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El colectivo 3BallMTY se presenta hoy en Calle 2

Con la mira entre dos públicos, el comercial y el alternativo, la propuesta regia toma forma

El colectivo 3BallMTY se presenta hoy en Calle 2
GUADALAJARA, JALISCO (18/FEB/2012).- En un tianguis cerca del Puente del Papa, Toy Selectah encontró un tesoro de oro molido: las canciones de Erick Rincón y Sheeqo Beat, en ese entonces adolescentes de 16 años, y ahora, los principales exponentes de la escena de tribal guarachero, la cual tiene su epicentro en Monterrey, Nuevo León.

“Se podría decir que la piratería nos ayudó” –dice Erick acompañado de Sheeqo (Sergio Zavala) y DJ Otto (Alberto Presenda), actuales integrantes del colectivo 3BallMTY– “porque subíamos gratis las canciones a internet y los ‘piratas’ las quemaban y las ponían en discos de esos que venden en los tianguis”.

Medio año desde que asumió el rol de productor, Toy Selectah (Toño Hernández) urgió a los jóvenes regios a materializar su propuesta en un álbum: “Recién comenzamos a trabajar con él y nos dijo: ‘Tráiganse todo lo que han hecho de música, para ver qué es lo que se puede salvar para un disco’, porque antes no teníamos productor ni apoyo de nadie, sólo hacíamos nuestra música en casa”, recuerda Erick. Hace apenas un mes, Rincón y Sheeqo con 18 años, y DJ Otto con 19, vieron salir a la luz su debut Inténtalo, distribuido en México por Fonovisa Records.

La mecha del tribal se prendió en el DF, donde se mezclaba la electrónica con música precolombina, “y el ritmo del tribal prehispánico a nosotros nos encantaba, pero sentíamos que no tenía mucha aceptación por todo el público, así que quisimos hacerlo más moderno y le agregamos la guacharaca colombiana, el bajo cumbiero y los sintetizadores electrónicos”.

La poción dio como resultado final un funky house con intensa carga de percusiones étnicas, como tambores, sonajas o guaches, con influencias cumbieras, de norteño y reggaetón. Pero el tribal, a diferencia de otros géneros que revitalizan los ritmos regionales con beats (baile funk, cumbia digital o kuduro), realmente tiene plantada una bota en el gusto popular grupero y un tenis en las fiestas de música dance alternativa.

Sheeqo Beat traza la ruta de evolución: “Hay tracks de Erick de 2009 con un estilo más techno, así como que puro instrumental y el sintetizador a todo lo que da. Y luego están las canciones con voz de compositores como Luciano Luna, América Sierra, Horacio Palencia y los raperos. También hay sellos extranjeros que nos escriben para que hagamos remixes de canciones de ellos, y seguimos haciendo esos trabajos que nos mantienen en esa escena, que es como lo alternativo de aquellos lados”.

De tocar en fiestas de XV años, pasaron a firmar con Latin Power Music y poco después con la disquera Universal. El año pasado fueron de gira por Alemania, Portugal y Miami.

“Es una ventaja estar en dos públicos, en lo que es comercial, lo alternativo y los diferentes estratos sociales que hay. El tribal no tiene estatus social, lo puede bailar la gente de las botas picudas en un rodeo, y al día siguiente podemos tocar en un ‘antrillo’ más nice”, dice Sheeqo.

Luego de concluir su gira, que inició el 4 de febrero en Monterrey, planean sacar un disco cada uno y después volver a grabar otro los tres juntos.

La danza de las botas picudas

La explosión del tribal guarachero en Monterrey derivó en la adopción de una curiosa moda que se reprodujo rápidamente entre habitantes de pueblos pequeños del Norte del país, como Matehuala, San Luis Potosí. Las botas picudas, aparatosas, exóticas, ridículas o irónicas, tienen puntas que pueden alcanzar hasta un metro de largo. Ya se usan en ciudades estadounidenses como Dallas o Chicago para concursos de baile, inspiraron un documental hecho por la revista Vice y en internet han desatado un sinfín de videos, fotos y textos al respecto.

Erick Rincón, líder del colectivo 3Ball MTY, aclara que “el tribal y las botas picudas no van de la mano. Antes de que nacieran las botas picudas ya había mucha gente que le gustaba el tribal y ni en cuenta con las botas. Después salen y empieza a haber mucha jiribilla porque era una moda totalmente nueva, y pues hay quien lo ve como algo ridículo o muy extraordinario”.

El calzado endémico del tribal se fabrica de manera artesanal en pequeños talleres de Matehuala, usando materiales flexibles como manguera. Luego lo pintan y lo decoran con cuentas, diamantina o lentejuelas. El look está completo con pantalón vaquero ajustado y sombrero.

No importa que estas extensiones de los pies impidan moverse con destreza o contonearse en pareja; las botas picudas son el accesorio ideal para bailar el tribal guarachero y continúan ganando adeptos, pese a las reacciones de sorpresa o desagrado en el resto del país y el mundo.


3BallMTY / Hoy, 21:00 horas / Calle 2 / Boletos 220 pesos zona general y 495 VIP, disponibles en Superboletos.
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