El Oscar es de ellos... no de México
El galardón que recibieron los mexicanos incita a la reflexión sobre el rumbo de la industria cinematográfica
Pero no todos están sumidos en la algarabía desmedida. De hecho, algunos realizadores y, en general, personas cercanas a la industria cinematográfica del país, reconocen que los premios fueron para Cuarón, Lubezki y Nyong’o, y no para México. Es decir, no es un logro de esta nación, aunque muchos hayan “colocado” el galardón a un costado del lábaro patrio.
Reconocimiento a una generación
Lo que México ha dado a la industria cinematográfica mundial, principalmente a la estadounidense que queda tan de paso, es talento en diversas áreas de desarrollo.
Para el director de Programación del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), Gerardo Salcedo, los premios internacionales que han recibido los cineastas mexicanos demuestran que México se ha vuelto interesante para el cine.
Reconoce que aunque los premios otorgados a los cineastas mexicanos son un reconocimiento a su talento y a su esfuerzo individual y no al cine mexicano, premian también a una notable generación de realizadores que dejan muy en claro que para el cineasta mexicano de la actualidad no existen fronteras.
Por su parte, Blanca Guerra, directora de la Academia Mexicana de Cine (AMC), expresó mediante un comunicado que el nuevo giro que toma la carrera de Cuarón “es mérito única y exclusivamente de Alfonso y su equipo. Todas las buenas consecuencias que de esto se desprenda serán para ellos y nada más. Para nosotros sus amigos y compatriotas es motivo de mucha alegría y orgullo”.
El cineasta Francisco Payó González, guionista de la cinata Salvando al soldado Pérez, añade que Cuarón inspira a muchos mexicanos que quieren estar en el medio cinematográfico mexicano o internacional: “Creo que es una señal de que ser mexicano no es un impedimento para lograr nada”.
Una evidencia de carencias
Rodolfo Guzmán, presidente de la Academia Jalisciense de Cinematografía (AJC), considera que más allá del éxito logrado por Alfonso Cuarón en la entrega de los Premios Oscar, lo que representa para México es una severa llamada de atención hacia la industria mexicana, desde los propios cineastas nacionales, apoyos gubernamentales e iniciativa privada hasta las escuelas formadoras.
Expresa que el logro de Cuarón como “mejor director” con Gravity, es un avance que exclusivamente lleva su nombre y del equipo de trabajo, pero sirve para analizar las carencias del país.
A partir de esto, recuerda los intentos fallidos de integrar un fideicomiso en Jalisco que acelere y mejore el apoyo económico a cineastas, pues “¿Qué pasa cuando no tienen recursos ni el apoyo? Se van a buscarlos a otro lado, así pasó con Cuarón, Iñárritu y Lubezki. Hay que entender que esto es un negocio, para que sea redituable debe retornar la inversión. Tenemos que pensar y analizar qué otro tipo de estímulos necesitamos”.
Gerardo Salcedo, director de Programación del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), opina que para vincular el éxito de estos realizadores con la industria del cine mexicano es necesario que se tengan mejores condiciones de producción; que el dinero que se invierta en la realización de un filme pueda ser recuperado.
Éxitos mexicanos de 2013
- Heli, de Amat Escalante: en 2013 el director mexicano se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes. Cuenta la historia de una familia que se involucra con el narcotráfico. Un año antes que Escalante, el director Carlos Reygadas recibió la Palma de Oro por su trabajo en Post Tenebras Lux.
- La jaula de Oro, de Diego Quemada Diez: el director (nacido en España pero naturalizado mexicano) ganó el premio al Mejor Realizador del Año que otorga la Fundación Satyajit Ray, que destacó la calidad de este filme que cuenta el trágico viaje de un grupo de jóvenes inmigrantes hacia EU. La cinta también recibió el premio al Mejor Reparto en el Festival de Cannes de 2013. La película obtuvo más de 40 reconocimientos.
- Nosotros los Nobles, de Gary Alazraki: a seis semanas de haberse estrenado, la película se convirtió en la cinta más exitosa económicamente. En mayo de 2013 había recaudado 241 millones 747 mil 988 pesos. Según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), a seis semanas de su estreno atrajo a cuatro millones 965 mil 813 personas.
- No se aceptan devoluciones, de Eugenio Derbez: hasta enero de 2014, recaudó más de 90 MDD en México y EU. Narra la historia de un doble de acción mexicano que vive en EU y que debe criar a una hija no sabía que tenía.
A romper clichés
Ante quienes criticaron la temática abordada por Cuarón (un asunto muy lejano a la realidad mexicana), el cineasta Rodolfo Guzmán destaca que “el lenguaje del cine es universal y lo que él plantea, el escenario y la locación es donde surge el conflicto, pero finalmente atiende cosas más humanas. El viaje no es hacia el exterior sino al interior del personaje que interpretó Sandra Bullock”.
Aunque se ha diversificado la variedad temática, el experto apunta que “no por ser un cine mexicano tenemos que hacer solamente la historia rural con temas y cuestiones totalmente culturales. Tenemos que experimentar en los géneros, en todas las disciplinas, eso es lo que hace a una industria saludable”.
Francisco Payó Gónzález advierte que hay que reflecionar, como industria, “qué se tiene que hacer. El cine es una expresión colectiva e individual. Es muy importante qué tanto las películas que se hacen en México realmente le están hablando a la gente. O están generando una relación entre el público o entre las nuevas generaciones de realizadores”.
Por su parte, la directora de Industria y Mercado del FICG, Estrella Araiza, acentúa que es muy relevante la relación que existe entre los cineastas que ganan premios internacionales, y lo que actualmente sucede en la industria cinematográfica, pues las películas reconocidas no sólo potencian las ventas, sino que provocan que los compradores, distribuidores y exhibidores se fijen más en el cine mexicano.