Entretenimiento
El buen canario, una muestra de teatro global
La historia ubicada en Nueva York tiene un textura absolutamente contemporánea
La historia ubicada en Nueva York tiene un textura absolutamente contemporánea y el director, el legendario John Malkovich logra una puesta en escena poética, actual y sumamente elegante. Un teatro global. Donde realmente el peso del drama se encuentra en la orquestación justa del todo; escenografía, música, video, la incursión de textos en las pantallas y un elenco en el que participaron también Jorge Zárate, Martin Altomaro y Yuriria del Valle.
El texto de Helm tiene cierto pulso propio. Cierto corazón. Al inicio, cuando apenas se plantea la historia los personajes parecen lejanos al espectador, sin embargo, conforme avanza lo que se cuenta, y el trabajo toma ritmo, se logran momentos poéticos memorables. Un teatro que permite, lo que no muchos trabajos: la contemplación de los actores aún cuando éstos trabajan por dentro pero permanecen en silencio, la pantalla escenográfica y la lectura de textos puestos en ella. Momentos que logrados por todos, dejan ver la aristocracia de la mano del señor John Malkovich que dejó al público tapatío en la contención de su aliento, por momentos, aún cuando éste todavía tiene problemas en apagar su celular por más que se lo repiten tres veces y en el altavoz. Importante: El día de hoy y por última vez, El Buen Canario, se presenta en el Teatro Diana. Hay que acudir a escuchar esa historia, a ver a esos actores, a ésa actriz, a contemplar lo que el autor escribe, a detenerse con las teclas del piano que acompaña al escritor… hay que aplaudir todo lo que Malkovich hilvanó, sin esperar historias de charolastras, pretextos para reírse. Acuda, elegantemente, a ver algo, digno de ser contado… aristocráticamente.
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