Entretenimiento
El cantante presenta libro en la FIL, José José, sin filtros
El intérprete de música romántica hace una parada en Guadalajara para presentar su autobiografía Esta es mi vida
José José se ha escrito mucho en los últimos años. La mayor parte de las cosas que se dicen sobre él tienen que ver con su vida privada: Peleas familiares, problemas de salud, económicos y un largo etcétera de información estridente. “Patrañas, puras mentiras”, afirma cuando se le cuestiona sobre qué tanto es verdad y mentira en los medios cuando se trata de hablar de él.
José José está a medio camino de ser leyenda y tragedia. Su voz adorna los momentos más apasionados de amor y también por igual los más fulminantes de dolor en la memoria colectiva de los mexicanos, gracias a sus temas La nave del olvido, El triste y Almohada, de sobra conocidos.
Pero también son de sobra conocidos sus problemas de alcoholismo, familiares y monetarios. Por eso cuando accede a hablar con EL INFORMADOR sobre su libro autobiográfico, Esta es mi vida, se ve dispuesto a quitarse los filtros con que ha sido retratado en las revistas de escándalos. Es, por unos momentos, José Sosa Ortiz, no la leyenda de la música, no el villano de los chismes de la farándula, sino simplemente un hombre que ha caído por cuenta propia y ahora se levanta para encarar el mayor reto de su vida: Ser feliz.
Usted ha presentado este “Esta es mi vida” en diversas ferias (en Los Ángeles y San Diego, Estados Unidos, además de México)
¿cómo ha sido hasta ahora la recepción?
“No tengo palabras para agradecer a la gente. En México fueron nueve horas en la firma del libro, era una fila larga, pero tú, como artista, no te puedes ir hasta haberle agradecido a la última persona que padece sol y frío por que le brindes tu autógrafo”.
Con sus temas ha externado una amplia variedad de emociones y sentimiento,
¿qué cosas tuvo que escribir en un libro que no podía decir con la música?
“El alcoholismo de mi padre, lo que padeció. Yo empecé a beber el día en que él se fue de la casa, por imitación (se le quiebra la voz). Todo eso lo narro en el libro porque hay que prevenir este mal. Lo que me sucedió a mí puede ocurrir en cualquier casa, yo llegué hasta las últimas consecuencias de la enfermedad, y gracias a Dios fui rescatado, en un muy mal estado, pero rescatado al fin”.
En “Esta es mi vida” habla de un proceso de degradación que sufrió en su vida, ¿puede ampliar un poco la idea?
“Lo que me pasa es que te entregas a la bebida y eso te engaña, te hace sentir muy inteligente. El alcohol te enamora y no sabes que te desespera, te hace sentir un guiñapo humano, termina matándote”.
¿Cómo revierte todo el estado en que se encontraba?
“Yo entré a una ‘universidad’ donde comencé a estudiar todo lo que me estaba afectando, comencé por dejar mi pasado enterrado, aprendí la fórmula que me ha cambiado la vida: Sólo por hoy. No me preocupo por el futuro, porque eso sólo lo sabe Dios, ni miro el pasado, sólo vivir el hoy, las 16 horas que ando levantado (concluye su respuesta y presume su anillo de Alcohólicos Anónimos, agregando que tiene 15 años sin probar ninguna bebida etílica)”.
Sobre usted se ha escrito mucho en los últimos años, y en su mayor parte de manera negativa o destructiva, es difícil encontrar una entrevista seria con José José, ¿este libro es una respuesta a ellos?
“Absolutamente. No me entrevistan pero publican lo que quieren, hay demasiada información errónea, demasiados inventos. Manejan mi imagen como le da la gana, ¡Qué poca madre!, ¿o no? (risas)”.
¿El libro no guarda un mensaje para otros artistas?
“No. Cada quien maneja su carrera como quiere. Nadie la lleva igual. Yo doy autógrafos por nueve horas y hay compañeros que no dan uno. Tengo una obligación con la gente que me regala su tiempo y hasta sus oraciones”.
¿Usted nunca “perdió el piso” en su carera?
“Yo tuve un gran ejemplo en mi madre, era una mujer maravillosa, y mi padre era un artista extraordinario. La humildad de ellos me dieron un modo de vida consciente. No venimos a ser famosos o a ser millonarios, venimos a ser personas”.
¿No le abruma ser considerado una ‘leyenda’ en el ámbito musical?
“Es un proceso. Para que todos me crean que estoy cantando, debo haber vivido esas historias, de otra forma no tendría capacidad ni autoridad para sonar real en una bocinita de radio o en el Auditorio Nacional. Yo me veo como alguien que sigue aprendiendo, sigo saliendo con mi disquito bajo el brazo a hacer trabajo de promoción. No me canso de trabajar”.
¿Diría que usted está en el mejor momento de su carrera?
“Estoy por comenzarlo. Tengo 45 años de trayectoria, 15 años sobrio y ahora me siento con una gran plenitud, listo para aprender, llegar a otro nivel. Hoy (ayer) mi esposa Sarita abrió los ojos, salió del coma en que estaba y Dios mediante se va a recuperar . Soy totalmente lo opuesto a lo que dicen los revisteros, los periodiqueros. Es emocionante sentir que empiezo ahora, aunque ya tengo a cuatro generaciones de fanáticos (risas)”.
