de la vida, el viaje, el significado de lo que vivimos, el momento que enfrentamos, y creo que eso no es algo que ocurre en todas las películas; no se reflejan en el cine las cosas que nosotros enfrentamos en nuestra vida".
Momentos sombríos se desarrolla en la década de los años sesenta y cuenta la historia de Sylvia, una mujer solitaria que debe cuidar a una hermana con discapacidad y que se debate entre sumarse a los movimientos de liberación social o cumplir con su rol de "mujer modelo".
Cambio absoluto
A cuatro décadas de haber filmado Momentos sombríos, Mike Leigh confiesa que le resulta curioso ver ahora su película, "porque desde que la hice me ha pasado una vida, me he convertido en padre. Soy un hombre muy distinto al que hizo esta obra, pero me sigue gustando mucho verla".
"Mis películas son reacciones personales ante lo que sucede en el mundo", señaló el realizador, quien reconoció además de que la figura femenina tiene un papel central en buena parte de sus obras, "algo como lo que hace Almodóvar, aunque él aborda al sexo femenino de una forma un tanto distinta a la mía".
Rodada con un presupuesto limitado al extremo, Leigh recordó que el rodaje salió adelante con dos herramientas primordiales: El talento y la persistencia. "Esta película fue rodada con muy poco presupuesto y en 35 milímetros, a color, en los años sesenta, lo que la hacía cara entre las pobres. El fotógrafo era un iraní que tampoco tenía mucho dinero, ni mucho menos equipo, así que él tuvo que construir sus propias luces para iluminar la película. Para poder hacer los efectos de luces de la cinta construyó estructuras de madera y ropa interior agujereada para dar efectos únicos (risas); le quedaron bastante bien".
Reconocido por la hechura artesanal en sus largometrajes, el británico reconoció que el cine digital abre nuevas puertas a las generaciones contemporáneas. "La tecnología digital es grandiosa, tiene un potencial fantástico a nivel estético y cinemático, y también a nivel político, porque todos pueden acceder a ella para hacer un grandioso filme para todos".
Señaló que con todo eso, muchos cineastas siguen encontrando un encanto mágico en el uso del celuloide. "Es imposible de imprimirle cierto sentimiento a lo digital, es esa magia que tiene la vieja película". Agregó que en Inglaterra, actualmente, hay un gran debate sobre cómo se debe conservar y promover "el estilo antiguo de hacer cine", una discusión que, supone el siete veces nominado al premio Oscar, va a poner frente a frente a dos generaciones de creativos. "Los que quieren evolucionar y los que no".
Por cierto
Con México en la piel
Sin dejar de sonreír y con una barba blanca que presume orgulloso, Mike Leigh reconoció que se siente atado a la cultura mexicana, e incluso señaló: "Es un tanto curioso, porque en muchos momentos de mi vida he estado conectado a México, aunque esta es la primera vez que piso este país, y me siento muy agradecido con la cálida recepción que me han dado".
El cineasta, quien recibirá un homenaje en el marco del FICG, en su edición número 27, calificó a nuestro país en la formación cultural que ha ido absorbiendo a lo largo de su vida: "México me ha definido mucho de mis aspectos, siempre ha estado presente. En la política, las artes y, claro, la comida, que es algo que me encanta". Eso sí, prefirió guardarse la respuesta a la pregunta sobre cuáles cineastas aztecas conoce.
Filmografía selecta:
Otro año (2010)
Momentos sombríos (1971)
La vida es dulce (1990)
Secretos y mentiras (1996)
Happy-Go-Lucky (2008)
Otro año (2010)
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