GUADALAJARA, JALISCO.-De
José José está a medio camino de ser leyenda y tragedia. Su voz adorna los momentos más apasionados de amor y también por igual los más fulminantes de dolor en la memoria colectiva de los mexicanos, gracias a sus temas La nave del olvido, El triste y Almohada, de sobra conocidos.
Pero también son de sobra conocidos sus problemas de alcoholismo, familiares y monetarios. Por eso cuando accede a hablar con EL INFORMADOR sobre su libro autobiográfico, Esta es mi vida, se ve dispuesto a quitarse los filtros con que ha sido retratado en las revistas de escándalos. Es, por unos momentos, José Sosa Ortiz, no la leyenda de la música, no el villano de los chismes de la farándula, sino simplemente un hombre que ha caído por cuenta propia y ahora se levanta para encarar el mayor reto de su vida: Ser feliz.
Usted ha presentado este “Esta es mi vida” en diversas ferias (en Los Ángeles y San Diego, Estados Unidos, además de México)
¿cómo ha sido hasta ahora la recepción?
“No tengo palabras para agradecer a la gente. En México fueron nueve horas en la firma del libro, era una fila larga, pero tú, como artista, no te puedes ir hasta haberle agradecido a la última persona que padece sol y frío por que le brindes tu autógrafo”.
Con sus temas ha externado una amplia variedad de emociones y sentimiento,
¿qué cosas tuvo que escribir en un libro que no podía decir con la música?
“El alcoholismo de mi padre, lo que padeció. Yo empecé a beber el día en que él se fue de la casa, por imitación (se le quiebra la voz). Todo eso lo narro en el libro porque hay que prevenir este mal. Lo que me sucedió a mí puede ocurrir en cualquier casa, yo llegué hasta las últimas consecuencias de la enfermedad, y gracias a Dios fui rescatado, en un muy mal estado, pero rescatado al fin”.
En “Esta es mi vida” habla de un proceso de degradación que sufrió en su vida, ¿puede ampliar un poco la idea?
“Lo que me pasa es que te entregas a la bebida y eso te engaña, te hace sentir muy inteligente. El alcohol te enamora y no sabes que te desespera, te hace sentir un guiñapo humano, termina matándote”.
¿Cómo revierte todo el estado en que se encontraba?
“Yo entré a una ‘universidad’ donde comencé a estudiar todo lo que me estaba afectando, comencé por dejar mi pasado enterrado, aprendí la fórmula que me ha cambiado la vida: Sólo por hoy. No me preocupo por el futuro, porque eso sólo lo sabe Dios, ni miro el pasado, sólo vivir el hoy, las 16 horas que ando levantado (concluye su respuesta y presume su anillo de Alcohólicos Anónimos, agregando que tiene 15 años sin probar ninguna bebida etílica)”.
Sobre usted se ha escrito mucho en los últimos años, y en su mayor parte de manera negativa o destructiva, es difícil encontrar una entrevista seria con José José, ¿este libro es una respuesta a ellos?
“Absolutamente. No me entrevistan pero publican lo que quieren, hay demasiada información errónea, demasiados inventos. Manejan mi imagen como le da la gana, ¡Qué poca madre!, ¿o no? (risas)”.
¿El libro no guarda un mensaje para otros artistas?
“No. Cada quien maneja su carrera como quiere. Nadie la lleva igual. Yo doy autógrafos por nueve horas y hay compañeros que no dan uno. Tengo una obligación con la gente que me regala su tiempo y hasta sus oraciones”.
¿Usted nunca “perdió el piso” en su carera?
“Yo tuve un gran ejemplo en mi madre, era una mujer maravillosa, y mi padre era un artista extraordinario. La humildad de ellos me dieron un modo de vida consciente. No venimos a ser famosos o a ser millonarios, venimos a ser personas”.
¿No le abruma ser considerado una ‘leyenda’ en el ámbito musical?
“Es un proceso. Para que todos me crean que estoy cantando, debo haber vivido esas historias, de otra forma no tendría capacidad ni autoridad para sonar real en una bocinita de radio o en el Auditorio Nacional. Yo me veo como alguien que sigue aprendiendo, sigo saliendo con mi disquito bajo el brazo a hacer trabajo de promoción. No me canso de trabajar”.
¿Diría que usted está en el mejor momento de su carrera?
“Estoy por comenzarlo. Tengo 45 años de trayectoria, 15 años sobrio y ahora me siento con una gran plenitud, listo para aprender, llegar a otro nivel. Hoy (ayer) mi esposa Sarita abrió los ojos, salió del coma en que estaba y Dios mediante se va a recuperar . Soy totalmente lo opuesto a lo que dicen los revisteros, los periodiqueros. Es emocionante sentir que empiezo ahora, aunque ya tengo a cuatro generaciones de fanáticos (risas)”.
Síguenos en